Hipra acaba de iniciar un ensayo clínico para evaluar la respuesta inmunológica de la vacuna que ha adaptado a las nuevas variantes del Covid-19. Este laboratorio catalán ha obtenido todas las autorizaciones –de las agencias del medicamento de España, de la UE e, incluso, de la OMS– para comercializar sus vacunas contra el coronavirus, pero, hasta ahora, solo ha conseguido colocar 3,2 millones de dosis al gobierno español, su único cliente.
La vacuna de refuerzo de Hipra se distribuyó el pasado verano a servicios sanitarios de toda España. No obstante, a los mayores de 60 años que se revacunan este otoño en los centros de atención primaria catalanes se les suministra, preferentemente, la dosis de Pfizer/BioNTech, según ha constatado este medio. De momento, la vacuna de Hipra no ha cumplido las expectativas comerciales –las ventas quedan muy lejos de la capacidad máxima de producción de 250 millones de dosis anuales– por las dudas sobre su adaptación a las nuevas variantes del virus y por la competencia de los gigantes mundiales que controlan este mercado. Pero Hipra no se ha rendido: continúa con los ensayos para adaptar su suero a las variantes que van surgiendo e, incluso, investigan una nueva vacuna para el virus respiratorio sincitial (VRS). Este causa bronquitis y neumonía, sobre todo en bebés y menores.
Hipra es un laboratorio con más de 50 años de experiencia en sanidad animal que durante la pandemia, hace tres años, entró por primera vez en la sanidad humana. En el 2020 se le encargaron de las pruebas PCR de los centros sanitarios de Girona. Entonces, sus técnicos consideraron que era factible conseguir la vacuna contra el Covid. Un año después adquirieron la startup biotecnológica GoodGut, fundada por la investigadora médica Mariona Serra-Pagès y que está especializa en test para el diagnóstico de enfermedades intestinales.
Segunda generación
Esta apuesta por la sanidad humana está liderada por la segunda generación de la familia Nogareda. Desde que relevó su padre en la presidencia en 2007, David Nogareda Estivill, de 58 años, ha impulsado la expansión internacional (cuentan con 50 filiales en el extranjero y presencia en un centenar de países), la concentración en el sector de las vacunas de animales de granja (hasta situarse en la sexta posición del ranking mundial) y, recientemente, la entrada en las vacunas humanas. No deja de ser curioso que un veterinario de formación, que está al frente de un consolidado grupo farmacéutico animal, se arriesgue con las vacunas para los humanos.
David Nogareda siempre se ha movido con discreción. No concede entrevistas a los medios de comunicación ni tiene actividad en las redes sociales. Hasta que anunciaron los preparativos de la vacuna del Covid, solo se podía localizar una fotografía suya, precisamente en compañía de Artur Mas, que correspondía a cuando el entonces presidente de la Generalitat inauguró en 2011 la nueva fábrica de Hipra en Amer (Girona). Desde entonces, han aparecido fotografías suyas con motivo de las dos visitas de Pedro Sánchez a estas instalaciones (en 2021 y 2023, imagen superior) y cuando, el año pasado, Pere Aragonès entregó la Creu de Sant Jordi a Hipra.
Si se busca, también se puede encontrar alguna fotografía suya en carreras de automóviles clásicos, una de sus pasiones. Ha disputado competiciones en Montecarlo o Le Mans (imagen sobre estas líneas) al volante de un Porsche 906 del año 1966. A pesar de su discreción, participa en actos públicos y en asociaciones empresariales. Una de estas es Femcat, de la que fue vicepresidente durante la etapa en que estuvo encabezada por Pau Relat.
De los cuatro hermanos Nogareda Estivill –David, Maria del Mar, Arnau y Milena-, los tres primeros ocupan cargos de alta dirección y forman parte del consejo de administración de Hipra en representación de sus respectivas patrimoniales: Clau de Safir (David), Clau de Rubí (Mar) y Clau d’Atzabeja (Arnau). Las fuentes consultadas precisan que Milena también trabaja para Hipra y que está en el capital, aunque no en el consejo, mediante la sociedad Clau de Maragda.
