Los hermanos Antonio y Jorge Gallardo Ballart, octogenarios, hijos del fundador de la farmacéutica Almirall, acaban de completar la transición a la tercera generación. En un proceso que ha durado diez años, primero cedieron los poderes ejecutivos y, recientemente, se han retirado de sociedades patrimoniales mediante las cuales controlan las participaciones en el holding familiar.
Esta tercera generación está formada por los tres hijos de Antonio -Susana, Antonio y Ana Gallardo Torrededia- y por los tres de Jorge -Jorge, Carlos e Irene Gallardo Piqué-. De estos, sobresalen en la estructura de la empresa familiar Carlos Gallardo Piqué (actual presidente y CEO de Almirall, en la imagen superior), Jorge Gallardo Piqué (presidente del grupo hospitalario Vithas) y Antonio Gallardo Torrededia (director general del family office Landon) si bien la más mediática es Susana Gallardo Torrededia, que estuvo casada con Alberto Palatchi y que ahora lo está con Manuel Valls, exprimer ministro de Francia y exconcejal del Ayuntamiento de Barcelona. Las otras dos son Irene Gallardo Piqué, directora de la Fundación Áurea, y Ana Gallardo Torrededia, arquitecta. Esta familia siempre se ha movido con una gran discreción con la excepción de Susana.
Estos seis primos de la tercera generación están asentados en los consejos de las patrimoniales familiares y la mayoría ocupa posiciones ejecutivas en las empresas del grupo. Y los 19 miembros de la cuarta generación, hijos de los anteriores, han entrado en otros negocios ajenos a la familia o todavía estudian. Dos casos: de los tres hijos de Susana, Alberto Palatchi Gallardo ha creado su propia marca de moda nupcial siguiendo el ejemplo de su padre; y de los cuatro hijos de Carlos (presidente de Almirall), la primogénita está acabando Ingeniería Biomédica en la Universidad de Duke, en Carolina del Norte. Tiene futuro en la farmacéutica familiar.
La retirada de la segunda generación
Los dos hermanos Gallardo Ballart -Antonio, de 88 años, y Jorge, que cumplirá 83 este septiembre– llevan años dando pasos al lado para dejar espacio a sus hijos. Primero, Antonio abandonó las funciones ejecutivas hace casi una década y, en 2022, Jorge cedió la presidencia de Almirall a su segundo hijo, Carlos. En fechas más recientes, los dos hermanos también han cedido la presidencia de las sociedades Corporación Genbad (patrimonial de la rama Gallardo Torrededia) y de Corporación Zamap (de la rama Gallardo Piqué), mediante las que controlan sus participaciones en el holding Landon, tal como publicaba hace unos días el BORME. Los portavoces de Almirall y Landon han declinado comentar estos movimientos. No obstante, otras fuentes próximas al grupo empresarial apuntaron que se trataba del final de un "relevo natural" que se ha llevado a cabo por etapas en los últimos diez años.
El grupo empresarial familiar va mucho más allá de la farmacéutica Almirall (controlan cerca del 60% del capital social) porque incluye participaciones en Vithas Sanidad (el segundo mayor grupo hospitalario privado de España después de Quirón), Sercotel (cadena hotelera), Fotowatio (renovables) o Sedal (grifería) entre otras compañías. También controlan Healtgrower (sociedad de capital riesgo creada a finales del año pasado) y participan en G Square Capital (fondo de inversión).
Vithas y Sercotel se encuentran en plena expansión. El grupo hospitalario dispone de 20 hospitales en 19 provincias, 37 centros médicos, 12.500 profesionales y una facturación superior a los 700 millones de euros en 2023. En la actualidad construyen nuevos centros en Valencia y Esplugues de Llobregat (Barcelona). Prevén que este último entre en funcionamiento a mediados del próximo año, con 160 habitaciones individuales, una plantilla de 1.800 profesionales y una inversión que supera los 100 millones de euros. Y respecto a los hoteles, cuentan con 90 establecimientos en España y Andorra (51 de gestión directa, 30 en franquicia y 9 en obras). El pasado mayo anunciaron cuatro inauguraciones en 2025 y 2026: en las ciudades de Valencia (dos), Alicante y Málaga.
Y a título individual, los miembros de la familia Gallardo invierten en muchos otros sectores. Por ejemplo, el presidente de Almirall aparece en el consejo de administración de una empresa de yoga -Centro Yoga Project- que preside Mercedes de la Rosa Misol, hija de Javier de la Rosa. Se trata de una pyme que en 2022 –el último ejercicio con cuentas consultables– facturó poco más de 600.000 euros, pero con pérdidas, aunque solo fueron de 21.0000 euros.
