El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha insistido en que "el impuestazo haría imposible" la inversión de 1.100 millones de euros en Tarragona para la ecoplanta que debe producir metanol verde a partir de la gasificación de residuos. El directivo, en una entrevista con EL MUNDO, que le ha premiado como empresario del año, ha asegurado que estará muy pendiente de lo que pase en los próximos días con el gravamen, "porque nos va a detraer recursos".
El gravamen extra del 1,2% a la facturación de empresas con más de 1.000 millones de ingresos, que fue aprobado en primer lugar como medida provisional por la guerra de Ucrania, entra en vigor por su prórroga el próximo 1 de enero a través de real decreto, pero tiene que ser convalidado en el Congreso de los Diputados. El Gobierno de Pedro Sánchez no cuenta con apoyos suficientes, ya que Junts y PNV se oponen. Contempla ahora una bonificación del 60% cuando se realicen inversiones estratégicas esenciales para la transición ecológica y la descarbonización.
"Es una tecnología pionera en la gasificación de residuos urbanos de desecho para hacer un metanol orgánico verde. Tiene rentabilidades justitas. El impuestazo lo haría imposible y acabar con él lo hace viable. Unos somos más vocales en los riesgos que hay para la inversión con el impuestazo, otros están hablando menos, pero van a hacer lo mismo. Yo tengo un punto de prudente confianza de que esto en las próximas semanas muera. Si no, va a ser un problema", ha desarrollado Imaz, que ha pedido "reivindicar el valor del empresario" y no penalizar a las empresas por sus beneficios.
Una empresa tiene que ganar dinero. El beneficio es necesario porque si no, no hay actividad inversora y no habrá empleos de calidad", ha resumido el consejero delegado vasco, que ha asegurado que no ha habido diálogo al respecto con la exministra Teresa Ribera. "Sobre el tema del impuestazo, la última conversación que yo o cualquier persona habilitada de Repsol hemos tenido con un miembro del Gobierno fue en diciembre del 23. No ha habido diálogo", ha explicado. Para él, se apunta a los bancos y energéticas "porque vivimos tiempos de populismo y demagogia".
Josu Jon Imaz ha alertado de que con la nueva dependencia del gas natural licuado de lugares diferentes de Rusia, los países del Sur Global no lo pueden comprar y se han volcado con el carbón, por lo que a la postre Europa contribuye a elevar las emisiones de CO2 y ha reivindicado no centrarse tanto en la tecnología y en "la ideología" a la hora de materializar la descarbonización. Está también convencido de que la desaparición del motor de combustión en automóviles no va a llegar en 2035, tal y como se ha comprometido la Unión Europea.
Apuesta por los biocombustibles
"Nos estamos autodestruyendo. El coche eléctrico es una alternativa, no la alternativa. Ponernos al 100% en brazos de una tecnología que no tiene el grado de madurez y que además está controlada industrialmente China es un suicidio", ha alertado Imaz, quien ha defendido los combustibles renovables como una de las alternativas, sobre todo teniendo en cuenta que "no hay soluciones tecnológicas masivas todavía para la aviación, para el transporte por carretera pesado y marítimo o para gran parte de los coches".
En la entrevista, Imaz reconoce también que se ha "sobredimensionado" la capacidad del hidrógeno verde, si bien en lo que a Repsol respecta, "si las condiciones de que la discriminación fiscal y regulatoria desaparecen en las próximas semanas", se llevarán a cabo inversiones en Cartagena y Tarragona.
"Necesitamos sectores económicos que compitan en un mundo abierto y eso requiere inversión, de aquí o de fondos a los que seamos capaces de atraer porque vean seguridad jurídica y certidumbre. No le atemos una mano a la espalda y le pongamos una bola de hierro en el pie a nuestra industria para que no pueda competir con la que viene de China, la India, de EEUU y que entra en el puerto de Bilbao o de Barcelona todos los días. Hay que levantar la voz contra este gravamen o impuestazo a las energéticas, que afecta sobre todo a las actividades industriales. Está haciendo imposible la inversión en España", ha reflexionado Imaz.
El directivo repasa también en la entrevista su trayectoria, muy marcada por haber nacido en la zona industrial de Zumárraga donde ha asistido a su declive, así como por la muerte de su padre cuando él tenía 7 años o la amenaza de ETA a personas de su entorno cercano. Con 13 años, empezó a trabajar en un restaurante durante los veranos y ahora es uno de los directivos más destacados de España.