Maria del Mar Nogareda, de 57 años, ejerce de vicepresidenta y directora general de Hipra. Licenciada en Empresariales, su nombre aparece en decenas de filiales comerciales repartidas por todo el mundo. Es miembro de varias entidades gerundenses como el consejo asesor de la asociación empresarial Fòrum Carlemany o el Cercle de La Ciutat Invisible, punto de encuentro del mundo empresarial y cultural para potenciar el Festival Temporada Alta. También formó parte del patronato de la Fundación Princesa de Girona, que tiene como presidentes de honor el rey Felipe VI y a la princesa Leonor.
Arnau Nogareda también ejerce de vicepresidente y director general de Hipra. Miembro del patronato de la Fundació per la Creativació, entidad gerundense dedicada a fomentar la innovación entre las nuevas generaciones. Apasionado por el ciclismo.
El fundador
Su padre, Joan Nogareda Gifré (Olot, 1934), se mantiene como presidente de honor. Se licenció en Químicas (Universitat de Barcelona), Veterinaria y Farmacia (las dos últimas, por la Complutense). En compañía de su hermano Ernesto, de su cuñado Lluís Tremoleda (farmacéutico de Olot) y de Manuel Sobrino (técnico de laboratorio madrileño destinado en la comarca de la Garrotxa) constituyó Laboratorios Sobrino en 1954. El primer objetivo era producir un suero contra la peste porcina africana. Después pusieron en el mercado las primeras vacunas contra enfermedades de las aves.
A principios de la década de los setenta, abandona Laboratorios Sobrino, de la Vall de Bianya (Girona), que en las décadas posteriores pasó a estar controlado sucesivamente por la multinacional norteamericana Fort Dodge, Pfizer y, en la actualidad, por Zoetis.
A causa de las dificultades que ponía la administración franquista para constituir nuevas empresas farmacéuticas, Joan Nogareda adquirió en 1971 Laboratorios de Sanidad Veterinaria Hipra, una empresa madrileña que estaba a punto de la desaparición por sus dificultades económicas. Esta denominación, que se ha mantenido hasta la actualidad, surge de la combinación de las primeras sílabas de los apellidos de sus primeros propietarios, Hidalgo y Prado, veterinarios militares. Dos años después, en 1973, refundó Hipra en Amer con la participación de otros inversores. A principios de los noventa, cuando una parte de los accionistas plantea la venta a una multinacional del sector, Nogareda compra sus participaciones y se convierte en el accionista mayoritario. En 2007 cedió la presidencia a su hijo David.
Joan Nogareda Gifré es cofundador de la Asociación Nacional de Porcinocultura Científica (Anaporc) y fue director general de la International Pig Veterinary Society (1986-1988). Todavía es numerario de la Academia de Ciencias Veterinarias de Catalunya.
Además de tres hermanos Nogareda, en el consejo de administración han incorporado directivos de la misma compañía como Elia Torroella (vicepresidenta ejecutiva d'I+D) y consejeros independientes como Alfredo Bru (cofundador y primer ejecutivo del fondo de capital riesgo Sherpa, si bien esta firma no es socia) o Richard Rechter (exdirector general de Dogi, la actual Nextil, de la que también es consejero).
Hipra facturó el año pasado cerca de 397 millones de euros, un 14% más que el ejercicio anterior gracias al "buen comportamiento de la división de salud animal", según informó la compañía en julio pasado. Los beneficios se situaron en 55,7 millones, un 11% más, si bien el ebitda se redujo un 17% hasta los 70,3 millones de euros, precisamente por las inversiones en I+D para conseguir la vacuna del Covid. Según sus datos, invirtieron 83 millones de euros en esta vacuna y en la construcción de lo que se llamará Campus Hipra, en Aiguaviva (Gironès), que prevén que esté totalmente acabado en 2026. La venta de los 3,2 millones de dosis les aportará 31 millones de euros, que se contabilizarán en el ejercicio de este 2023. Pero, por el momento, esta vacuna no le ha reportado la rentabilidad esperada.