Grifols ha apartado a la familia de la gestión de la compañía, que pasará a estar dirigida en su totalidad por personas sin lazos de sangre con la familia fundadora. Raimon Grifols y Víctor Grifols Deu, ponen fin a sus responsabilidades ejecutivas y Thomas Glanzmann, hombre de la casa con casi dos décadas en el consejo de administración, deja su puesto como consejero delegado de la compañía, pasando a ostentar únicamente la presidencia ejecutiva. Nacho Abia tomará las riendas del negocio como nuevo consejero delegado el próximo 1 de abril.
El cambio supone el fin de una etapa para la farmacéutica catalana, completando su transformación del negocio familiar que comenzó como un pequeño laboratorio clínico a la gran multinacional que es hoy en día con presencia en 30 países. Si bien la compañía asegura que se trata de un proceso pensado e iniciado en 2022, los cambios en la cúpula de la compañía llegan tras el terremoto provocado por Gotham City Research, el fondo de inversión que acusa a Grifols de maquillar sus cuentas, y pone en duda las operaciones entre las sociedades controladas o participadas por la familia fundadora con la propia farmacéutica, como Scranton Enterprises.
Grifols ha denunciado al hedge fund por querer hundir su valor en el mercado para ganar dinero con su caída, mientras que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) investiga la veracidad de los hechos denunciados en el informe y al propio autor del informe por un posible abuso de mercado. Asimismo, los accionistas minoritarios también esperan una respuesta del regulador para llevar a cabo acciones legales en caso de que la empresa hubiera cometido alguna irregularidad.
Las actuaciones de cada una de las partes parecen indicar que el conflicto se prolongará de forma indeterminada, razón por la que la compañía podría haber acelerado su hoja de ruta hacia un nuevo gobierno corporativo sin control familiar para afrontar los siguientes acontecimientos. Pero, echando la vista atrás, los cambios directivos en la empresa de hemoderivados llevan años produciéndose hasta desembocar en la última decisión tomada por el consejo de administración.
Una desvinculación familiar "progresiva"
"Estos cambios forman parte de una estrategia de evolución del gobierno corporativo de Grifols, planificada desde hace tiempo y cuidadosamente diseñada, que Raimon Grifols y Víctor Grifols Deu iniciaron en 2022, junto con el consejo, para separar progresivamente la propiedad de la gestión de la compañía, estableciendo un nuevo estándar para las empresas familiares que cotizan en la Bolsa española", ha asegurado la empresa.
Raimon Grifols y Víctor Grifols Deu llevaban desde el año 2017 al frente de la compañía compartiendo el cargo de CEO. Un mandato que sucedió al de Víctor Grifols Roura, hermano y padre de ambos, respectivamente, que representan la tercera y la cuarta generación de la familia. No sería hasta 2022, superados los años más duros de la pandemia de la Covid-19, cuando se introdujo el cambio más significativo en el seno de la empresa: la compañía decidió otorgar la presidencia ejecutiva por primera vez en su historia a una persona sin vinculación familiar.
El encargado de llevar a cabo esta primera transición fue el norteamericano Steven Mayer, perteneciente al consejo de Grifols desde el año 2011, cuando la compañía adquirió Talecris. Sin embargo, la andadura de Mayer fue breve y, a penas cinco meses después de ser nombrado presidente, dimitió por "motivos de salud y otros motivos personales". Lo hacía tan solo seis días después de que la empresa anunciara un expediente de regulación de empleo (ERE) para dar salida a más de 2.000 trabajadores a nivel global.
Para poner en contexto, Mayer llegó a la compañía con el negocio del plasma, una de sus principales fuentes de ingresos, afectado por las consecuencias de la pandemia. Una situación que se sumó a otro de los principales problemas de Grifols, su abultada deuda. Actualmente, alcanza los 9.500 millones de euros, motivo por el cual confía en que la venta del 20% de Shanghai RAAS en China alivie sus cuentas rebajando el pasivo y el apalancamiento.
Tras la salida de Mayer, el siguiente en ocupar su cargo fue otra persona ajena a la familia, aunque con una amplia experiencia en la empresa. El consejo eligió a Thomas Glanzmann como presidente ejecutivo, manteniendo a Raimon y a Víctor como co CEO de la compañía. No obstante, poco después de asumir el puesto, Glanzmann también fue nombrado consejero delegado, relegando a Raimon y Víctor a puestos en la cúpula directiva de carácter más específico "para dar respuesta a las necesidades reales de la empresa".
Una nueva etapa llena de incertidumbre
El primero como Chief Corporate Officer (CCO) y el segundo como Chief Operating Officer (COO), todavía ostentando funciones ejecutivas. Así, en mayo de 2023, Raimon pasaba a centrarse en "optimizar el valor de las filiales y asociaciones corporativas de Grifols", mientras que Raimon se convirtió en el nuevo director de operaciones. Menos de un año después y una crisis reputacional mediante, Grifols completa su desvinculación familiar de las funciones ejecutivas de la compañía para abrir paso a una nueva etapa.
En cualquier caso, la familia catalana seguirá controlando la empresa a través de sus principales sociedades (Deria, Ponter Trade y Scranton Enterprises, participada en un 20% por la familia y en el punto de mira tras el informe), pero el rumbo del negocio recae ahora en la nueva cara visible de Grifols, Nacho Abia. El 28 de febrero será nombrado como CEO de la multinacional y a partir del 1 de marzo asumirá el cargo.
Abia tiene por delante diferentes retos que afrontará la compañía en los próximos meses y años, desde el conflicto abierto con Gotham y la operación de venta en China hasta la reducción de la abultada deuda y la recuperación de volumen de ingresos y beneficios. Recuperar la confianza de los inversores será uno de los objetivos clave de la compañía y una de las primeras tareas para el nuevo CEO.
Los resultados de los nueve primeros meses de 2023 registraron un descenso del 98% en sus ganancias respecto al mismo periodo del año anterior. No obstante, se espera que las cifras del acumulado anual supongan una mejora del negocio. La publicación será el próximo 29 de febrero.