Hace muchos años que Philip Morris International dejó de ser solo Marlboro, Chesterfield o L&M. En 2001, la compañía tabaquera trasladó su centro de operaciones de Estados Unidos a Suiza para empezar a desarrollar alternativas al cigarrillo. Principalmente, productos sin humo y en 2014 lanzó al mercado su primer dispositivo para tabaco calentado: IQOS, que fue pionero en el mundo, es líder del mercado y ha sido replicado por el resto de marcas.
Desde la localidad suiza de Neuchatel - donde Philip Morris International (PMI) dispone de un importante centro de investigación conocido como “El Cubo”- y también desde su laboratorio de Singapur (inaugurado en 2010), un equipo de 1.550 biólogos y científicos se encargan de desarrollar alternativas sin humo para la compañía, que además del tabaco calentado, son el cigarrillo electrónico y las bolsas de nicotina, que están en fase de despegue.
Dentro de las alternativas sin humo, IQOS es el producto líder de la multinacional y Bolonia fue donde instalaron su primera fábrica de tabaco para calentar. La presencia de Philip Morris en Italia es muy notable. La compañía lleva en la región más de 60 años, desde 1963, cuando adquirieron la planta de Zola Predosa, que antes era proveedora del monopolio estatal, pero desde la década de 1990 se ha especializado en la producción de filtros de alta tecnología.
En 2014, la multinacional decide crecer en la región de Emilia Romagna e iniciar su transformación y es aquí cuando inaugura la planta de producción de Crespellano. Dos años después, en 2016, incorporan también un centro de formación y crean Philip Morris Manufacturing & Technology, que se ha convertido en un complejo industrial donde trabajan más de 2.000 personas y en el que la tabaquera ha acabado invirtiendo más de 1.500 millones de euros en apenas una década.
“Exportamos más tabaco calentado que queso o Scooter en Italia”, indica Antonio Mirabella, manager communications de Philip Morris Italia, que cifra en más de 1.800 millones de euros el volumen de exportaciones que realizan desde esta localidad italiana. Y asegura que en el conjunto del país alcanzan los 41.000 puestos de trabajo entre directos e indirectos, pues también están presentes en Roma, Taranto, Terni o Bastia Umbra.
Crespellano, la fábrica modelo
Desde Crespellano, PMI fabrica el tabaco calentado, que junto al resto de alternativas sin humo, supone ya el 40% de los ingresos netos de la compañía y el 42% del beneficio bruto. Concretamente en esta fábrica producen las marcas de tabaco calentado que se venden en España, mientras que los dispositivos se fabrican en Malasia y China.
La planta italiana satisface la demanda internacional de más de 50 países en los que actualmente se comercializan los productos de tabaco calentado de Philip Morris International. “Esta fábrica sirve como centro de excelencia industrial para el resto de fábricas del mundo de PMI, es el modelo”, agrega Mirabella. IQOS se lanzó al mercado por primera vez en 2014, empezando por Italia y Japón, donde han cumplido recientemente diez años. Pero en general, sus productos libres de humo ya están presentes en 95 mercados de todo el mundo y la compañía ha alcanzado los 38,6 millones de usuarios con sus alternativas.
En la compañía, IQOS lidera las ventas y se posiciona como la segunda gran marca de productos de nicotina en los que está presente (tras el cigarrillo) con 32,2 millones de usuarios en el mundo. En algunos países la penetración de este producto ya es muy elevada, de hecho, supera el 40% de cuota de mercado en Budapest, el 30% en Roma, el 15% en Belgrado y se acerca al 10% en Londres y Viena. En Madrid, por ejemplo, alcanzan el 9%.
Crespellano: 450 paquetes por minuto
La fábrica de tabaco calentado de PMI en Crespellano funciona de lunes a lunes y cuenta con un sistema de tres turnos distintos al día, para que siempre esté en marcha. Las máquinas permiten producir hasta 450 paquetes por minuto y en total, cuentan con ocho máquinas donde se producen las marcas de tabaco calentado que Philip Morris vende en cincuenta países, entre los que se encuentra España.
Italia es el primer productor de hoja de tabaco de Europa y este fue uno de los motivos por los que Philip Morris decidió asentarse en el país trasalpino. Para producir el tabaco calentado, el tabaco se somete a un tratamiento especial. A diferencia de los cigarrillos tradicionales que queman el tabaco, las unidades de tabaco calentado que se fabrican en Crespellano están diseñadas para utilizar una tecnología avanzada que calienta el tabaco a una temperatura controlada mediante un sistema de inducción, evitando así la combustión.
El éxito de Crespellano llevó a PMI a abrir una segunda fábrica de productos sin humo en Grecia cuatro años después, en 2018. La filial griega dejó de producir cigarrillos tradicionales después de 87 años, invirtiendo unos 300 millones de euros en la reconversión de la planta. Actualmente, Philip Morris International cuenta con 17 centros de fabricación de productos sin humo.
Un futuro sin humo
El tabaco calentado emite, de media, un 95% menos de niveles de sustancias químicas dañinas en comparación con los cigarrillos, apunta Jorge Soler, director de relaciones científicas de Philip Morris España, quien tiene claro que lo mejor que podrían hacer los fumadores adultos es dejar de fumar. Pero si no quieren dejar de fumar, deberían saber que hay alternativas sin combustión que son menos perjudiciales que el cigarrillo tradicional. "La gente tiene que saber que es el humo que procede la combustión la principal causa de enfermedades ligadas al tabaquismo y, cuando se elimina la combustión y el humo, estamos hablando de opciones mejores a seguir fumando".
“En España hay ocho millones de fumadores adultos, un 22% del total de la población, y entonces piensas, ¿qué podemos hacer por ellos? Porque si siempre hacemos lo mismo no cambia nada. Por ello PMI está desarrollando productos menos tóxicos que el cigarrillo. Con el tabaco calentado le das la nicotina al fumador, que es una sustancia adictiva y no es inocua, pero disminuyes la exposición a las sustancias tóxicas presentes en el humo del cigarrillo”
En Suecia llevan años apostando por las alternativas sin humo para combatir el cigarrillo, junto con políticas de prevención y cesación del tabaquismo, y eso les ha convertido en el país con menos cáncer de pulmón del mundo. De hecho, han logrado reducir la mortalidad por cáncer de pulmón un 42% en una década. En lugar del cigarrillo, en Suecia empezaron a consumir el snus (productos orales de tabaco) y después las bolsas de nicotina, indica Soler, que recuerda también que el pasado mes de enero la principal autoridad sanitaria en EEUU, la FDA, autorizó la comercialización en este país de 20 productos de bolsas de nicotina Zyn, propiedad de Philip Morris, tras una extensa revisión científica.
“A los fumadores que no lo dejan hay que darle alternativas basadas en ciencia que, aunque no estén exentas de riesgo, hayan demostrado científicamente ser menos dañinas que el cigarrillo de toda la vida”. Y en este sentido, recuerda que el objetivo de Philip Morris International es que más países sigan el ejemplo de Suecia, el primer país libre de humo del mundo, para que, en un futuro, desaparezcan los cigarrillos.