Grifols no convence al mercado y se hunde un 34,93% este jueves, hasta los 7,5 euros por acción, valiendo menos que tras el ataque de Gotham. La farmacéutica catalana sufre un nuevo batacazo tras la presentación de los resultados anuales de 2023, que reflejan un recorte del 71% de su beneficio, hasta los 59 millones de euros, por los costes de reestructuración que llevó a cabo durante el ejercicio pasado.
La caída es mayor que la sufrida por la compañía el día de la publicación del informe de Gotham City Research, que acusaba al grupo de maquillaje contable para ocultar deuda y apalancamiento. En lo que va de año, Grifols ha perdido la mitad de su capitalización (-50,93%), que a cierre del mercado este jueves se sitúa en los 4.500 millones, lejos de los casi 10.000 con los que cerró el ejercicio pasado.
Las cuentas presentadas por Grifols no han sido auditadas aún por KPMG, cuyo informe entregará como fecha máxima el próximo 8 de marzo. Desde la cotizada señalan que se trata de una cuestión meramente administrativa y que la auditora "está tramitando los documentos de apoyo para el informe final de auditoría, lo que les ha llevado más tiempo del esperado".
Asimismo, el informe tampoco ha contado con la firma de uno de sus consejeros, el exembajador de Estados Unidos en España, James Costos. En el propio informe, Grifols explica que el motivo es la ausencia del miembro del consejo de administración en la reunión, pero que no ha mostrado disconformidad con el documento presentado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Tras la presentación de resultados, la compañía ha celebrado una conferencia con analistas para explicar las cuentas y atender a preguntas. En dicho encuentro, el actual presidente ejecutivo, Thomas Glanzmann, ha asegurado que dejará sus funciones ejecutivas en 2025, pero que hasta entonces trabajará mano a mano con el nuevo CEO, Nacho Abia, que asumirá el cargo el próximo 1 de abril.
Asimismo, el directivo ha confirmado, en línea con la estrategia de buena gobernanza que quieren transmitir al mercado, que dejarán de realizar operaciones con sociedades vinculadas. Este es uno de los puntos que más críticas ha recibido por parte del fondo de inversión capitaneado por Daniel Yu, que cuestionaba en su informe acusatorio las operaciones acometidas entre Grifols, sus filiales BPC y Haema y Scranton Enterprises, el 'holding' vinculado a la familia fundadora y que a su vez es uno de los máximos accionistas de Grifols.
La de hoy era una cita muy esperada por los inversores, después de semanas de máxima agitación bursátil por la publicación del polémico informe de Gotham el pasado 9 de enero. La compañía llegó a caer por aquel entonces un 25,9% en tan solo un día y acumuló una pérdida de valor cercana al 40% en la misma semana. No obstante, los diferentes movimientos de Grifols habían logrado aplacar la crisis parcialmente y recuperar buena parte de lo perdido.
De este modo, el acelerón en los cambios de gobierno corporativo para apartar a la familia fundadora de la gestión de la compañía, la confirmación de la venta del 20% de Shanghai RAAS a Haier Group para reducir la abultada deuda y las acciones legales anunciadas contra Gotham habían logrado calmar las aguas temporalmente. Una situación que se ha vuelto a invertir con las dudas que ha dejado por el camino la compañía este jueves.