Responsables del departamento de Empresa i Treball de la Generalitat y del Servei d'Ocupació de Catalunya (SOC) se han reunido este miércoles con los miembros del comité de empresa y los delegados sindicales con representación en la compañía Leventon, perteneciente a la multinacional catalana Werfen. Leventon se dedica a la fabricación de dispositivos médicos de un solo uso centrados en la terapia de infusión como negocio principal, que se destinan a pacientes con problemas oncológicos, curas paliativas, terapias diversas con antibióticos, entre otros, por ello los centros hospitalarios son sus principales clientes.
La empresa informó a los trabajadores, a finales de junio, que aplicaría un expediente de regulación de empleo (ERE) para 121 empleados, el 94% de la plantilla, acogiéndose a causas organizativas y productivas por el cierre de las dos líneas de fabricación de bombas de infusión de fármacos que mantenía en la planta de Sant Esteve Sesrovires (Barcelona). La tercera línea de negocio de la compañía, los respiradores, ya se fabrica en Turquía. En la reunión entre el comité y la administración, los trabajadores han sido informados de la labor que pueden llevar a cabo las empresas de recolocación en caso de que el expediente salga adelante.
No obstante, los trabajadores reclaman un plan industrial de futuro que permita garantizar la continuidad de la actividad industrial y de los puestos de trabajo, con la implementación de otras líneas de productos que se ajusten a las necesidades del mercado si, como defiende la empresa, la fabricación de bombas de infusión de fármacos ha dejado de ser un negocio rentable, ante la aparición de productos más competitivos en el sector de la salud hospitalaria.
La dirección de la empresa suscribe que la decisión es causada por "la discontinuación de la fabricación de sus productos para la infusión intravenosa de un solo uso y que quedará abierta para una actividad menor", según fuentes consultadas por ON ECONOMIA. Esta actividad a que hacen referencia corresponde a las 7 personas que mantendrán el trabajo para gestionar los productos que provienen de Turquía y que después se tienen que comercializar y distribuir, según los sindicatos. La compañía exporta sus productos además de 56 países.
Una plantilla mayoritariamente de mujeres
El sindicato CCOO ha alertado de que los despidos afectarán a una plantilla formada por trabajadores entre 42 y 62 años, mayoritariamente mujeres, con la complejidad que eso supone a la hora de buscar una nueva colocación al mercado de trabajo. Por eso, reclaman a la multinacional Werfen que "dada la dimensión del grupo, que tiene varias compañías también vinculadas a la fabricación de soluciones para la medicina hospitalaria, facilite la recolocación en otro trabajo". El grupo Werfen, que pertenece a una de las ramas de la familia Rubiralta, ha registrado un incremento de las ventas del 14% en el 2023 hasta los 2.106 millones de euros y tiene más de 7.000 empleados por todo el mundo.
En concreto, los sindicatos proponen la incorporación de una parte de los trabajadores a la compañía Sunrise Technologies que está ubicada en la misma nave industrial de Leventon y que se dedica a la fabricación de material médico. "Se tiene que intentar buscar alternativas y con esta quizás lo podrían salvar una docena de puestos de trabajo", asegura Ángel Fuentes, del equipo de Atención Sindical de CCOO de Industria del Baix Llobregat, Alt Penedès, Anoia y Garraf.
También han puesto sobre la mesa de negociación, en la primera reunión que mantuvieron la semana pasada con la dirección de Leventon, que la planta de Sant Esteve Sesrovires asuma producción de otras compañías del grupo, o que en lugar de abandonar la producción de las bombas de infusión de fármacos, se rediseñe el producto para hacerlo competitivo y rentable.
Instalaciones estrenadas a finales de 2020
Las naves donde trabajan Leventon y Sunrise Technologies se inauguraron a finales de 2020, después de que Werfen alquilas los espacios al promotor logístico Goodman, con una inversión de 14 millones de euros. Situadas en el polígono Can Margarit de la localidad, supusieron uno el salto cualitativo muy importante, porque además de ampliar la capacidad productiva, incorporaron nuevas tecnologías que "sin duda contribuirán a consolidar nuestro crecimiento futuro", defendió en su momento la dirección del grupo y de Werfen. Se trataba de potenciar la fabricación de la bomba elastomérica DOSI-FUSER y del regulador de caudal DOSI-FLOW y otros productos; los productos que ahora se dejarán de producir.