Grifols se enfrenta a su junta general de accionistas tras haber pasado meses de crisis bursátil y reputacional a raíz de los ataques del fondo Gotham City Research. La farmacéutica catalana llevará ante sus accionistas el próximo 14 de junio diversos puntos del día, entre los que se encuentran la remuneración del nuevo consejero delegado, Nacho Abia. Un sueldo que, para los principales proxy advisors o asesores de voto internacionales, no está justificado y para el que piden a los inversores que voten en contra.

Grifols defendió ante estos asesores de voto sus propuestas y la mayor parte de ellas cuentan con recomendaciones favorables, incluida la del nombramiento de Nacho Abia como CEO. No obstante, el paquete salarial del máximo directivo es el punto más polémico que ha llevado a recomendar a los accionistas rechazarlo.

Así lo considera las firmas estadounidenses ISS y Glass Lewis, que señalan en sus informes su disconformidad con la nueva política de remuneración para pagar al nuevo consejero delegado, que recibirá un generoso importe de 3,8 millones de euros anuales (2 millones en efectivo y 1,8 millones en acciones), más el pago de bienvenida o 'golden hello' de 1,5 millones de dólares, poco común España aunque habitual en Estados Unidos.

Un salario fijo "excesivo" y sin incentivos a largo plazo

Grifols asegura, según los informes de los proxies, que fijó el salario del nuevo CEO con la ayuda de asesores externos de referencia mundial, comparándolo con el sueldo medio de consejeros delegados de empresas del mismo sector en otros países, así como el de las compañías del IBEX 35. Un análisis que tiene en cuenta las cifras comprendidas entre 2018 y 2022 y que para Glass Lewis no es suficiente.

La firma indica que más de la mitad de las empresas homólogas comparadas por Grifols tienen su sede en Norteamérica, donde las remuneraciones a directivos suelen ser mucho más generosas que en Europa. Además, cree que, si bien Grifols tiene un alcance global de su negocio y que el nuevo CEO fue contratado en Estados Unidos, cuestiona la inclusión de algunas empresas de la lista "cuya capitalización de mercado supera con creces la de la empresa".

"Nos sigue preocupando el nivel, en particular de la parte fija, del paquete salarial del nuevo consejero delegado", destaca Glass Lewis. En este sentido, ISS también considera que se trata de un paquete salarial que "suscita gran preocupación" y es mayor del  recomendado. "El componente no basado en resultados de 3,8 millones de euros anuales parece excesivo en comparación con los estándares del mercado", destaca el proxy

Por otro lado, Abia también tiene derecho a una prima variable por objetivos a corto plazo que podrá ser equivalente a entre el 60% y el 90% de su remuneración fija anual. Sin embargo, no cuenta con una prima que se alinee con los objetivos a largo plazo de Grifols, que asegura que no ha podido incluirla por "las limitaciones de tiempo y la necesidad de incorporar a Nacho Abia lo antes posible". Situación por la que Abia no tendrá incentivos a largo plazo, al menos hasta que no renueve su contrato de tres años.

Si bien la empresa de hemoderivados tiene previsto implementar mejoras en este aspecto a futuro, los proxys señalan su ausencia actual. "Observamos que la retribución del nuevo CEO no incluye incentivos a largo plazo que vinculen su salario a los resultados a largo plazo de la empresa", destaca Glass Lewis, que considera que "se aleja de las mejores prácticas"

La abultada indemnización que podría llevarse Abia

Más allá del salario fijo y variable, al montante total hay que sumarle los potenciales ingresos por indemnización en caso de que Abia fuera cesado antes de cumplir tres años en Grifols. De darse esta situación, podría cobrar todos los pagos pendientes hasta el final del período por el que se le ha contratado más el importe inicial. Las firmas que asesoran a los accionistas consideran que las indemnizaciones por despido tendrían que tener un tope de dos años de remuneración total y en este caso es superior.

ISS explica que las posibles indemnizaciones por despido "también son problemáticas", mientras que Glass Lewis indica que, "aunque reconocemos que las indemnizaciones mencionadas sólo se devengarán en caso de que la empresa rescinda unilateralmente el acuerdo contractual, nos sigue preocupando que el posible pago exceda las recomendaciones de buenas prácticas".  Por todo ello, recomiendan el voto en contra de la remuneración de Nacho Abia al frente de Grifols.

"Los cambios propuestos en la política de remuneración no merecen apoyo debido al problemático paquete salarial del nuevo consejero delegado", concluye ISS. Por su parte, los analistas de Glass Lewis muestran su preocupación por "la estructura general" de la política de remuneraciones, "que actualmente contiene un plan de incentivos a largo plazo que se aparta de las mejores prácticas, potenciales acuerdos de indemnización excesivos y una remuneración por encima del mercado para el consejero delegado". La estrategia que no está "suficientemente alineada" con los mejores intereses para los accionistas.

Rechazan los pagos a Mayer y a Víctor Grífols Roura

El segundo punto del orden del día que rechazan ambas firmas es el del informe de remuneraciones del año anterior, aunque es meramente consultivo y no vinculante. De este modo, tanto ISS como Glass Lewis piden votar en contra del pago de cinco millones de euros que recibió el expresidente de la farmacéutica, Steven Mayer, como compensación por su salida, así como el pago cercano al millón de euros al presidente honorífico, Víctor Grífols Roura (sin funciones directivas en la empresa).

Tal y como explica ISS, "el importe de la entrega final a Mayer parece elevado y no va acompañado de suficiente información sobre las circunstancias que llevaron a ese pago". Mayer ejerció el cargo desde octubre de 2022 hasta febrero de 2023 y dimitió por motivos de salud y personales. Asimismo, recalca que también suscita preocupación "los excesivos honorarios" pagados Victor Grifols Roura. En su informe, Glass Lewis también señala que la estrategia de remuneración de la empresa no está alineada con los intereses de los accionistas y por ello pide el voto en contra.

Cabe destacar que un 38% de la junta ya se opuso en 2023 al informe de remuneración del ejercicio anterior. No obstante, la familia Grífols controla el 37% de los derechos de voto de la empresa, por lo que tienen más fácil sacar adelante las propuestas en la junta de accionistas. Pero la influencia de los dos asesores de voto puede provocar un porcentaje alto en contra de los dos puntos más polémicos que se acabe reflejado como un voto de protesta.