Grifols no logra despejar todas las sombras contables y vuelve a ser cuestionada sobre su capacidad financiera. La farmacéutica catalana presentó el jueves los resultados correspondientes al ejercicio 2023, que han dejado dudas y certezas a partes iguales. Si bien la compañía batió récord de ingresos, aumentó su ebitda y su rentabilidad, los datos de deuda y de flujo de caja libre registrados a cierre de 2023 hacen dudar a los analistas sobre su solvencia económica.
La compañía aún mantiene un abultado pasivo de 9.420 millones de euros y una ratio de apalancamiento que, a pesar de la mejora, aún se encuentra en niveles elevados. Se trata de dos cuestiones que señaló Gotham City Research en su primer informe sobre el fabricante de plasma, al que acusaba de maquillar sus informes financieros para ocultar parte de su deuda y rebajar así el apalancamiento financiero.
Grifols ha mejorado en los últimos meses su flujo de caja libre, es decir, la cantidad de dinero en efectivo con la que cuenta para distribuir entre sus accionistas, realizar inversiones o reducir deuda, consiguiendo alcanzar los 120 millones de euros el segundo semestre de 2023. No obstante, el acumulado anual sigue siendo negativo, con un efectivo libre de -189 millones. Por lo que, pese a la mejora del tercer trimestre, no convence a los analistas.
"Acumula dos años consecutivos en el que ese mismo flujo de caja libre es negativo, por lo que no le vale con anotarse un buen trimestre, sino realizarlo de manera consistente si la compañía quiere reducir su endeudamiento de manera efectiva. Esta cifra era fundamental para acallar algunas dudas sobre la solvencia de la empresa, pero se seguirá poniendo el foco en ella en los próximos trimestres", destacan desde XTB.
El bróker afirma que este tipo de datos son fundamentales para una empresa "a quien se acusa de maquillaje contable, ya que los beneficios pueden 'ajustarse' contablemente, pero el flujo de caja presenta la imagen real de la compañía". En este sentido, la firma capitaneada por Daniel Yu que atacó a Grifols el pasado 9 de enero se ha pronunciado a través de la red social X (antigua Twitter) con un mensaje en tono irónico sobre los datos de flujos de caja libre que ha presentado Grifols.
Tras la presentación de resultados a los analistas y los mensajes de Gotham en redes, la cotizada aumentó su caída en el mercado y llegó a perder un 35% de su valor. Una situación en la que influyeron también otros factores, como el hecho de presentar unas cuentas sin auditar, aunque aseguró que KPMG presentará su informe auditado como tarde el próximo 8 de marzo, o un recorte del 71% en su beneficio neto. Además, uno de los miembros del consejo de administración, James Costos, no firmó el informe. La empresa señala que no estuvo presente en la reunión, pero no manifestó disconformidad con las cuentas.
La deuda, el principal problema para Grifols
Por otra parte, el apalancamiento, la proporción entre el endeudamiento de la empresa y su capital propio, todavía está en niveles altos. Grifols destacó haber reducido su ratio hasta las 6,3 veces. La multinacional cuenta que los ingresos procedentes de la venta del 20% de Shanghai RAAS al Grupo Haier, destinados íntegramente a amortizar deuda, rebajan la ratio de apalancamiento hasta las 5,4 veces. El objetivo de la empresa es alcanzar una ratio de 4 veces la deuda.
"Hay que recordar que esta métrica fue una de las señaladas por Gotham y que afirmaba que era mayor de la reportada. La compañía también explica que cuando se realice la venta de su filial en China, el apalancamiento se reducirá en 9 décimas. A pesar de ello, si la empresa no consigue generar caja de manera consistente, seguirá teniendo problemas con la deuda", señalan desde XTB.
De igual modo, subrayan que el endeudamiento "seguirá siendo elevado incluso con la venta efectiva de su filial china, por lo que la compañía sigue teniendo restos importantes". Por otra parte, el fabricante de plasma ha asegurado que ya tiene cerrada la refinanciación de 2025 para antes del próximo verano, ya que la compañía afronta vencimientos de deuda cercanos a los 3.000 millones de euros.
A la espera de la CNMV
La incertidumbre seguirá siendo la tónica en las próximas semanas, al menos hasta que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) publique su análisis definitivo sobre el caso. El presidente del organismo, Rodrigo Buenaventura, aseguró recientemente que necesitaban "unas semanas más" para analizar la documentación, ya que acababan de recibir esta semana nueva información requerida a Grifols, así como algunas aclaraciones al respecto.
En opinión de los analistas de Bankinter, "los resultados son secundarios hasta que a través de la información solicitada por la CNMV sobre sus cuentas tras el informe publicado en enero por Gotham City Research, se aclaren la estructura corporativa y los intereses cruzados con las partes vinculadas". Desde la compañía, se muestran satisfechos con su responsabilidad hacia el supervisor y le pasan el testigo a la CNMV.
"Hemos respondido en tiempo y forma a todas las preguntas que hemos recibido de la CNMV. Estamos aquí para cuando estén listos", aseguró el presidente de la compañía, Thomas Glanzmann, en la conferencia con analistas tras la presentación de resultados. Acompañado por el director financiero Alfredo Arroyo, el todavía director de operaciones, Víctor Grífols Deu, y la directora de relaciones con inversores, Nuria Pascual, trató de transmitir calma a los inversores y mostrar la nueva etapa de la compañía en cuanto a gobernanza.
De hecho, Glanzmann confirmó que se desligará de la dirección de Grifols en 2025, pasando a ejercer una presidencia no ejecutiva. Hasta entonces, trabajará mano a mano con el nuevo CEO, Nacho Abia, que asumirá el cargo el próximo 1 de abril. Tras el paso hacia un lado dado por Raimon Grífols y Víctor Grífols Deu de las funciones ejecutivas, la compañía desligará totalmente la gestión de la empresa de la familia fundadora. La desvinculación de Glanzmann supone completar la estrategia de forma definitiva, puesto que, a pesar de no ser parte de la familia, lleva casi dos décadas trabajando para Grifols y una estrecha relación.