Han pasado 145 años desde el primer Barraquer que abrió un servicio hospitalario especializado en el cuidado de los ojos y 83 desde que se inauguró el Centro de Oftalmología Barraquer (COB), que siempre ha sido un referente mundial en este campo de la medicina. La quinta generación ya se ha incorporado al equipo médico y al comité de dirección de esta institución que sigue innovando, formando especialistas y, desde hace tres años, expandiéndose por el Oriente Medio y Norte de África.
Precisamente, en 2021 estrenaron el Barraquer Eye Hospital, en Dubái, su primer centro en el extranjero en colaboración con un socio local. Alberto Madrigal, subdirector general ejecutivo, precisa que la estrategia actual pasa por "consolidar este hospital como referente en oftalmología" para los pacientes del Oriente Medio. Eso les permite disponer de dos centros de referencia, uno en Barcelona y el otro en Dubái, que "coordinadamente dan un servicio altamente especializado" a sus pacientes internacionales.
Madrigal precisa que trabajan con diferentes instituciones y hospitales del Oriente Medio y Norte de África para establecer acuerdos de colaboración médica que les permiten valorar y atender los pacientes en sus países de origen. Si necesiten una atención más especializada, se les trata en los centros de Barcelona o Dubái.
Rafael Barraquer Compte señala que, desde que asumió la presidencia del COB en 2016, esta clínica ha estado en "constante evolución" para seguir atendiendo a los pacientes, "que vienen de todo el mundo". En estos últimos ocho años, han pasado por "desafíos" que han ido desde la digitalización total del centro a la crisis de la Covid-19, cuando suspendieron prácticamente los servicios con la excepción de las urgencias, que están abiertas las 24 horas de los 365 días del año.
Sobre los futuros retos, el presidente y director destaca la expansión de los servicios en otros países, además de los que ya mantiene relación, "con el fin de seguir ofreciendo oftalmología de primer nivel más allá de nuestras fronteras", la renovación de los espacios del edificio de Barcelona, y seguir formando oftalmólogos "lo más preparados posible, teniendo acceso a casos excepcionales y complicados en muchas ocasiones".
Añade que el departamento de investigación trabaja "incansablemente" con laboratorios de investigación que desarrollan fármacos, con los cuales colaboran en la comprobación de su viabilidad con pruebas a voluntarios. También son un centro de referencia para las pruebas con nuevos equipos médicos antes de que salgan al mercado.
El Centro de Oftalmología Barraquer facturó el año pasado cerca de 35 millones de euros, con unos beneficios de 1,26 millones, los mismos que en el ejercicio anterior, según informan desde la empresa. La familia Barraquer ha demostrado buena vista para llevar la gestión de un centro sanitario durante más de ocho décadas. Los tres hermanos de la cuarta generación también administran una patrimonial inmobiliaria.
Dos hijos del actual presidente ya se han incorporado al COB: Anton Barraquer Kargacin, en el equipo médico –está especializado en las áreas de córnea, superficie ocular y cirugía refractiva– y su hermana Alexandra Barraquer Kargacin, en la gerencia. Son miembros de la quinta generación.
Historia de cinco generaciones
La historia empieza con José Antonio Barraquer Roviralta (1852-1924) cuando el 1879 abrió un servicio oftalmológico en el antiguo Hospital de la Santa Creu, en el barrio del Raval. Antes se había formado en París y con Santiago Ramón y Cajal, en la etapa en que este médico y científico se estableció en Barcelona. José Antonio fue el primer catedrático de oftalmología de España y en 1903 fundó a la Sociedad de Oftalmología de Barcelona. Se casó con su prima Concepció Barraquer Garrigosa y tuvieron tres hijos: Ignacio –que fue el continuador de la estirpe médica–, Rita y Josefina.
Ignacio Barraquer Barraquer (1884-1965) revolucionó esta especialidad de la medicina con la invención del erisífaco, un aparato con una ventosa que produce el vacío para permitir la extracción del cristalino. En 1941 inauguró la clínica Barraquer, en la calle Muntaner, el primer centro monográfico de oftalmología en España. Él mismo colaboró con el arquitecto Joaquim Lloret Homs en el diseño del edificio, con elementos de los estilos Arte Deco y Bahaus. Y con su esposa, Josefina Moner Raguer, fundó en 1947 el Instituto Barraquer, una entidad de referencia mundial dedicada a la investigación y a la enseñanza que en la actualidad está adscrita a la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Tuvo siete hijos, que constituyen la tercera generación: Concha, Antonia, Teresa, Joaquín, José Ignacio, Mercedes y Carmen. Los dos varones continuaron con la oftalmología, en una primera etapa juntos y, posteriormente, cada uno prosiguió su camino por separado: Joaquín, en Barcelona, y José Ignacio, en Bogotá (Colombia).
