La compañía catalana Ideaded invertirá 12 millones de euros para abrir la mayor sala blanca de semiconductores privada del sur de Europa, con una superficie de 500 metros cuadrados en sus instalaciones fabriles de Viladecans (Barcelona). Para el proyecto, que se pondrá en marcha a principios de 2023, el fabricante contratará a unas 70 personas y elevará la plantilla a un total de 100 trabajadores altamente cualificados, principalmente ingenieros y perfiles relacionados con desarrollo de materiales y procesos para la producción de capas finas, así como el modelado de la tecnología.

La sala se destinará al desarrollo continuo, testaje y producción de series cortas de microchips, entre 5 y 20 millones de unidades anuales. La tecnología de los microchips ha sido desarrollada por los equipos de Idead. Una de las características diferenciales de esta tecnología es que los semiconductores que han desarrollado no se fabrican con silicio, el recurso más utilizado por la mayoría de las empresas del sector, sino que se basan en otros materiales orgánicos, lo que les permite reducir costes de producción y al mismo tiempo garantizar los más altos estándares de calidad.

Según el consejero delegado de la compañía, Eduard Puig, es necesario valorar el talento local del que se dispone para actividades como la que lleva a cabo Ideaded. "Hay talento, y con una enorme capacidad para desarrollar tecnologías disruptivas, que hoy en día se desarrollan mayoritariamente en el exterior", ha dicho y ha alertado que "hasta ahora, profesionales catalanes en este sector han tenido que irse a otros países”.

La puesta en marcha de la sala blanca es parte de un proyecto más ambicioso que pasa por ampliarla hasta los 2.500 metros cuadrados de superficie. Este segundo equipamiento comportará una inversión de 200 millones de euros y generará un millar de puestos de trabajo cualificados. Se sumaría a la zona de fabricación y oficinas de unos 7.000 metros cuadrados que la compañía inauguró en Viladecans hace casi un año.

Actualmente, la compañía se centra en el desarrollo de chips para la Internet de las Cosas (IoT) e Internet of Everything (IoE), que responden a la demanda de las grandes empresas globales de sectores como las telecomunicaciones, el retail y la automoción.

Para construir la innovadora sala blanca de semiconductores, la empresa ha autofinanciado el 50% del proyecto y el capital restante proviene de un préstamo de seis millones de euros a través de Avançsa y del ICF y una ayuda de 217.488 euros en la línea de reindustrialización de la Dirección General de Industria.

La compañía, que se creó en 2015 en Girona, presentó su estrategia a futuro este jueves al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y al conseller de Empresa i Treball, Roger Torrent. Este último destacó que Catalunya cuenta con “un ecosistema en la actividad de semiconductores todavía en fase de desarrollo, pero con una proyección de crecimiento muy elevada para los próximos años y es por eso que acompañamos y apoyamos proyectos que refuerzan este ecosistema, que lo hacen crecer, que progresivamente aumentan el peso de Catalunya en este ámbito tan decisivo para el futuro de la economía”.

A pesar de estas ventajas, los principales retos del ecosistema se basan en la complejidad de la cadena de valor, la concentración geográfica de la oferta, la necesidad de grandes inversiones de capital, de innovación constante y de talento y el gran consumo de agua que requieren las fábricas.

El consejero delegado de Ideaded, Eduard Puig, con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès.

Los semiconductores, un sector incipiente en Catalunya

Según el estudio Els Semiconductors a Catalunya, el ecosistema en Catalunya está en una fase incipiente. Aparte de centros tecnológicos, universidades u otras asociaciones que ya trabajan, está formado por empresas internacionales como Festo, EBV Elektronik, Hitachi o Kistler junto con pymes catalanas como Ideaded, LAB Circuits, Imasenic o Avant Studio. Además, también cabe destacar la presencia de proveedores químicos como Basf, Air Liquide o Merck, entre otros.

Los semiconductores son un elemento crucial en la electrónica moderna. Según se prevé, el sector de la automoción es una de las industrias que vivirá un mayor crecimiento de la demanda (+10,3% anual hasta 2025) por la gran necesidad de chips y semiconductores que requieren los nuevos vehículos eléctricos, conectados o autónomos.

Para 2022, se espera que la industria mundial de los chips de semiconductores alcance los 600.000 millones de dólares. En cifras globales, en 2021 los ingresos de la industria mundial de semiconductores ascendieron a 583.480 millones de dólares, un aumento considerable respecto al año anterior, en el que los ingresos totales alcanzaron los 466.240 millones de dólares.