El consejero delegado de la GSMA, John Hoffman, ha reivindicado este sábado la alianza "única" que ha forjado la GSMA con la ciudad de Barcelona gracias al MWC y se ha mostrado "orgulloso" del legado que está dejando el mayor evento de tecnología móvil del mundo en la capital catalana.
Hoffman ha repasado este sábado los vínculos de la GSMA, la asociación de operadores móviles que organiza el MWC, con Barcelona y con la fundación MWCapital Barcelona en un diálogo entre el consejero delegado de la GSMA y el director general de esta fundación, Francesc Fajula, en el mirador de torre Glòries.
El acto ha servido para hacer balance de la relación entre la GSMA y la capital catalana y para repasar qué razones llevaron a la patronal de los operadores móviles a decantarse por Barcelona para ubicar este evento en 2006.
Hoffman ha explicado que la GSMA, como organizadora de eventos, se encarga de buscar recintos y de tratar con hoteleros para poder montar sus actividades, pero que en el caso de Barcelona ha sellado una "asociación muy única", ya que ha logrado una alianza "público-privada" en la que participan todas las administraciones, la comunidad empresarial, fuerzas de seguridad, hoteleros, los sistemas de transporte e incluso los restaurantes.
"Todo trabaja al unísono", ha resaltado el directivo, que ha recordado que cuando el recinto de Gran Via de L'Hospitalet cierra sus puertas tras cada jornada del MWC las relaciones entre los congresistas se mantienen en otras partes de la ciudad. "Venimos aquí a hacer negocios y lo hacemos a todas horas. (...) Todo este ecosistema hace que el MWC sea exitoso", ha resumido.
Barcelona: ¿hospitalaria o relajada?
Durante la conversación con Fajula, Hoffman ha abordado un debate recurrente de la capital catalana, el de su masificación y su capacidad para continuar o no atrayendo visitantes y eventos.
El directivo de la GSMA ha explicado que es una decisión que compete a la ciudad, que afronta el reto de decidir si opta por ser una ciudad pequeña sin perder esencia o una de mayor tamaño con todo lo que ello comporta.
Existe la opción de ser "muy hospitalario" y pelear por captar nuevas oportunidades o, por el contrario, la de mostrarse más distante o relajado ante oportunidades de crecimiento, y el equilibrio en este debate es difícil de lograr, ha comentado Hoffman.
Como ejemplo, ha explicado que tras la multitudinaria edición del MWC de 2019 y antes de la llegada de la edición de 2020 en la capital catalana hubo voces críticas con el volumen de visitantes o de tráfico de la ciudad, y que luego, cuando llegó la pandemia de la covid-19 y el MWC de aquel año tuvo que cancelarse, se oyeron en cambio críticas por la cancelación del evento.
En nombre de la GSMA, ha dejado claro que el MWC, como huésped de la ciudad, ha tratado siempre de ser "muy respetuoso" con las necesidades de la ciudad y con sus habitantes.
Ingredientes para triunfar
Respecto a la incidencia que ha tenido el MWC sobre la ciudad y sobre su capacidad de ser una referencia tecnológica global, Hoffman ha apuntado que la GSMA, de la mano de la MWCapital, ha creado "un jardín" cuyos frutos ya se están empezando a ver, pero ha añadido que todavía falta tiempo para que la ciudad desarrolle todo su potencial tecnológico.
En cualquier caso, ha opinado que la capital catalana tiene los "ingredientes" necesarios para triunfar.
Por su parte, Fajula ha agradecido a la GSMA y al MWC su colaboración con Barcelona y ha destacado la colaboración entre todas las partes para "maximizar" el impacto del MWC en la ciudad durante todo el año.
Dejar un "legado"
Haciendo balance de la transformación de Barcelona en las últimas décadas, Hoffman ha recordado que visitó Barcelona en 1992, por los Juegos Olímpicos, que luego vino de vacaciones y que cuando la GSMA buscaba una nueva ubicación para su congreso de telefonía, entonces celebrado en Cannes (Francia), se decantó por Barcelona -entre un total de siete localizaciones- por la oferta de alianza público-privada que ofrecía, entre otros atractivos.
"Queríamos dejar un legado. No solo celebrar un congreso que durara una semana, sino una asociación completa", ha asegurado Hoffman, que ha apuntado que por entonces el sur de Europa no era ningún referente en tecnología y que en España la quiebra de una empresa suponía llevar al ostracismo a un emprendedor.
En cuanto a la edición de este año, que arranca el lunes, Hoffman ha reiterado que la GSMA espera más de 80.000 visitantes y un impacto económico de unos 350 millones, aunque ambas cifras podrían ser mayores, ha dicho.
"Probablemente estaremos más cerca de los 400 millones de impacto económico, pero es difícil de decirlo ahora, y podríamos llegar a los 85.000 asistentes. No lo sé. Preguntadme el jueves -el día de la clausura del MWC-", ha dicho.
Por otra parte, Hoffman ha recordado que el MWC no es ya como tal solo un congreso de móviles y que por ese motivo cambió su denominación hace algunos años de Mobile World Congress a MWC.
Actualmente la movilidad sigue estando en el centro del evento, el congreso ya refleja cómo la transformación digital está impactando a todos los sectores y cómo la tecnología está transformando el mundo, de forma que el teléfono móvil es una herramienta más, ha argumentado.