El final de año en Telefónica está siendo uno de los más intensos que se recuerdan. Los movimientos accionariales no cesan y ahora es el Gobierno el que ha movido ficha para mantener el control de la compañía frente a posibles riesgos extranjeros. La SEPI ya tiene autorización para desembarcar en la teleco que dirige José María Álvarez-Pallete, comprando hasta el 10% de sus acciones, lo que llevaría al núcleo duro español a hacerse con el control de más del 20% de la compañía. Una operación saldada con éxito gracias a un hombre de confianza de Pedro Sánchez en la operadora, Javier de Paz.
El gobierno de PSOE y Sumar ha dado la orden a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) para adquirir una participación que pueda tener derecho a nombrar consejeros en el consejo de administración de Telefónica. A través de este movimiento, los principales accionistas españoles podrán controlar en torno al 20,9% de la empresa, en un contexto marcado por la entrada de la operadora saudí STC en el capital de Telefónica.
Así, BBVA (4,85%), CaixaBank (3,5%), Criteria Caixa (2,5%) y SEPI (en caso de ostentar el 10%) forman un grupo fuerte dentro del accionariado de la empresa, frente a BlackRock (4,48%) y STC, que anunció el pasado septiembre la compra de del 4,9% y de otro 5% en derivados que le permitirían llegar hasta el 9,9% del capital, en caso de ser autorizada por el Gobierno. Movimientos que reflejan la lucha por el control de Telefónica, una de las compañías IBEX más importantes que cuenta con un carácter estratégico a nivel de telecomunicaciones y por su papel principal como contratista del Ministerio de Defensa.
De hecho, Criteria Caixa, el holding de la Fundación Bancaria La Caixa, presidido por Isidre Fainé ha ido comprando acciones de la compañía en los últimos meses hasta rozar los 80 millones de euros de inversión en el conjunto de 2023. Solo en diciembre ha invertido 1,09 millones en la compra de 300.000 acciones de Telefónica, según consta en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Así, según los datos de su web, a 30 de noviembre cuenta con una participación del 2,53% en la compañía.
Javier de Paz, el hombre que ha liderado la operación
La operación ha sido liderada por uno de los hombres de confianza del PSOE y del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Se trata de Javier de Paz, muy cercano al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, y consejero de Telefónica desde el año 2007. Fuentes del sector aseguran que de Paz ha sido el que ha llevado la voz cantante junto con Pedro Sánchez en la estrategia para dar entrada al Estado en la compañía.
No obstante, el resto de figuras importantes en la historia han estado al tanto de la jugada y aceptan la participación que la SEPI pueda alcanzar en Telefónica. En este sentido, Isidre Fainé se reunió a principios de mes con Sánchez en Moncloa para tratar diferentes temas, entre los que destaca este, tal y como avanzó El Confidencial.
Y es que, Criteria es el principal accionista de CaixaBank y también uno de los de referencia de BBVA. Como ya se ha mencionado, las tres sociedades controlan a su vez buena parte de la teleco española. Al mismo tiempo, desde La Caixa han entablado comunicaciones con los saudíes a través de un alto directivo que realizó una visita institucional al país de origen de la operadora STC.
El anuncio se produce una semana después de que Telefónica renueve su consejo de administración, que ya preparaba el terreno para el aterrizaje de la SEPI y el desenlace final a la entrada de STC. La operadora española incorporó a Solange Sobral y Alejandro Reynal, afines a la compañía, para sustituir a Juan Ignacio Cirac y a Peter Erskine, consejeros que dimitieron para renovar el máximo órgano de decisión de la compañía, coincidiendo con el final de sus mandatos.
Pese a que se consideran consejeros independientes, tanto Sobral como Reynal vienen de ostentar cargos en la compañía, tanto en filiales como la de Brasil como en Atento, la antigua filial de Telefónica de atención al cliente. Además, la operadora ha simplificado la estructura organizativa de las comisiones del consejo de administración mediante la fusión de la Comisión de Regulación y Asuntos Institucionales con la Comisión de Sostenibilidad y Calidad. Una comisión que tendrá a Javier de Paz como presidente.
El Gobierno defiende el movimiento: en línea con otros países europeos
Tras el anuncio de la SEPI, las reacciones del gobierno de Pedro Sánchez no se hicieron esperar. Tanto desde el Ministerio de Economía como desde la portavocía explicaron que la operación está en línea con las participaciones públicas que tienen o están incrementando otros países como Francia o Alemania en los grandes operadores estratégicos de telecomunicaciones.
Alemania controla un 13,8% del capital de Deutsche Telekom y Francia está presente en el capital de Orange con una participación del 13,4%. También Italia, Noruega, Suecia o Suiza cuentan con participaciones en el capital de empresas de telecomunicaciones importantes en sus respectivos países.
"Es sin duda la empresa más estratégica de nuestro país, no solo por su presencia en el ámbito de las infraestructuras de telecomunicaciones y la innovación tecnológica, sino también por su peso en el ámbito de la seguridad y la defensa", destacó Nadia Calviño. Más allá de la vigilancia en la toma de decisiones de Telefónica, Calviño también explicó que la decisión tiene por objeto "dar estabilidad para que la empresa pueda lograr sus objetivos estratégicos".
Por su parte, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, también mostró satisfacción por esta operación. "Emprendemos de nuevo un camino que nunca debimos abandonar cuando en los 90 se privatizaron nuestras grandes empresas. El Estado debe estar presente en las empresas estratégicas de nuestro país", subrayó.
En cualquier caso, el final de año de Telefónica está siendo uno de los más agitados que se recuerdan. Además de los movimientos accionariales, la compañía negocia con los sindicatos la aplicación de un ERE que, por el momento, afectará a cerca de 4.000 trabajadores, así como el convenio colectivo que regirá los derechos laborales de los empleados los próximos años. Telefónica quiere dejar cerrados todos los frentes lo antes posible y llegar a 2024, año de su centenario, libre de conflictos.