Un exfranquiciado sevillano ha denunciado a Dia por presunta estafa continuada con los royalties que la compañía le aplicó entre 2016 y 2019. Estos royalties –equivalentes al 7,20% del precio de venta al público de los productos– se refieren a los derechos de uso de la marca y a los servicios comerciales que recibió. Un juzgado de primera instancia e instrucción de Dos Hermanas trasladó recientemente las actuaciones sobre este caso a la fiscalía sevillana de delitos socioeconómicos por la posibilidad de que existan más afectados.
Rafael Delgado Martín estuvo al frente de una franquicia de Dia en Aznalcázar (Sevilla) durante más de veinte años. A finales de 2020 rescindió el contrato por sentirse “engañado”. En declaraciones a ON ECONOMIA, asegura que existen más franquiciados en su misma situación aunque no lo hayan denunciado. En cambio, fuentes de Dia apuntan que se trata de “un caso único y aislado”. Recuerdan que “está en manos de la Justicia, que será quien dictamine una resolución”.
Este franquiciado y su abogado recurrieron al economista extremeño Eugenio Sayago, perito judicial, para desentrañar el sistema de royalties y descuentos que Dia aplicó a partir de 2016. Aunque en el contrato se indicó que la incorporación de estos royalties no suponía un mayor coste para el franquiciado respecto a la situación anterior, Sayago concluyó que, en realidad, causaban un perjuicio económico. En el caso del franquiciado de Aznalcázar, 47.993 euros en el periodo comprendido entre 2016 y 2019. Pero no poden énfasis en el importe, relativamente bajo, sino en el sistema contable que posibilitó este desfase.
José María Lora Morales, abogado del denunciante, sospecha que este sistema se aplicó a otros franquiciados de toda España aunque puede que no sean conscientes del perjuicio causado. En síntesis, el franquiciado abonó unos royalties, que se fijan sobre el precio de venta al público de los productos, mientras se benefició de unos descuentos, establecidos sobre el precio que compraba estos productos a la compañía. Por lo tanto, tal como se indica en la denuncia, “si se aplica un mismo porcentaje del 7,20% sobre dos cantidades distintas, una mayor que otra, el resultado no puede ser igual” pese a que la compañía mantenía que este sistema era “neutro”. Además, la denuncia añade que Dia no facilitó los precios a los que el franquiciado compra los productos “oscureciendo las relaciones contractuales”.
Modificación del contrato
A finales de 2015, Rafael Delgado Martín firmó una adenda al contrato original de franquicia suscrito con Dia en 1999 y subrogado, en 2004, a favor de una sociedad mercantil de su propiedad. Mediante esta modificación contractual se le aplicaron royalties por el uso del ‘know Dia’ (6,05% de las compras del franquiciado al precio de venta público), por la asistencia técnica y comercial (0,61%) y por los derechos de marca (0,54%). Pero en esta adenda se indicaba que “la incorporación de los royalties no supondrá para el franquiciado en términos globales un coste mayor que el que tenía con el sistema de facturación previamente pactado”, según consta en la denuncia.
Sin embargo, desde que se aplicaron estos cambios a partir de 2016, el franquiciado notó que descendieron sus beneficios sin saber el motivo. Cuando informó a Dia, desde la compañía atribuyeron esta situación a pérdidas desconocidas (robo) o al autoconsumo por parte del franquiciado, pero este lo descartó.
Posteriormente, Dia planteó una reformar la tienda para incrementar las ventas. En septiembre de 2018, se cerró el establecimiento durante tres semanas para una reforma estimada en 87.590 euros. Para la adquisición de equipos y mobiliario, el franquiciado se acogió a una línea de leasing en la que Dia figuraba como avalador a condición de que continuara un mínimo de cinco años más en la compañía.
Ante su insistencia por la pérdida de rendimiento del negocio, Dia Retail (entidad que se subrogó el contrato) cambio las condiciones: le abonó un 3% de las compras brutas efectuadas por el franquiciado a partir del 1 de enero de 2020. Además, le comunicaron una rebaja substancial de los royalties hasta el 2% a partir del 1 de marzo de 2020. La denuncia señala que esta reducción “no tendría ningún sentido si los royalties, como establecía el contrato, fueran neutros, solo tiene sentido en el supuesto de que afectaran efectivamente al coste del franquiciado”.
Cierre de la tienda
Finalmente, el franquiciado comunicó por burofax el cierre de la tienda el 31 de diciembre de 2020, con “la certeza de que Dia Retail le ha engañado y que ha sido víctima de una estafa continuada el día en que le cambiaron las condiciones contractuales” mediante el contrato firmado en octubre de 2015. Según prosigue la denuncia, el franquiciado “ha sido engañado y estafado por Dia” a través de la modificación del contrato de 2015, “introduciendo el cobro de unos royalties, haciéndole creer que serían neutros sin ninguna repercusión económica para él”.
El franquiciado mantiene que no lo supo “con certeza” hasta que contrató los servicios del perito judicial. La denuncia señala que el poder de negociación entre Dia y el franquiciado “no es igualitario, por lo que el contrato se acepta o se rechaza, pero no se negocia ni modifica”. Las posteriores adendas tampoco son negociables, “se firman so pena de que Dia rescinda el contrato de franquicia a su vencimiento”.
La denuncia se dirige contra Distribuidora Internacional de Alimentos (Dia) y Dia Retail España por el presunto delito de estafa continuada y agravada. En una providencia fechada en septiembre pasado, el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Dos Hermanas (Sevilla) cita a declarar a un responsable de franquicias de la compañía. También traslada las actuaciones a fiscalía de delitos socioeconómicos.
El contrato se firmó cuando el primer ejecutivo de Dia era Ricardo Currás, que se mantuvo como CEO hasta 2018. Posteriormente, se han producido diversos cambios en el accionariado y en la cúpula. En la actualidad, el 62% de las tiendas de esta cadena son franquicias.