House of Lithium arranca la liquidación de sus sociedades en España, coincidiendo con la reestructuración que está llevando a cabo la matriz del grupo, el fondo de private equity canadiense SOL Global.
La primera filial afectada por este proceso es la empresa catalana de patinetes compartidos Reby, líder en el sur de Europa en micromovilidad, cuya operación de compra se formalizó hace tan solo un año y medio por 100 millones de dólares, según fuentes conocedoras del proceso.
House of Lithium aplicó ya un ERTE a toda la plantilla el verano del año pasado e inició procesos para liquidar las filiales, al recibir una demanda de los anteriores accionistas y fundadores por no cumplir con sus obligaciones de pago por la adquisición de la compañía. Se trata de los emprendedores Pep Gómez, Guillem Pagès, Cristina Castillo y Kiran Thomas. El procedimiento, pendiente aún de sentencia, se está llevando a cabo en los tribunales norteamericanos.
La noticia se conoce pocas semanas después de que la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC, por sus siglas en inglés) acusase al nuevo presidente y CEO de SOL Global, el canadiense Andrew DeFrancesco, de presunta estafa y fraude en el caso de Simply Inc.
Se trata de un proceso de reestructuración complejo que incluye el nombramiento de dos nuevos consejeros, la dimisión del director general que sustituye a DeFrancesco, el cese de nuevas inversiones y la “tenencia de los valores actuales hasta que mejoren los mercados de capitales”.
El fondo SOL Global es conocido por haber adquirido tres compañías en Europa durante el último año y medio, dos empresas españolas y una inglesa: Reby, líder en el sur de Europa en micromovilidad, la empresa Kimoa, la marca de moda de Fernando Alonso, y la empresa inglesa de fabricación industrial de llantas de coches de lujo Rimstock.
Fundada en 2018, Reby creció con el boom de la movilidad compartida hasta plantarse en 2021 con un volumen de negocio de unos 15 millones de euros, en torno a 70 empleados, y una flota de 4.000 patinetes repartidos entre Barcelona, Gijón, Sevilla, Tarragona, Terrassa y Zaragoza (en España), y en Bérgamo, Caserta, Florencia, Lecce, Nápoles y Taranta (en Italia, de la mano de K-City, una empresa tecnológica napolitana).
Desde principios de 2023 y coincidiendo con los problemas financieros de House of Lithium, la compañía ha dejado de operar progresivamente en Barcelona, Sevilla, Terrassa, Tarragona y Zaragoza, donde, la policía local ya ha empezado a trasladar los vehículos al depósito, según el Heraldo de Aragón,