El traslado de Ferrovial a Países Bajos viene siendo uno de los puntos de fricción del Gobierno de España. Pese a que el Ejecutivo estatal envió una carta a la constructora especificándoles que se puede tener una cotización en Bolsa dual (tanto en Estados Unidos como en España), la compañía presidida por Del Pino respondió, a través de otra carta, alegando la inexistencia de casos en los que una firma española cotice tanto en el parqué madrileño como en Wall Street. Así, y atendiendo a que Ferrovial ha recalcado que mantiene su idea de trasladar su sede social del país ibérico a Países Bajos, el Gobierno español ha optado por informar de “la verdad” de este traslado.

Tal y como ha asegurado este miércoles el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, los accionistas de la constructora “tienen derecho a conocer la verdad” y a tomar una decisión “informada” en la junta de accionistas, la cual se celebra mañana y en ella se decidirá si finalmente Ferrovial lleva a cabo la fusión con su filial neerlandesa o, al contrario, se mantiene en España.

Ferrovial niega que el traslado tenga ventajas fiscales

Desde que Rafael del Pino dio a conocer las intenciones de la compañía que preside, esta ha recibido un aluvión de críticas por parte del Ejecutivo estatal. Pese a que el Gobierno de Sánchez ha informado de que la empresa puede cotizar en el mercado de valores de Estados Unidos estando en España, Ferrovial mantiene la idea de trasladarse a Países Bajos, puesto que esto podría traer varios beneficios económicos a la empresa.

El Ejecutivo español también ha aludido a los potenciales beneficios fiscales que la compañía tendría con el traslado al país neerlandés, algo que, Francisco Polo, portavoz de Ferrovial, se encargó de desmentir durante la jornada de ayer en una intervención en Onda Cero, explicando que la empresa tiene “razones económicas sobradas” por las que llevar a cabo la ‘mudanza’.

El Gobierno quiere arrojar luz a las ventajas e inconvenientes del traslado

Este miércoles, Bolaños ha insistido en que los accionistas deben saber de las ventajas y de los inconvenientes de las decisiones que adopten. Estas palabras se dan después de que el fondo soberano de Noruega haya cambiado su voto durante la jornada de hoy, cuando ayer se opuso públicamente a la salida de Ferrovial de España. Además de ello, las palabras del titular de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática se dan a escasas 24 horas de que se celebre la junta de accionistas de la compañía.

“Los accionistas de Ferrovial tienen todo el derecho a situar la sede de su compañía dónde deseen, pero también tienen todo el derecho a conocer la verdad”, ha expresado Félix Bolaños. Las palabras del representante del Gobierno de España van alineadas con las escritas en la carta que el secretario de Estado de Economía, Gonzalo García Andrés, envió ayer a Ferrovial. El Ejecutivo estatal pidió a la constructora que informase a los accionistas durante la junta de que existe la posibilidad de cotizar en el mercado de valores estadounidense, permaneciendo en España. Esta idea está refrendada por Bolsas y Mercados Españoles (BME) y por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), quienes también han dado “información relevante porque los accionistas han de tomar una decisión informada, conociendo la realidad y la verdad de las cuestiones que tienen que decidir en esa junta”.

El quid de la cuestión reside en que Ferrovial cree que, al no haber precedentes de empresas españoles que tengan una cotización dual tanto en España como en Estados Unidos, el salto a la Bolsa de Ámsterdam le acerca a su objetivo final, que es debutar en Wall Street. La constructora insiste en que detrás de esta operación no hay ninguna pretensión de buscar ventajas fiscales, sino crecimiento económico.

Ferrovial trata de alejar a los accionistas de injerencias externas

La firma liderada por Rafael del Pino ha reconocido que nunca había ocurrido nada similar en ninguna otra cita con los accionistas. Además de ello, Ferrovial ha explicado que siempre intenta prepararse para que estas juntas se desarrollen con sosiego y calma, alejando a los accionistas de las injerencias externas. Pese a ello, el traslado de sede social de España a Países Bajos se ha convertido en una de las tareas del Gobierno de España.

La compañía, aun con sede en Madrid, recuerda que ha puesto a disposición de sus accionistas la documentación relativa a la junta, además de otros documentos previstos en las recomendaciones de buen gobierno corporativo.

La piedra está sobre el tejado de los accionistas de Ferrovial, quienes serán los que deciden si finalmente la empresa se ‘muda’ a Países Bajos o, al contrario, se quedan en España, tal y como pretende el Gobierno estatal. El Ejecutivo liderado por Sánchez juega su última carta, tratando de hacer ver a los accionistas que el objetivo de Ferrovial de cotizar en Wall Street también puede lograrse permaneciendo en el país ibérico.