Guinot Prunera sale de compras. La empresa barcelonesa de administración de fincas y gestión patrimonial de inmuebles adquirirá e integrará a otras firmas del sector con el objetivo de multiplicar por cuatro su volumen de negocio en seis años. “La actividad está muy atomizada y tiende hacia una concentración como consecuencia del proceso de transformación que está llevando a cabo por el avance tecnológico”, explica Marcel Prunera, presidente del grupo, en una entrevista con ON ECONOMIA.
Guinot Prunera ha llevado a cabo desde 2019 cinco adquisiciones y fusiones con competidoras como Newland, Vidal-Gomà o Parba, pero prepara más integraciones en los próximos años con el objetivo de ganar dimensión. “Continuaremos creciendo con adquisiciones y con la incorporación de nuevos inversores”, señala el directivo.
El grupo, que actualmente suma 150 empleados repartidos en doce oficinas en el mercado catalán, facturó nueve millones de euros el año pasado y tiene previsto alcanzar los 40 millones de euros en 2027. “Nuestros planes pasan por salir del mercado catalán y trabajar en toda España”, señala Prunera.
La empresa cuenta con tres áreas de actividad que se reparten a partes iguales el negocio: administración de fincas, asesoramiento para transacciones inmobiliarias y gestión de patrimonio en alquiler. Guinot Prunera gestiona 1.800 comunidades, mientras sus carteras suman doce mil activos inmobiliarios.
Guinot Prunera facturó nueve millones el año pasado y prevé alcanzar los 40 millones en 2027 gracias nuevas adquisiciones
Con más de cien años de antigüedad, Guinot nació en 1905 y Prunera en 1940 para fusionarse en 2009, entre los accionistas del actual grupo se encuentran miembros de las familias fundadoras, los Tomás y los Prunera, además de nuevos inversores y profesionales, como Francesc Solé, que ejerce de director de patrimonios, Fernando Conde, la familia Solano (antiguos propietarios de Restaura) o Joan Ignasi Cifré. El consejero delegado del grupo es Jordi Tomás.
“Necesitamos ofrecer un servicio diferente y más completo, más propio de la banca y de sus divisiones de wealth management, porque al final esto es lo que te pide quien tiene un patrimonio relevante”, puntualiza Prunera, que añade que este proceso exige una mayor dimensión y volumen, además de una gran profesionalización. “El mercado de viviendas tiene retos importantes y, entre ellos, el más destacado es la rehabilitación, porque el parque es muy antiguo y, además, ahora debe incorporar las medidas de eficiencia energética”, dice.
Finalmente, Prunera defiende el desarrollo de políticas públicas que promuevan la construcción de vivienda, algo que a su juicio no se da actualmente: “Necesitamos más oferta para que los precios bajen y también buenas conexiones de transporte público para el conjunto de los barrios”.
En este punto, considera que será importante el mercado de inversión en vivienda de alquiler, que está despertando el interés de los grandes grupos institucionales. “La vivienda en alquiler, el llamado build-to-rent, solo puede crecer en nuestro país”, afirma el directivo, que basa su argumento en el estilo de vida de las nuevas generaciones, donde “la movilidad es importante”, así como en los elevados precios de la vivienda en las grandes ciudades y el endurecimiento de las condiciones hipotecarias.