BME Growth ha suspendido la cotización de Holaluz-Clidom, matriz del grupo de distribución de energía verde Holaluz, después de que la compañía comunicara la imposibilidad de atender su obligación de publicar en el plazo previsto por la normativa, 30 de abril de 2024, el informe del auditor correspondiente a los resultados de 2023. Por su parte, la compañía que preside Carlota Pi ha asegurado que el informe de las cuentas anuales se presentará esta misma semana y que el retraso se debe a los dos votos en contra de los siete miembros que componen el consejo de administración.
La compañía remitió en el límite de plazo establecido las cuentas anuales, pero sin el apoyo de Axon Capital y Geroa Pensioak, con un 16,80% y un 6,6% del capital de la compañía, los dos fondos que forman parte del consejo administración. En su informe, Holaluz argumenta que ante unas pérdidas de 26 millones de euros, cinco veces las de 2022, está a la espera de obtener financiación externa, por valor de unos 20 millones de euros, para seguir con el negocio. Admite también que, en caso de no materializarse esta inyección de capital, el consejo de administración ha aprobado como vía subsidiaria la presentación de un preconcurso de acreedores.
A cierre de 2023, el 16,80% del capital de Holaluz estaba en manos del fondo de capital riesgo Axon Partners Group, que acompaña a la compañía desde el 2016. Con un 14,66% cada uno consta las participaciones de los tres fundadores de la compañía, Carlota Pi, Ferran Nogué y Oriol Villa. También declaran participaciones superiores al 5% Geroa Pentsioak E.P.S.V. de Empleo (6,68%), Mediavideo BV (5,14%) y MDR Inversiones, S.L. (5,13%) del capital.
La compañía afronta las pérdidas, sobre todo, por los malos números del primer trimestre de 2023 que, fuentes de la empresa, indican que han lastrado todo el año, pero se han logrado revertir. De hecho, Holaluz afirma que en los últimos doce meses naturales se ha notado un "cambio de tendencia". Así, en el primer trimestre del pasado año, la facturación cayó un 33%, hasta los 616,6 millones de euros, principalmente por la caída de precios de la energía y el fin de las subvenciones de los fondos Next Generation. Desde entonces, Holaluz defiende que ha impulsado una estrategia para "optimizar" procesos, reduciendo un 23% los costes operativos. De hecho, la energética cerró a finales de año un ERE para reducir plantilla. En el conjunto del ejercicio, el volumen de facturación cerró en 614,6 millones de euros, un 33% menos respecto a los 919,8 de 2022, mientras que el resultado operativo (ebitda) fue de 4,3 millones.