General Motors recortará más de 1.000 empleos entre los profesionales destinados a la ingeniería de software, en su mayor parte en sus instalaciones del estado de Michigan, en los Estados Unidos. El fabricante de automóviles ha comunicado que la decisión se debe a la necesidad de "construir el futuro de GM". "Debemos simplificar para lograr velocidad y excelencia, tomar decisiones audaces y priorizar las inversiones que tendrán el mayor impacto", reza un comunicado al que ha tenido acceso la agencia Bloomberg. Del ajuste total, unos 600 empleados corresponden a las instalaciones de Michigan. 

El anuncio de este lunes se suma al que también hizo General Motors la semana pasada sobre la puesta en marcha de una reestructuración de su negocio en China, empezando por la ejecución de cientos de despidos en el gigante asiático en las semanas previas a la reunión con el socio local de la estadounidense, SAIC Motor, para acelerar la revisión de sus operaciones en Asia. El fabricante de Detroit descartaba poder recuperar el nivel de ventas que registró en ese país en 2017 y, por tanto, estaría recortando puestos de trabajo en departamentos concretos relacionados con el mercado chino, incluyendo investigación y desarrollo.

Además, a finales del pasado año, General Motors aplicó un ajuste de plantilla que llegó a afectar a 2.000 trabajadores, en cinco plantas de cuatro estados de Norteamérica. Los despidos coincidieron con la masiva huelga que los empleados de las principales marcas de automoción de los Estados Unidos protagonizaron en octubre de 2023.

El nuevo software

General Motors ha estado desarrollando el software para automóviles que opera cada vez más sistemas subyacentes de un vehículo, desde la gestión de la batería y las características de conducción hasta las pantallas de contenido en el vehículo, especialmente en los modelos eléctricos más nuevos de la compañía. Asimismo, ha estado contratando muchos profesionales para el desarrollo de software durante varios años como parte de su impulso hacia los vehículos eléctricos, los automóviles autónomos y los servicios relacionados con el software.

El fabricante de automóviles esperaba que la puesta en marcha de nuevos servicios -como conectar a los clientes con estaciones de carga, contenido digital y otros negocios no automotrices- agregarían miles de millones de dólares en ingresos anuales a sus cuentas, añade la agencia estadounidense. 

El impulso hacia un nuevo software también ha sido problemático para GM. La compañía suspendió temporalmente las ventas de su SUV eléctrico Chevrolet Blazer y ha tenido problemas con su Cadillac Lyriq EV, algunos relacionados con los fallos de software.

Con el Blazer, GM se enfrentó a la reacción negativa de los consumidores por construir su propio sistema de información y entretenimiento en el vehículo para reemplazar el CarPlay de Apple. El fabricante de automóviles tuvo problemas con la pantalla de contenido interior, entre otros fallos tecnológicos.