Iberdrola, Repsol, Naturgy, Santander y BBVA son algunas de las compañías del IBEX que han mostrado su malestar en los últimos años con el Gobierno de Pedro Sánchez por los impuestos a energéticas y bancos, que hará permanentes. Sin embargo, sus máximos ejecutivos dejaron salir vivo al presidente en la reunión que mantuvieron en Davos. Las grandes empresas le dieron una tregua en un encuentro en el que se conformaron con el orden del día oficial.

Sánchez logró un buen cuórum después de que se rumoreara que el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, otrora uno de los pocos apoyos del PSOE dentro de la gran empresa, y el de Ferrovial, Rafael del Pino, podrían darle plantón. Finalmente, sí asistieron, así como José María Álvarez-Pallete (Telefónica), Josu Jon Imaz (Repsol), Francisco Reynés (Naturgy), Carlos Torres y Onur Genç (BBVA), José Manuel Entrecanales (Acciona), Maarten Wetselaar (Cepsa) y Héctor Grisi (Santander). Ana Botín solo saludó a Sánchez –como muestra la imagen– y se excusó porque tenía un acto a la misma hora. El presidente de Caixabank, José Ignacio Goririgolzarri, tenía un acto en Barcelona.

Fuentes de Moncloa explicaron a ON ECONOMIA que la reunión fue cordial y se centró en inteligencia artificial, un tema del que se está hablando mucho en Davos y al que el propio presidente del Gobierno se refirió en público, de las perspectivas económicas para este año, que no son buenas aunque se espera una recuperación en 2025, y de la situación de la industria europea, que vive un momento delicado por la irrupción de China en sectores como el automóvil y la tecnología.

La reunión no dio para más. Duró una media hora y fuentes empresariales corroboraron el mensaje oficial de Moncloa: el encuentro se circunscribió a las temáticas que se están tratando en Davos, por tanto, muy globales, y no llegó a lo local. “No se ha hablado de impuestos ni de cargas fiscales”, aseguraron fuentes de alguna de las empresas presentes en la reunión. Se trata del tema más polémico, por el que saltan chispas entre algunas empresas y el Gobierno, puesto que incluso se ha judicializado.

El malestar de las empresas con Sánchez

Los bancos han recurrido el impuesto a sus beneficios y varios banqueros han sido muy críticos en público con el Gobierno. Galán e Imaz también han sido muy explícitos con respecto a las inversiones en España si se siguen sintiendo perseguidos. Iberdrola ha dejado claro que invertirá donde vea negocio y no para de anunciar operaciones lejos de España, mientras que Repsol ha dicho que pone todas las inversiones en España en estudio. Álvarez-Pallete había asegurado un rato antes que desconocía los planes del Gobierno a su entrada en Telefónica. Pero ni un ápice de este malestar tuvo cabida en la media hora que Sánchez dedicó a las grandes cotizadas.

En vez de eso, el presidente del Gobierno les preguntó cómo veían los aspectos que se estaban tratando en Davos y en especial la explosión de la inteligencia artificial, uno de los temas estrella del foro. Uno de sus interlocutores, explican las mismas fuentes, aseguró que lo veía más como una oportunidad que como una amenaza y lamentó que, a su parecer, se esté afrontando más en el aspecto negativo.

De hecho, en su intervención en público en el foro de Davos, previa a la reunión, pero ya ante la atenta mirada de todos los empresarios, Sánchez se mostró crítico con los “gurús” de la IA, si bien aseguró confiar en esta tecnología para afrontar algunos retos: "Yo creo firmemente en el progreso científico y estoy seguro de que la inteligencia artificial y otras tecnologías avanzadas van a ser la mejor opción que vamos a tener para superar retos como el envejecimiento, la crisis medioambiental, la transmisión de enfermedades o la baja productividad", explicó, según recoge Europa Press.

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José María Álvarez-Pallete y Josu Jon Imaz escuchan a Sánchez en Davos. EFE

El presidente del Gobierno, que aprovechó para presentar a Carlos Cuerpo a sus homólogos y a la presidenta del BCE, Christine Lagarde, también tuvo un discurso muy crítico con el neoliberalismo y puso a España como ejemplo de lo contrario: "España es un paraíso para aquellas empresas que quieran prosperar a través de la innovación, el talento, la energía limpia y barata, la estabilidad institucional e infraestructuras de primera línea. Para las empresas que quieran enriquecerse creando valor real y pagando un nivel justo de impuestos. Damos la bienvenida con los brazos abiertos a esas empresas".