La innovación en nuevos medicamentos a través del plasma (hemoderivados), para desarrollar medicamentos para tratar pacientes de todo el mundo con enfermedades crónicas y raras, es un mercado con perspectivas al alza en los próximos años. Ello sitúa a la farmacéutica Grifols, especializada en los hemoderivados, en una muy buena posición para incrementar el negocio global. Y para ello se está preparando con las inversiones planificadas para ampliar su capacidad de obtención y fragmentación de plasma, en concreto en Egipto y Canadá, con las que podrá pasar de 22 millones de litros de plasma actuales a unos 24,5 millones, a finales de 2026. En la actualidad, la mayor parte de los 22 millones de litros se obtienen en Estados Unidos, porque solamente 5 millones provienen de España y 3 millones de Alemania, donde Grifols compró la firma Biotest.

Los proyectos de Egipto, para 2025, y de Canadá, para 2026, que ya están en marcha para la obtención de plasma, implicarán la obtención de un millón de litros en Egipto y de 1,5 millones en Canadá. En ambos países se extenderá una red de centros de extracción, y posteriormente, se dispondrá de una planta de fragmentación. El proyecto de Canadá se inició en 2020, con una inversión prevista de más de 400 millones de dólares en su complejo productivo de Montreal, que incluye una planta de fraccionamiento de plasma y dos plantas de purificación. En estos momentos, en Canadá hay un centro de extracción abierto y la multinacional tiene un plan de expansión para otros cinco, inicialmente.

En octubre de 2021, con un acuerdo público-privado con el organismo del gobierno egipcio, la National Service Projects Organization (NSPO), Grifols inauguró el primer centro Egipto, para alcanzar la autosuficiencia y facilitará el acceso a los medicamentos plasmáticos en toda la región de Oriente Medio y África, así como en otros países. En 2023, ya son cinco los centros que tiene operativos y hace dos semanas entregó el primer lote de medicamentos con plasma donado en el país egipcio, pero hay que importarlo desde España y procesarlo en la planta del grupo en Parets del Vallès (Barcelona), para retornarlos a los hospitales egipcios con fármacos como albúmina, inmunoglobulinas y factores de coagulación.

Para la compañía, 2022 ha sido un año de inflexión en la obtención del nivel de plasma, después de los descensos del 20% en el volumen durante los dos años anteriores -influenciados por la crisis sanitaria de la pandemia- y en los que el coste de la obtención se incrementó un 40%. En cambio, en 2022, la obtención de plasma se elevó un 25%, especialmente en los centros de Estados Unidos, mientras que Europa se va recuperando también progresivamente. En el primer trimestre de 2023, el plasma recogido ha aumentado un 11%, una tendencia que la compañía espera consolidar a lo largo de los próximos meses. A la par, espera reducir el coste del precio por litro obtenido, que en el primer trimestre de 2023 ha bajado en un 15%. Cabe señalar que, en el principal mercado de abastecimiento de plasma, los Estados Unidos, los donantes tienen una compensación económica.

En este sentido, la compañía catalana espera con agrado la futura directiva de la Unión Europea, que fomentará la donación de plasma a través de remuneraciones, con los que compensarán los gastos en los que puedan incurrir los donantes. La obtención de plasma en Europa es muy reducida porque la donación es altruista, por lo que Grifols tiene que importar su primera materia de los Estados Unidos, con lo que sus costes se elevan y ser reducen los márgenes. Su red de extracción europea está formada por 90 centros. Además, en el último año, la situación financiera del grupo cotizado -con un 30% del capital en manos de la familia Grífols- ha requerido de un ajuste con el cierre de 25 de los 300 centros de extracción que poseía en Estados Unidos, a finales de 2021. En su conjunto, Grifols posee 390 centros y 920.000 donantes anuales.

Coincidiendo con la celebración este viernes de la junta general de accionistas del grupo, en Sant Cugat del Vallès (Barcelona), portavoces de la compañía han asegurado que el modelo de colaboración público-privada que han establecido en Egipto -una joint-venture con el 49% en manos de Grifols- es un buen modelo para replicar en otros países, y que lo están estudiando.

La innovación, un pilar de crecimiento

Con la primera materia asegurada y el giro del negocio -gracias a acciones para el ahorro de costes, el aumento de los recursos por las desinversiones planificadas y la reducción del endeudamiento-, Grifols se centrará en la innovación y lanzamiento de nuevos productos en las divisiones de Biopharma y Biotest. Biopharma, con el desarrollo de innovadores tratamientos plasmáticos y no plasmáticos, es una unidad de negocio con crecimiento sostenible en mercados como los Estados Unidos y China y que registrará una mejora de la rentabilidad gracias a la caída del coste por litro de plasma, a pesar de que la compañía reconoce que, debido a las tensiones inflacionistas a escala mundial, no volverá a los niveles de 2019. En esta línea, la compañía espera a incrementar ventas con el lanzamiento de Biotest Yimmugo, en Alemania.

Otro de los motores de crecimiento es el negocio de las pruebas del grupo sanguíneo con los que espera seguir ganando cuota de mercado mundial. Además del lanzamiento en Estados Unidos el primer test de venta directa i gratuita al consumidor para determinar el riesgo de deficiencia de alfa-1, una afectación que puede ocasionar la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y la enfermedad hepática (cirrosis).

A finales de 2022, a través de las diferentes divisiones, el grupo Grifols tenía en funcionamiento 29 proyectos de investigación -cuatro de ellos en Biotest y 6 ya en la tercera fase del proceso- para el lanzamiento de nuevos productos y tratamientos en las áreas de inmunología, neurología, neumología y hematología. “Tenemos una posición muy sólida en innovación que se transformará en una palanca de crecimiento a corto, medio y largo plazo”, destaco este viernes Víctor Grífols Deu, director de operaciones del grupo, tras la reordenación de la cúpula directiva de la multinacional catalana, que se ha profesionalizado.