Ceras Roura hace un producto de calidad e innovador que llegó un punto en que la gran distribución no valoraba y los márgenes eran cada vez más reducidos, y teníamos dos opciones: o hacíamos un cambio de rumbo o nos asomábamos al cierre". Así de categórico es Miquel Roura, consejero delegado de Ceras Roura, cuando explica la etapa más reciente de la marca de velas de Figueres (Girona).
Miquel Roura se remonta a finales de 2022 cuando la familia Roura, con él al frente de la dirección ejecutiva, tomó la decisión de diseñar, fabricar y distribuir "velas de más categoría" para realzar la calidad de sus productos. Una calidad que los ha conducido, por ejemplo, hasta diseñar y producir velas perfumadas para la marca de lujo Loewe, que se venden a casi 400 euros.
Las velas de Ceras Roura "transmiten perfumes y sensaciones" y mejorando y sofisticando su elaboración y la presentación final dieron pie al lanzamiento de cuatro nuevas colecciones en la Feria Ambiente, en enero de 2023, a Frankfurt (Alemania).
Las colecciones constan de diferentes tamaños y presentaciones de velas -complementadas cada una con el correspondiente ambientador Mikado-. Son productos que incorporan innovadoras formulaciones con ceras vegetales que son más cremosas, perfumes más refinados, envases de porcelana o de cerámica, envoltorios de cartón reciclado... estos fueron algunos de los elementos que escogió el equipo interno de Ceras Roura para el desarrollo de los nuevos productos. Colecciones como Winter Seduction, cuya carta de presentación en la Feria Ambiente dice: 'colección inspirada en la calidez del hogar durante las frías tardes de invierno, aportando paz y evocando momentos agradables. Estas fragancias te ayudarán a hacer frente a los días cortos y a las largas noches de invierno, dejando que la naturaleza del invierno entre en tu casa'.
Colecciones de alto valor añadido
Estas colecciones y la feria de Frankfurt "nos abrieron las puertas a cadenas de decoración e interiorismo de alcance internacional", especialmente en Europa, "porque en España este segmento todavía no es lo bastante maduro para conseguir una masa de consumidores dispuestos a entender que se puede pagar 15 o 25 euros por una vela". Los países del norte de Europa, Estados Unidos, Canadá, Inglaterra son mercados donde "el uso de las velas está más arraigado y se hace prácticamente un uso diario; aquí eso todavía no pasa", a manifiesta Miquel Roura. No obstante, en España también se posicionan con "gran aceptación" en establecimientos o cadenas de tiendas destinadas a la decoración y el interiorismo, o la jardinería.
Con más de un año de trayectoria con estas colecciones, "la gran aceptación que han tenido nos hace prever que en tres años la facturación que proviene de las ventas al exterior pasará del 30% actual al 50%, para llegar a alcanzar el 70% dentro de 10 años", concreta Roura. Sin querer criminalizar la gran distribución, el director de Ceras Roura explica que, a finales del 2022, los números no salían. La gran distribución los aportaba mucho volumen; sin embargo, "cada vez nos ajustaban más los márgenes" y eso, coincidiendo con "unos años con un gran incremento de los costes de producción, no veíamos garantías de futuro". "Un supermercado nos puede pagar por una vela entre 0,40 y 0,80 euros, para ellos venderla en torno a los 2 euros", especifica.
Por lo tanto, pensando en el 2022 que tenían una facturación de 14 millones y que sería un año con cierre negativo, Ceras Roura ha aumentado la rentabilidad y ha sostenido la facturación. Miquel Roura reitera que un negocio no se sostiene solo por la facturación. "No es lo más importante en una empresa, lo que hace falta es hacer caja", y en el 2024 han facturado 14 millones, "pero ganando un 12%". "Hemos hecho bien las cosas; hemos estado más eficientes en producción y las nuevas líneas nos dan más margen, aunque las tiradas sean más cortas," explica. Los objetivos que se han fijado en Ceras Roura es llegar a márgenes del 20% y facturar 17 o 20 millones, en el 2030. Uno de los focos para conseguirlo será potenciar el mercado americano, que tiene muy potencial de crecimiento y para el cual tienen oficina en Nueva York; y abrir nuevos mercados, como han hecho en el 2024 con México y con la elección de un distribuidor en Islandia.
De la liturgia a 'Los Tudor'
El año pasado hizo 112 años que el mosén Sebastià Roura Casadevall pensó que se podría abrir camino a la industria de la cerería elaborando velas para la liturgia, y preguntó ayuda a su hermano, Genís Roura, a quién finalmente trasladó la fabricación. Con el paso de los años, la estirpe de los Roura y su dedicación a la cerería los ha convertido en una marca en lo referente a España y a Europa. La dirección de la compañía recae en Miquel Roura, que junto con su hermana Xènia -responsable del departamento de compras- son la quinta generación de la familia Roura. Su padre Xavier Roura también pisa la empresa cada día.
El director general de Ceras Roura argumenta que la fábrica de Figueres (Girona) puede sostener el crecimiento futuro. Actualmente, elaboran unas 600 referencias de producto, con un volumen importante. En la fábrica trabajan 45 personas y se fabrican entre 5.000 y 8.000 velas la hora.
Las instalaciones de 15.000 metros cuadrados permite almacenar más materias primas y hacer tiradas largas de producción para ser más eficientes, y también disponen de la maquinaria tecnológicamente adecuada para tener flexibilidad en el cambio de la fabricación. Es un centro fabril que se construyó a finales de los años 90 del siglo pasado, después de que un incendio destruyera la histórica fábrica de la marca.
"Fue una inversión importante porque nos quisimos dotar de maquinaria de última tecnología que ya diera respuesta a las necesidades del mercado y para salir de los productos más tradicionales y entrar en las velas perfumadas y de decoración", explica Miquel Roura. La maquinaria es tan potente que pueden producir 200.000 velas cada día.
Y es con esta tecnología y la experiencia que tienen lo que los condujo hasta las grandes productoras de series como Juego de Tronos, Los Tudor o Vikingos que les encargaron las velas que tenían que salir a muchas de las escenas, "porque querían un color muy concreto que diera la imagen de una vela antigua, que hiciera mucha llama y que, por lo tanto, gotee mucho y haga bastantes lágrimas".
El último atrevimiento que se han permitido ha sido abrir una tienda física en el centro de Girona. Es trata de un establecimiento que regentaba una prima del padre de Miquel Roura que, en edad de jubilación, no tenía continuidad. Una vez remodelada y con muchos de los productos de Ceras Roura "vemos que es una gran herramienta para captar la cual quiere el cliente, los colores, los perfumes, los usos que más interesan... un buen lugar para testear las tendencias del mercado". Pero ahora mismo no se plantean abrir ningún establecimiento más.