José Ignacio Goirigolzarri Tellaeche (Bilbao, 1954) se despide de la banca. El presidente de CaixaBank presentaba este miércoles su cese ante el consejo de administración del banco catalán tras cuatro años al frente de la entidad (desde la absorción de Bankia) y después de casi 50 años ligado al sector financiero.

El banquero ya se retiró a los 55 años, cuando estaba en BBVA, pero su descanso fue breve y volvió al ruedo apenas dos años después, en 2012, para reconducir la situación de Bankia. En BBVA fue consejero delegado casi ocho años, entre 2001 y 2009. Tras unos años de retiro y ya liberado de la cláusula de no competencia con BBVA se le propuso asumir la presidencia de Bankia en un momento complicado para la entidad, que tuvo que ser intervenido en medio de la crisis económica por su alta exposición al sector inmobiliario y su elevada morosidad.

Goirigolzarri, que estaba centrado en la promoción del emprendimiento en Latinoamérica y en sus clases de filosofía, recibió primero la llamada del entonces presidente de Bankia, Rodrigo Rato, y después del ministro de Economía, Luis de Guindos, para sanear la entidad. Un reto que acabó aceptando “por responsabilidad social”, según ha explicado en varias ocasiones, ya que económicamente su futuro estaba resuelto con la indemnización de BBVA y un millonario plan de pensiones.

En Bankia permaneció casi una década, hasta la fusión con CaixaBank. Durante su etapa en la entidad madrileña llevó a cabo un importante plan de saneamiento y reestructuración, pero se encargó también de limpiar su imagen, muy afectada por los problemas de la salida a Bolsa y las tarjetas black, entre otros asuntos. Incluso popularizó las corbatas verdes (que era el color corporativo) entre todos los trabajadores, él incluido. 

En pocos años, Bankia pasó de ser considerada como uno de los mayores problemas del sistema financiero europeo a convertirse en una entidad rentable. Y lo hizo con Goirigolzarri al frente, uno de los banqueros de más prestigio del sistema financiero español. Admirado por todas las personas que han trabajado con él, quienes destacan su apego a la plantilla y que es un banquero "de los de verdad", al que le gusta pisar las oficinas y estar en el terreno.

José Ignacio Goirigolzarri durante su etapa en Bankia. EP
José Ignacio Goirigolzarri durante su etapa en Bankia. EP

Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Comercial de Deusto y Diplomado en Finanzas y Planificación Estratégica por la Universidad de Leeds (UK), el bilbaíno inició su trayectoria profesional como profesor de la Universidad Comercial de Deusto, en el Área de Planificación Estratégica (1977-1979).

Fue en 1977 cuando ingresó en el Banco de Bilbao, pasando a formar parte del Comité de Dirección de BBV, siendo responsable de banca comercial en España y de las operaciones Latinoamericanas en 1994. Siete años después, fue nombrado consejero delegado del Grupo BBVA. Un periodo en el que también pasó por los consejos de BBVA Bancomer en México, Citic Bank en China y CIFH en Hong Kong. Y en el fue vicepresidente de Telefónica y Repsol. Finalmente, acabó abandonando la entidad en 2009 por discrepancias con el entonces presidente del BBVA, Francisco González.

Goirigolzarri tiene un perfil serio y no se mete en líos. En todas sus apariciones públicas, ya fuera en BBVA, en Bankia o en CaixaBank, se ha mostrado siempre muy prudente. En la etapa actual, de hecho, asume un papel más didáctico y explicativo, que por ejemplo Gonzalo Gortázar, el consejero delegado de CaixaBank.

Pero a pesar de su talante y serenidad, “Gori”, también es capaz de despertar las risas del público y recurre a la broma cuando es necesario. Uno de los momentos más recordados por los periodistas fue el de la última rueda de prensa de Bankia, celebrada en enero de 2020, en la que tuvo que recurrir al “tra tra” de Rosalía para salir del juego de palabras en el que se la había metido.

José Ignacio Goirigolzarri en su etapa BBVA. EP
José Ignacio Goirigolzarri en su etapa BBVA. EP

Goirigolzarri renuncia a todas sus funciones en el grupo CaixaBank

La sorpresiva renuncia de Goirigolzarri como presidente de CaixaBank afectará a todas sus funciones en el grupo. “Se desvincula voluntariamente también de las responsabilidades que ocupaba en el Grupo CaixaBank”, ha explicado la entidad en un comunicado este miércoles.

Goirigolzarri forma parte actualmente del consejo de unas 27 empresas, según figura en la memoria anual de CaixaBank, aunque solo recibe remuneración de CECA (la patronal de las excajas de ahorro) donde es vicepresidente, además del banco que preside.

Pero también es presidente de FEDEA, vicepresidente de COTEC, vicepresidente de la Fundación FAD, presidente de Deusto Business School y presidente de CaixaBank Dualiza, entre otros cargos.

El presidente podría recibir indemnización

Aunque la renuncia es voluntaria, el banquero vasco podría recibir una indemnización por parte de CaixaBank, donde ha sido presidente ejecutivo casi cuatro años. Según se desprende del informe de remuneraciones del banco, los consejeros ejecutivos “en caso de cese no debido al incumplimiento de sus funciones, podrán tener derecho a una indemnización”.

De hecho, los pagos por resolución o extinción de los contratos del presidente y del consejero delegado, incluyen una indemnización en caso de cese o extinción de la relación en determinados supuestos, además del pacto de no competencia poscontractual.

La remuneración, eso sí, no puede superar el importe equivalente a dos años de la retribución total anual de cada uno de ellos. José Ignacio Goirigolzarri recibió una retribución de 2,25 millones de euros en un 2023.