Era la fusión de la década, al menos en el sector de automoción. Las japonesas Nissan y Honda han roto puentes esta madrugada y seguirán sus caminos por separado. Los accionistas de Honda han celebrado que la constructora siga su camino en solitario, pero los de Nissan han castigado el fracaso de la operación corporativa. Las acciones de Honda Motor subieron este miércoles el 8,2% en la Bolsa de Tokio, mientras que Nissan Motor retrocedió un 4,87%, después de que se filtrara que la segunda se ha retirado de sus negociaciones para una fusión. Antes del cierre, los valores de Honda llegaron a subir un 12%, mientras que Nissan suspendió temporalmente sus operaciones en el Nikkei.
Con los datos de Statista, la fallida operación hubiese alumbrado el tercer grupo automovilístico con una facturación conjunta de 229.000 millones de dólares tras la alemana Volkswagen, a la que pertenece el grupo español Seat, que en 2023 generó unas ventas de 350.000 millones de dólares y de Toyota, con 312.000 millones. Hubiese sido la respuesta del sector japonés a la expansión de las empresas chinas en el mercado. En ese año, Honda ocupó la octava posición en el ranking de productores de automóviles, con una facturación de 114.300 millones de dólares, y Nissan, la duodécima segunda, con 87.700 millones.
Esta madrugada, con la bolsa japonesa todavía abierta, saltaban las primeras informaciones de que Nissan se echaba atrás en el acuerdo firmado con Honda en busca de una unión. El diario Nikkei apuntaba que las negociaciones se han roto por las diferencias entre ambas sobre la estructura de la empresa conjunta resultante. Así, Nissan abandonará el memorándum de entendimiento (MOU) bajo el cual negociaba con Honda desde finales del pasado diciembre.
Nissan y Renault
Nissan obtuvo su carta de libertad del grupo Renault en septiembre de 2023, cuando la automovilística francesa y las japonesas Nissan y Mitsubishi abandonan su plataforma conjunta de compras y pactaron la libertad a cada marca para decidir sus proveedores. Se daba la puntilla a una tensa relación franco-nipona desde que Renault se hiciese con una mayoría del capital de la japonesa, lo que permitió entonces su supervivencia. Nissan, a su vez, tomó parte del accionariado de Renault, con el acompañamiento de Mitsubishi, dando lugar a la Alianza entre las tres. Desde finales de 2023, la organización de la alianza abandonó un "modelo estandarizado a escala mundial", para crear una cooperación proyecto a proyecto. Para ello, los franceses, que poseían el 43,4% en Nissan, transfirió el 28,4% del capital a un fideicomiso con el objetivo de neutralizar sus derechos de voto. A partir de ahí, la relación accionarial se equilibró, pues tanto Renault como Nissan pasarán a tener un 15% de los derechos de voto en la otra y Renault se comprometió a vender el 28,4% de Nissan en el mercado.
Tras conocerse la ruptura de las negociaciones de Nissan y Honda, un portavoz de Nissan declaró a Efe que la noticia del diario Nikkei "no se corresponde con ninguna información anunciada por la empresa" y aclaró que la empresa "tiene previsto hacer pública su postura oficial sobre el estado de las negociaciones a mediados de febrero". Por su parte, otro portavoz de Honda se pronunció en términos similares al señalar que esa información no procede de la empresa y reiteró que "no hay ningún cambio" respecto al anuncio efectuado por ambas firmas el pasado viernes.
Nissan Motor y Honda Motor comunicaron el 31 de enero sus planes para "anunciar la dirección de la integración a mediados de febrero", pese a que anteriormente se habían comprometido a revelar detalles concretos de su proyecto de fusión a finales de enero. Esto ya mostraba un retraso en las conversaciones entre el segundo mayor fabricante nipón de vehículos (Honda), en pos del gigante Toyota, y el tercero (Nissan) dirigidas a concluir en junio sus planes de fusión bajo una sociedad conjunta, con vistas a su establecimiento en 2026, que daría lugar al tercer mayor fabricante mundial de coches por volumen de ventas, por detrás de Toyota y Volkswagen, que suelen intercambiar posición cada año.