Los orígenes de Almirall
El buque insignia del grupo familiar es Almirall, que tiene sus orígenes en los laboratorios fundados en 1943 por Antonio Gallardo Carrera (1908-1988) y el farmacéutico Víctor Almirall Rius, que dio nombre a la empresa si bien su continuador fue el primero. Curiosamente, Gallardo Carrera procedía del sector de la aviación comercial porque, durante 25 años, fue delegado de la Compagnie Aéropostale, el embrión de la actual Air France. Por sus relaciones con Francia, conocía los avances de la industria farmacéutica internacional y tenía contactos con laboratorios. Cuando falleció en 1988, Almirall ya era una de las grandes farmacéuticas españolas y había colocado en el mercado medicamentos tan conocidos como Cleboril. Calmatel y, sobre todo, Almax, un tratamiento para la acidez y los problemas estomacales.
Almirall ha crecido a base de compras de empresas del sector, entre las que sobresale en el año 1997 la catalana Prodesfarma, de Antoni Vila Casas, destacado mecenas cultural que falleció en septiembre pasado a la edad de 92 años. En los últimos años, Almirall también ha realizado desinversiones, como la venta del negocio de medicamento respiratorio a AstraZeneca, pero con el objetivo de centrarse en su core business, la dermatología. La apuesta le ha salido bien.
Este julio, Almirall ha anunciado unas ganancias de 15,4 millones de euros en el primer semestre de este año, un 28,3% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior. Los ingresos superaron los 500 millones de euros, un 7% más, impulsados precisamente por el negocio dermatológico en Europa, según la comunicación enviada a la CNMV. Las ventas netas de medicamentos supusieron 497,2 millones de euros de enero a junio, un 6,7% más, y el negocio dermatológico aportó 268,8 millones, un 16,3% más. Por geografías, Almirall concentra en Europa el 88,6% de sus ventas.
Estos resultados contrastan con las pérdidas netas registradas en 2023, que se elevaron a 38,5 millones, hecho que la empresa atribuyó a deterioros contables del antibiótico oral para el acné Seysara. En la actualidad, Ilumetri, un fármaco para tratar la psoriasis, es su producto más vendido, que le reportó 100,5 millones de euros en el primer semestre de este año, un 25% más. Ahora están centrados en el lanzamiento de productos como Ebglyss, para la dermatitis atópica. Recientemente inició un ensayo clínico para un tratamiento de enfermedades dermatológicas raras y, hace unos meses, adquirió una licencia de un anticuerpo monoclonal a Novo Nordisk.
La propiedad de Almirall está en manos de la familia Gallardo (60%), a los cuales siguen, a mucha distancia, el fondo de inversión Wellington Capital (5%) y la familia López-Belmonte (3%), que es la principal accionista de los laboratorios Robi.
Las fundaciones
Antonio Gallardo Ballart preside la Fundación Palarq, centrada en proyectos de arqueología y paleontología. En 2015 donó 20 piezas de arte románico de su colección en el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC). Esta donación incluía un acuerdo con la Generalitat relativo a impuestos.
Pero la fundación de los Gallardo, donde se reúnen las dos ramas familiares, es Áurea, que despliega una diversidad de programas sociales como los de alimentos solidarios, acompañamiento a personas migradas, economía circular o ayudas a enfermos, ancianos o familias. Al frente, como directora, está Irene Gallardo Piqué (hermana del presidente de Almirall). También es consejera de Landon, Goodgrower (matriz de los hospitales de la marca Vithas) y otras empresas de la familia. Desde el pasado abril preside el Club de Golf de Torremirona, en el Alt Empordà (Girona).
Uno de los miembros de la familia que participa en más fundaciones es Susana Gallardo Torrededia, la más mediática, sobre todo desde su boda en Menorca con Manuel Valls. Además de la Fundación Áurea, es o ha sido patrona de las fundaciones de la Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes, África Viva, Casa Teva, Bienvenido –las dos últimas, de atención a familias con niños en tratamiento por cáncer– y ha formado parte del consejo internacional de mecenazgo de la fundación del Museo Reina Sofía. Fue consejera de Caixabank, Abertis, Saba, así como vicepresidenta de Pronovias antes de su separación con Alberto Palatchi y de la venta de esta compañía. En la actualidad se mantiene en los consejos de diversas empresas familiares como Goodgrower y también de Unibail Rodamco Westfield (URW), propietaria de centros comerciales.
El ranking de grandes fortunas del diario El Mundo sitúa a los Gallardo en la decimotercera posición de España y en la tercera de Catalunya, sólo superados por la familia Rubiralta Giralt (Werfen) y por Sol Daurella (Coca-Cola Europacific Partners). Forbes separa a los hermanos Antonio y Jorge, que los coloca en los puestos 43 y 44 de su lista.