La opa hostil lanzada por el BBVA sobre el Sabadell no va a ser un camino de rosas para la entidad vasco-madrileña. Todo lo contrario: además de hostil y larga, la batalla por el relato y por convencer de las bondades de la operación va a ser costosa, especialmente en Catalunya, donde, por ahora, el BBVA tiene a la mayoría de la clase política, al empresariado y a la opinión pública en contra.
Por este motivo, el presidente del BBVA, Carlos Torres, va a hacer el lunes y el martes una gira por Barcelona en la que se va a reunir con políticos, patronales, empresarios y académicos para recabar apoyos, y que tendrá su punto fuerte en una cena este lunes con varios empresarios catalanes relevantes, que está ayudando a organizar Carles Sumarroca, según una fuente consultada. Además de sus intereses en los sectores de la ingeniería, la agricultura y el vino a través de las empresas Comsa, Bodegues Sumarroca o Agromillora, Sumarroca es también consuegro de Torres, puesto que su hija mayor, Elisenda, está casada con Íñigo Torres Uribe, uno de los tres hijos del banquero.
Fuentes del banco quitan hierro al tour de su primer ejecutivo, al recordar que Torres viene a menudo por Catalunya a reunirse con directivos y parte de su equipo, pero varias fuentes consultadas coinciden en resaltar el carácter estratégico que tiene esta vez la agenda de Torres. Hace justo un mes, responsables del BBVA en Catalunya ya contactaron con las principales organizaciones empresariales catalanas –Foment del Treball, Pimec y la Cambra de Comerç– para defender la opa al Sabadell, sin convencerlos. Al cabo de tres días, el consejo de administración del banco que preside Josep Oliu rechazó la operación. Ahora es el propio Torres quien va a mantener varias reuniones para exponer sus planes.
El BBVA tiene un Consejo Asesor Regional (CAR) en Catalunya, que preside Ignacio Ferrero Jordi (Idilia Foods) y está integrado por destacados directivos y miembros de estirpes empresariales catalanas, como José Luis Bonet Ferrer (Presidente de honor de Freixenet y presidente de la Cámara de Comercio de España), Raúl Díaz-Varela Bertschulnder (CEO de la farmacéutica Kern Pharma), Oriol Guixà Arderiu (presidente del grupo siderúrgico La Farga y de Femcat), Amancio López Seijas (Hotusa), Manuel Puig Rocha (vicepresidente de Puig), Joan Roca Fontané (copropietario del grupo de restauración El Celler de Can Roca), Blanca Sorigué Borrell (directora general del Consorcio de la Zona Franca de Barcelona) o Josep Vall Esquerda (presidente del grupo Vall Companys), entre otros.
Catalunya, en bloque contra la opa
El mundo empresarial catalán en bloque se ha manifestado en contra de la opa hostil del BBVA al Sabadell. Foment del Treball, Pimec y la Cambra de Comerç de Barcelona han expresado su oposición frontal por el hecho que vaya a desaparecer una entidad catalana y que, además, es de las que trabaja más con las empresas. La reducción de la competencia tampoco les hace ninguna gracia.
“No es que estemos en contra del BBVA, pero no vemos con buenos ojos esta operación por lo que representa para el tejido industrial catalán. Ya sufrimos mucho con la desaparición de las cajas y ahora sería más de lo mismo, al pasar de cuatro a tres grandes bancos”, explica un relevante empresario.
De hecho, la semana pasada, Josep Oliu y César González-Bueno estuvieron muy presentes en la reunión del Cercle d’Economia, a la que no solo asistieron muchos empresarios sino también políticos, así como el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El apoyo del Gobierno quedó más que claro, con el ministro resaltando que estaban en contra y que tratarían de evitar la fusión. Todo el Cercle, como símbolo de la sociedad civil catalana, dio calor a la cúpula del Sabadell, que desplegó a más de una decena de directivos en el evento.
Torres sabe, pues, que tiene en la opinión pública y la sociedad civil catalanas dos huesos duros de roer y que se los tiene que trabajar si quiere allanar el camino hacia el éxito de la operación. No tanto porque salga o no la opa, que en buena medida depende de los accionistas institucionales, que tienen cerca del 60%, y que son en su gran mayoría extranjeros, sino porque con menos oposición en Catalunya, la presión social e incluso política se reduciría. A nivel político, no es que los partidos catalanes coincidan en contra de la opa, es que hasta Feijóo ha mostrado sus reservas.
El BBVA ha convocado esta semana la junta, para el 5 de julio, en la que sus accionistas deberán aprobar la ampliación de capital para hacer frente a la opa hostil, que se pagará con acciones, a razón de 1 del BBVA por cada 4,83 del Sabadell. La ecuación de canje, que inicialmente ofrecía una prima del 30%, ha ido quedando reducida con la subida en bolsa del Sabadell, combinada con la bajada del BBVA.
De hecho, según muchos analistas, esto indica que los inversores no compran la opa. Un informe de Alantra al que ha tenido acceso ON ECONOMIA advierte que la prima ha quedado en solo un 6,4% y, de hecho, ambos bancos juntos valen hoy un 6% menos que antes de que se conociese la oferta del BBVA sobre el Sabadell. Por ello, el banco de inversión español explica que la entidad que preside Torres se va a centrar en los inversores institucionales, que controlan cerca del 60% de las acciones, y se ha olvidado de los minoristas. De hecho, el CEO del BBVA, Onur Genç, tiene su particular gira, pero en su caso entre los inversores y el jueves 6 tiene una reunión con analistas.