Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, ha vuelto a cobrar protagonismo en el caso de Ferrovial. En las últimas horas, el traslado de la constructora a Países Bajos ha retornado a las primeras planas de todos los medios de comunicación después de que el Gobierno de España criticase la decisión de Ferrovial y esta remitiese una respuesta al Ejecutivo a través de una carta. Entre medias de todo ello, el Gobierno estatal expresó durante la jornada de ayer que sería Hacienda el que tendría la última palabra sobre las posibles ventajas fiscales que trae consigo el traslado de sede social.

Con todos estos precedentes, Garamendi, quien ha hablado este miércoles durante un acto de la Fundación CEOE para presentar la campaña ‘Digitalización Sostenible’, ha pedido respeto a la decisión de Ferrovial, considerando que “presionar” a la compañía para que no se vaya a Países Bajos “no es la forma más adecuada” de conseguir que se quede en el país ibérico. La constructora ha recalcado que su idea sigue siendo la de trasladar su sede social desde España hasta el país neerlandés, cediéndole a los accionistas la potestad de la decisión, la cual se sabrá mañana, cuando Ferrovial celebre la junta.

Ferrovial ha explicado los motivos del traslado “no una, sino varias veces”, explica Garamendi

En esas, y ante las repetidas críticas del Gobierno de España, las cuales han ido dirigidas a las presuntas ventajas fiscales que la compañía liderada por Del Pino tendría con dicho traslado, Antonio Garamendi ha pedido un “respeto profundo” a la decisión de una empresa privada. Para el presidente de la patronal de empresas de España, la ‘mudanza’ a Países Bajos está “perfectamente claro que se puede hacer” desde el punto de vista legal. En las últimas horas, la compañía española ha señalado cuáles son los motivos de su traslado, los cuales van dirigidos a los objetivos de acrecentar el negocio de la compañía, ganar visibilidad en el mercado, acrecentar la liquidez de la acción y, en última instancia, debutar en la Bolsa de Estados Unidos, objetivo prioritario para Ferrovial.

Pese a ello, el Ejecutivo estatal ha destinado parte de su tiempo a estudiar este caso, puesto que consideran que detrás de la operación de la constructora, existen las pretensiones de obtener ventajas fiscales. De cara a Antonio Garamendi, “los motivos que Ferrovial ha decidido son los que son, están ahí, y los ha explicado claramente, no una, sino varias veces. Yo creo que hay que tener respeto a lo que la compañía está planteando”.

“Ojalá hubiera más Del Pino en España”

No es la primera vez que el presidente de la CEOE da la cara por la empresa. Tal y como informó ON ECONOMIA, el pasado 3 de marzo, Garamendi mostró su apoyo a Ferrovial y a Rafael del Pino y criticó la postura que había adoptado el Gobierno estatal, considerándola de “increíble, absurda y peligrosa”. El líder de la patronal de empresas consideró que optar por la cotización en el mercado de valores de Estados Unidos es correcto, ya que “es el mercado del futuro porque les da confianza”. Tras ello, Garamendi añadió que “ojalá hubiera más Del Pino en España, tanto padre, como hijo”.

Las palabras entonadas durante este miércoles han ido en una línea similar. Pese a que tanto el Gobierno español, como el BME, como también la CNMV, han recordado a Ferrovial que se puede cotizar en Estados Unidos teniendo presencia en España, Garamendi ha explicado “no hay ninguna empresa española que lo esté haciendo”.

Al respecto de esto, Ferrovial, en una carta emitida ayer al Ejecutivo estatal, expresó que mantenían la idea de cotizar en el mercado de valores holandés para, posteriormente, dar el salto a la Bolsa de Estados Unidos. La empresa añadió que tener presencia en el parqué neerlandés es una alternativa “expedita y bien conocida”, mientras que la posibilidad de lograrla en el país ibérico carece de precedentes y se encuentra sujeta a interrogantes técnicos.

En lo referido a esta decisión, Antonio Garamendi ha expresado que “por encima de todo, hay que respetar la libertad de las decisiones que tome la empresa”. Además de ello, el líder de la CEOE ha detallado que las conductas de Ferrovial no generan “inseguridad jurídica”, sino que son fruto de “normas en España que no crean seguridad jurídica”.

Sea como fuere, la decisión está en las manos de los accionistas, quienes mañana decidirán si el futuro de la constructora pasa por mantener su sede social en España o, al contrario, y como buscan los directivos de la compañía, está en Países Bajos.