Las empresas familiares Garcimar y Granblau han sellado una alianza empresarial en el sector de la distribución de pescado y marisco para la restauración que ha dado pie a la creación de un negocio global de 90 millones de euros y 9.000 clientes en España, la complementariedad de los artículos congelados con el producto fresco y un alcance territorial que abarcará la totalidad de España y se refuerza en Catalunya. La unión se ha hecho mediante la entrada de Garcimar con una participación mayoritaria del 70% al accionariado de Sensibilidad Gastronómica, propietaria de la marca Granblau, con una inversión de 1,5 millones de euros. Los responsables de las dos firmas destacan la especialización que han conseguido en cada uno de sus nichos de mercado, que ahora suman, y que les permite dar servicios en una amplia red de restauración, que incluye los reconocidos establecimientos de chefs con estrellas Michelin y los 'Soles' de la Guía Repsol, por toda España.
El director general de Garcimar, César Tresserras, ha asegurado que la integración tendrá importantes sinergias en términos de comercialización para las compras de determinados productos y en la logística porque hasta ahora Granblau solo cubría Catalunya y las islas Baleares, "pero la operativa de las dos compañías seguirá siendo independiente". Según Tresserras, Granblau aporta un nicho altamente especializado y de gran prestigio y Garcimar dispone de una sólida estructura y capacidad de distribución capilar en toda España, con más de 130 rutas, con equipos bitemperatura que permiten la refrigeración y conservación de alimentos frescos y congelados.
Se da la circunstancia de que las dos compañías están lideradas por mujeres empresarias representantes de las familias fundadoras de los negocios, que tienen sus orígenes en el barrio marinero del Serrallo, en Tarragona. Granblau está liderada por Núria Gustems Torné, cuarta generación de la familia Torné, y Garcimar tiene por directora general a Soledad García, tercera generación de la saga que, con una pequeña flota de barcos de pesca, creó la compañía en 1931.
Con una cifra de negocio nieta de 11 millones de euros, Granblau cuenta con una plantilla profesional de 50 personas y se ha especializado en el pescado de temporada y en los productos trabajados para "hacer la vida más fácil a los restauradores", ha explicado Núria Gustems, durante una presentación este martes en el Gastronomic Forum Barcelona, que tiene lugar esta semana en la Fira de Barcelona. "Trabajamos especialmente el producto de temporada", explica Gustems, pero con "el tratamiento artesanal del pescado, con manipulaciones a medida para nuestros clientes, que es parte del ADN en Granblau". De aquí que entre sus 500 clientes esté la flor y nata de los chefs de las cocinas locales e internacionales establecidas en Catalunya y las Islas. Entre los productos más novedosos, Granblau ha introducido la ostra ensortijada del delta del Ebro, que se cultiva exclusivamente en las bahías del Lodazal y Alfacs, situadas en el Parque Natural del Delta del Ebro, y que para comercializarlas se preparan con una pequeña abertura para que sea más fácil abrirlas.
César Tresserras ha manifestado que los cocineros y grandes restaurantes no tienen ni encuentran gente de cocina preparada para poder manipular el pescado con destreza, con lo cual, se genera una merma importante de producto. Por eso, valoran poder adquirir producto ya manipulado y preparado para cocinar. Y es en este producto de "valor añadido" en lo que Granblau aporta su know-how, ha concretado.
Por su parte, Garcimar está especializada en producto congelado y refrigerado que comercializa a nivel estatal. "Un 52% de nuestro negocio está en clientes de restauración organizada (cadenas hoteleras, cadenas de restauración y empresas de colectividades), un 45% en clientes independientes (hoteles y restaurantes) y un 3% en clientes de supermercados a los cuales servimos pescado fresco entero y manipulado en nuestras instalaciones", explica César Tresserras. "Ofrecemos, a nivel estatal, más de 1.500 referencias de congelado a diferentes familias: pescado y marisco, fruta y verdura, cárnicos, precocinados y postres". Garcimar, con sede central en Mercabarna, factura 78 millones anuales y dispone de un equipo profesional de 260 personas que, en palabras del director general, "queremos seguir creciendo orgánicamente, pero también, sumando profesionales y empresas del sector que compartan nuestra misión, visión y valores".
Con respecto a la situación del sector, César Tresserras ha comentado que vista la variación de la climatología, "será cada vez más común el consumo de pescado de granjas", de hecho, el 40% del producto de Granblau ya proviene de acuicultura, que se compra en granjas locales de Canarias, Portugal, el Delta del Ebro, o el Cantábrico; y el resto proviene de las lonjas de pescado del Mediterráneo y el Atlántico. "Actualmente, solo un 8% de las variedades de pescado y marisco se cultivan por el sistema de la acuicultura, pero eso irá a más", ha especificado Tresserras.