Grifols se recupera del golpe de Gotham con una mejora de los resultados. La farmacéutica catalana elevó un 6,8% los ingresos en la primera mitad del año, hasta los 3.444 millones de euros, apoyada en el “crecimiento en todas las unidades de negocio”, destacó la compañía.

Gracias a ello, el ebitda se disparó un 22%, hasta los 791 millones, y el beneficio neto fue de 36 millones, cifra que hay que comparar con las pérdidas de 70 millones de hace un año por los costes de reestructuración. Sin contar los extraordinarios, tanto los de 2023 como los de 2024, el beneficio neto habría sido de 152 millones, más de cuatro veces más que el del primer semestre del año anterior.

La compañía de hemoderivados que preside Thomas Glanzmann ha estado en el ojo del huracán este mediodía, cuando la CNMV la ha suspendido de cotización para aclarar la contabilización de algunos activos. Grifols ha respondido que las cuentas de años anteriores han sido reexpresadas para recoger “incorrecciones”, algunas a petición de la CNMV y otras detectadas durante la auditoría, pero que se trata de cuestiones contables que no afectan ni al flujo de caja ni a la deuda ni a los resultados.

La acción de la empresa ha estado dos horas sin negociarse a los mercados hasta que, después de revisar la respuesta, la CNMV ha considerado que Grifols ha respondido satisfactoriamente a la información que le pedía. En el momento de la suspensión, unos minutos antes de las 3 de la tarde, las acciones de la catalana bajaban un 1,58%. A las 5 menos cuarto han vuelto a cotizar y seguían en rojo.

Los resultados han sido positivos, según la multinacional que dirige Nacho Abia, por el crecimiento de todos sus negocios. El de biopharma, el más importante para Grifols, facturó un 8,9% más en el primer semestre, gracias al crecimiento de la franquicia de inmunoglobulinas y al aumento de la demanda en regiones claves, como Estados Unidos y Europa. Las ventas de albúmina subieron un 12% en el segundo trimestre.

La facturación del área de diagnostic fue de 322 millones de euros, un 1,9% en términos comparables, mientras que la de bio supplies mejoró un 32%, hasta los 110 millones. El suministro de plasma se incrementó mientras que el precio del mismo frenó su bajada del primer trimestre.

Grifols mejora el flujo de caja y baja la deuda

Por lo que respecta a los indicadores financieros, Grifols destacó, por un lado, la generación de flujo de caja libre, que “sigue siendo una prioridad” para la compañía, como explicó Nacho Abia en la junta de accionistas de 2024. En el segundo trimestre, se situó en 57 millones de euros, lo que supuso “el inicio de la importante mejora secuencial prevista a lo largo del año”.

Por otro lado, también puso énfasis en la reducción de la deuda, que bajó a 5,5 veces el ebitda tras la venta del 20% de Shanghai RAAS por 1.800 millones de dólares, cerrada en junio. La deuda financiera neta se situó en 8.262 millones de euros.