José Ignacio Barraquer Moner (Barcelona, 1916 - Bogotá, 1998) desarrolló la llamada queratoplastia refractiva. Se le considera el padre de la cirugía refractiva para corregir la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo. El procedimiento (queratomileusis) permite extraer una córnea defectuosa, congelarla, tornearla para darle la curvatura adecuada, descongelarla y trasplantarla al paciente. En 1953 decidió abandonar la clínica familiar para emprender la aventura americana. En la década de los sesenta fundó en Bogotá una institución oftalmológica, una escuela superior y la Clínica Barraquer de América, que ahora gestiona uno de sus hijos. Con su primera esposa, Margarita Coll Colomé, tuvo cinco hijos, dos de los cuales oftalmólogos: Francisco (1940-2020) y Carmen Barraquer Coll (1946). Y con la segunda esposa, Inés Granados, tuvo otro hijo, José Ignacio Barraquer Granados (1965), oftalmólogo cirujano en la Clínica Barraquer de América.
Joaquín Barraquer Moner (1927 - 2016) revolucionó las cirugías de cataratas y glaucoma y fue uno de los pioneros de la colocación de lentes intraoculares. Junto con su padre, diseñaron unos nuevos modelos de quirófano especialmente concebidos para la docencia, con cúpula transparente, que permite observar la intervención desde el exterior, a muy poca distancia. Y junto con Hans Litman, ingeniero óptico de Zeiss, diseñó un microscopio para filmar en vídeo la microcirugía ocular. Y fundó el Banco de Ojos para Tratamientos de Ceguera. En 2014, la Clínica Barraquer implantó el primer ojo biónico de visión artificial en España, que permite recuperar la visión a pacientes con ceguera absoluta. Casado con Mariana Compte Andrade, tuvieron tres hijos, que constituyen la cuarta generación: Elena, Rafael –actual presidente– y Mariona. Los dos primeros han seguido la tradición de la oftalmología.
Elena Barraquer Compte (1954) se especializó en la universidad de Harvard y durante años trabajó en los Estados Unidos y en Italia hasta que, en 2002, se incorporó a la clínica familiar, donde sigue formando parte del equipo médico. Ha presidido y dirigido la Fundación Barraquer –en la actualidad, esta función la ejerce su hermano– y en 2017 constituyó la Fundación Elena Barraquer, dedicada a luchar sobre el terreno contra la ceguera evitable en países pobres. Aparece en la lista Forbes de los mejores especialistas de España.
Hace unos años se publicó en la prensa barcelonesa que los dos hermanos discrepaban sobre la orientación de la Fundación Barraquer, alimentada por mecenas y por la propia clínica, porque Rafael priorizaba la investigación y la docencia, mientras que Elena defendía centrarse en las expediciones sanitarias para atender a pacientes sin recursos. Sigue realizando estas expediciones con su propia fundación, sobre todo en África.
Rafael Barraquer Compte (1956), presidente y director del Centro de Oftalmología Barraquer, es una figura en el campo de la microcirugía ocular. En 1999 fundó la Unidad de Oncología Ocular. Está casado con la oftalmóloga de origen croata Marinka Kargacin, especialista en cirugía refractiva, cristalino y cámara anterior del ojo de la clínica Barraquer. Tienen tres hijos, que son la quinta generación: Anton, Alexandra y Valeria. El primero también forma parte del equipo médico, la segunda del equipo de dirección –licenciada en administración y dirección de empresas, se inició profesionalmente en el campo de la producción audiovisual– y la tercera trabaja de diseñadora gráfica.
El arzobispo Vidal i Barraquer
Esta estirpe de los Barraquer, con orígenes en Sant Feliu de Guíxols, no solo ha dando eminentes oftalmólogos. José Antonio Barraquer Roviralta, el primero en dedicarse al cuidado de los problemas oculares, tuvo un hermano neurólogo y un sobrino que llegó a cardenal y arzobispo de Tarragona: Francesc Vidal i Barraquer (Cambrils, Tarragona, 1868 - Friburgo, Suiza, 1943). Al estallar la Guerra Civil, consiguió escapar de la persecución anarquista gracias al conseller Ventura Gasol y se refugió en Italia, pero con la invasión nazi del país, huyó a Suiza, donde murió unos años después. Amigo personal del presidente de la República Niceto Alcalá-Zamora, se negó a firmar la carta colectiva del episcopado español de apoyo al general Franco. Siempre defendió la democracia y el catalanismo.