La multinacional Ford está estudiando la posibilidad de recortar hasta 3.200 empleos en Europa y derivar a Estados Unidos parte de la carga trabajo ligada al desarrollo de productos, según ha señalado el sindicato alemán IG Metall este lunes, que ha amagado con realizar acciones que puedan afectar al fabricante de automóviles en toda la región si no se garantiza el futuro de los empleados.

De este modo, Ford se estaría planteando eliminar hasta 2.500 puestos de trabajo en el área de desarrollo de producto y hasta 700 más en funciones administrativas, siendo las instalaciones alemanas de la compañía las más afectadas en Europa, ha destacado el sindicato y según recoge la agencia de noticias Reuters. "Si las negociaciones entre el comité de empresa y la dirección en las próximas semanas no garantizan el futuro de los trabajadores (...) no nos detendremos con las medidas que podrían afectar seriamente a la empresa, no solo en Alemania, sino en toda Europa", ha señalado IG Metall.

En este sentido, cabe recordar que la planta de Ford en España, situada en la localidad valenciana de Almussafes, ha sido recientemente elegida por la dirección de la multinacional para capitanear la electrificación de su negocio en Europa. La factoría valenciana se impuso precisamente a la planta que Ford tiene en la ciudad alemana de Saarlouis tras un proceso de decisión que la empresa automovilista demoró durante meses y que incrementó la tensión entre Almussafes y Saarlouis por las consecuencias que tendría no resultar elegida para ese proceso.

La planta valenciana resultó finalmente confirmada como la planta escogida para producir vehículos basados en una arquitectura de vehículos eléctricos de nueva generación de Ford, una decisión que la sitúa como “centro neurálgico” de Ford Europa, según destacó recientemente la empresa, Allí, a través de la innovación tecnológica en los procesos, “se efectuará la transición del modelo productivo actual a un nuevo modelo basado en el vehículo eléctrico conectado".

Ajustes inevitables

La asignación de los nuevos modelos eléctricos anunciada el pasado verano garantiza la supervivencia de la planta valenciana más allá de 2025 y supone un balón de oxígeno para toda la industria auxiliar del automóvil que se ha ido configurando a su alrededor a lo largo de sus cuarenta años como centro productivo de Ford España. Se calcula que más de 25.000 empleos y alrededor de 12.000 millones de euros de ventas de esa industria corresponde directamente a su negocio con la planta.

Sin embargo, ello no evita que deba haber ajustes de la estructura actual para adaptar la factoría a la producción de coches eléctricos. La previsión es que la planta valenciana lance al mercado su primer coche eléctrico en 2026 tras la puesta en marcha de una línea de producción exclusiva para ello, pero previamente es necesario ir adaptando la planta para ello. Uno de los ámbitos afectados será el del empleo, ya que la producción de vehículos eléctricos conllevará menos manos de obra.

En ese sentido, el responsable de la planta, Dionisio Campos, ya adelantó que a partir de enero trabajaría con los sindicatos para negociar cómo abordar este proceso, puesto que el vehículo eléctrico tiene menor contenido que el tradicional y por ello será necesario redimensionar la plantilla, pero la empresa quiere negociar con los sindicatos para ver qué alternativas existen para realizar el redimensionamiento de la forma menos traumática posible.

Ford guarda silencio

Sobre el posible recorte de 2.500 puestos de trabajo en Europa, el fabricante estadounidense no ha dado más detalles al respecto y se ha referido a una declaración realizada el pasado viernes en la que aseguraba que la transición a la producción de vehículos eléctricos requería cambios estructurales.

La compañía anunció el año pasado una inversión de 2.000 millones de dólares (unos 1.840 millones de euros al cambio actual) para expandir la producción en su planta de Colonia (Alemania) y fabricar un modelo totalmente eléctrico. Esta fábrica actualmente produce el Ford Fiesta, así como motores y transmisiones.

Asimismo, la estrategia de la marca norteamericana pasa por lanzar siete nuevos modelos eléctricos en Europa, construir una planta de ensamblaje de baterías en Alemania y constituir una empresa conjunta de fabricación de celdas de níquel en Turquía.

Sin embargo, el pasado junio advirtió sobre la posibilidad de "significativos" recortes de empleos a corto plazo en su fábrica en España (en Almussafes) y en la de Saarlouis (Alemania) debido a que el cambio a la producción de vehículos eléctricos requeriría menos horas de trabajo para ensamblar automóviles.

Respecto a la situación de Saarlouis, la planta que perdió la carrera con Almussafes y que a partir de 2025 dejará de producir el modelo Focus, la firma del óvalo aseguró meses atrás que se estaban buscando "nuevas oportunidades" para la instalación.