El crédito al consumo fue el único superviviente en 2023. Mientras las hipotecas se hundieron un 18% en el último año dado el contexto de fuertes subidas de tipos de interés y aumento del euríbor, la financiación para consumir no paró, de hecho, creció un 3% respecto a 2022. La inflación se comió parte del ahorro de las familias o simplemente redujo su poder adquisitivo, así que muchas recurrieron a un préstamo para hacer una reforma en casa, comprar un vehículo o reunificar deudas. El importe medio fue de 10.000 euros y los plazos para devolverlo se sitúan entre 60 y 72 meses de media, según datos de Fintonic.
Sin embargo, los grandes bancos decidieron evitar el riesgo endureciendo más las condiciones para prestar dinero. Así, los negocios de financiación al consumo de entidades como CaixaBank, Sabadell y Santander ganaron hasta un 70% menos durante en el último año.
La caída más significativa es la de Sabadell Consumer Finance, que en el último ejercicio obtuvo un beneficio de 5,2 millones aproximadamente frente a los casi 18 millones de 2022 y los más de 20,4 millones de 2021. Lo que supone una caída del 70% en un año y del 75% en dos.
La filial de consumo del Sabadell ofrece financiación en puntos de venta, como concesionarios de coches, clínicas dentales, agencias de viajes o comercios. El banco establece acuerdos de colaboración con distintos puntos de venta donde ofrecen un servicio y también el dinero. Por ejemplo, tiene un acuerdo con Mango para financiar las compras en este establecimiento.
Sin embargo, las continuas subidas de tipos de interés entre julio de 2022 y septiembre de 2023, que han llevado el precio del dinero desde el 0% hasta el 4,5%, han hecho que las entidades pongan más requisitos a la hora de prestar dinero para evitar riesgos, principalmente que se dispare la morosidad. En Sabadell Consumer Finance, por ejemplo, la tasa de mora es superior al 5,5%, muy por encima del 4,2% que presenta el banco a nivel grupo.
El contexto también ha propiciado que Sabadell traspase riesgos al mercado vendiendo las titulaciones de esos préstamos al consumo. Fuentes financieras confirman que la razón por la que cae la aportación de Sabadell Consumer Finance al grupo se debe principalmente al desembolso de la primera titulización el pasado mes de septiembre.
En concreto, SCF transfirió el riesgo de crédito de una cartera de préstamos de automóvil concedidos por esta filial por importe de 650 millones de euros. Por ello, aunque la actividad fue mayor y realizó 205.962 nuevas operaciones de financiación frente a las 196.023 operaciones de un año antes, la financiera ganó menos.
CaixaBank también gana un 70% menos con su financiera
En la misma línea, Telefónica Consumer Finance (TCF), que es la empresa de financiación al consumo que comparten Telefónica y CaixaBank, ha ganado un 71,6% menos en el último año. En concreto, el beneficio fue de 1,2 millones frente a los más de 4,3 millones de un año antes.
Desde ambas compañías explican que además del contexto de inflación (que ha encarecido los productos y reducido la demanda) y elevados tipos de interés (que hace que financiarse sea más caro), la disminución de la actividad de TCF responde “a un cambio de estrategia comercial por parte de Telefónica”.
Principalmente, porque la compañía ofrece a sus clientes otras alternativas a la venta, como el renting de dispositivos (ofrece dispositivos en régimen de alquiler). Asimismo, el grupo tiene otro acuerdo con CaixaBank para a su vez alquilar estos dispositivos (un modelo conocido como "rent to rent") con financiación.
Pero como financiarse ahora es más caro, las cuentas de 2023 muestran que el volumen de estas operaciones entre Telefónica y CaixaBank (fundamentalmente Telefónica Renting y CaixaBank Equipment Finance) ascendió a 393 millones de euros frente a los 405 millones de euros en 2022.
Santander también gana menos con sus financieras
Santander también ha ganado menos con sus negocios de financiación al consumo, tanto el que comparte con El Corte Inglés, como el propio del banco. Así, Financiera El Corte Inglés (donde el banco que preside Ana Botín controla un 51% y los grandes almacenes el 49% restante) obtuvo en 2023 su peor resultado en una década, en concreto, desde que firmaron la alianza en 2013.
En concreto, la financiera ganó 42 millones de euros en el último ejercicio, 41 millones en España y un millón en Portugal, los únicos dos mercados en los que opera la empresa textil. Lo que se traduce en un 30% menos de beneficio que en 2022.
Asimismo, el banco ha informado recientemente que Santander Consumer Finance (su negocio a nivel grupo) ganó el año pasado 1.321 millones en 2023 en todos los países donde opera, un 17,4% menos. Y que el motivo principal de esta caída fue la subida de tipos de interés y el endurecimiento de las condiciones del programa TLTRO del Banco Central Europeo, que supuso menos liquidez para las entidades y a un precio más elevado.