Grifols sale al paso a las acusaciones de Gotham City, que denuncia una manipulación de las cuentas para ocultar deuda. El informe ha revolucionado la bolsa española y ha hecho caer a plomo las acciones de la farmacéutica catalana, que ha respondido con un comunicado esta mañana negándolo todo y atribuyendo intereses particulares a la firma. Por la tarde, ha emitido un segundo comunicado para echar por tierra los argumentos de Gotham y explica los cambios contables que la firma cuestiona con una premisa principal: todos son públicos, auditados y comunicados a la CNMV.
Las dudas arrancan de la compra de Haema y Biotest en 2018, por un total de 506 millones de dólares, por parte de Grifols. Poco después, la farmacéutica vendió las dos empresas por el mismo precio a Scranton, holding de parte de la familia Grífols y primer accionista de la propia Grifols. En esa operación, firmó un contrato de gestión de los activos de Haema y Biotest, que incluían 60 centros de plasma y 1,7 millones de litros de plasma, motivo por el cual consolida el negocio pese a no ser accionista de las mismas, algo que Gotham cuestiona.
El fondo tampoco ve con buenos ojos que la deuda de la compra de Haema y Biotest por Scranton no se impute a Grifols, a lo que la empresa que preside Thomas Glanzmann argumenta que es una financiación que logró Scranton por sus propios medios y sin participación de la farmacéutica, por lo que no debe imputarla en su pasivo. Grifols admite que tiene opciones de compra sobre las dos sociedades, pero defiende que no son obligaciones y que en caso de tener que ejecutarlas, cuenta con capacidad financiera para hacerlo.
"Ninguna información se puede considerar oculta"
Lo más llamativo, y que Grifols destaca en su comunicado, es que toda esta ordenación se fue comunicando desde 2018, se incluye en las cuentas públicas del grupo: “El tratamiento contable descrito en esta sección ha sido auditado por KPMG e informado al regulador español, y fue objeto de requerimiento de información por el mismo, el cual fue respondido por la compañía con fecha 14 de enero de 2019”.
De hecho, estos movimientos también fueron puestos en conocimiento de las autoridades en los Estados Unidos: “Todas y cada una de estas transacciones desde 2018 han sido registradas en los libros de la compañía y en sus cuentas públicas, tanto presentadas al regulador español como en el modelo 20-F presentado ante la SEC en Estados Unidos, por lo que no existe ninguna nueva información que se pueda considerar oculta”.
Por todo ello, Grifols “no entiende” la interpretación de Gotham City “a no ser que lo único que pretenda, como fondo cortoplacista que es, sea que baje la cotización de la acción para obtener beneficios”. De hecho, el lunes, el fondo apostó 34 millones de euros a corto contra Grifols, por lo que en un solo día ha ganado cerca de 10 millones.