La Immobiliària Monistrol está inmersa en la búsqueda activa de espacios urbanos en Barcelona para extender su "innovador modelo" de espacios de trabajo y llegar a convertirlo en una nueva línea de negocio de la compañía. La experiencia obtenida con la rehabilitación e inauguración de Fabrick, un espacio multidisciplinar en un emblemático edificio del barrio de Gràcia, que forma parte del patrimonio de sus propietarios, la familia Juliá, ha sido el punto de partida.

Los Juliá consideran que el modelo puede replicarse y hacerse un hueco en el segmento de los espacios de trabajo en alquiler para empresas y profesionales. Al visitante le da la sensación de estar en unos espacios multidisciplinares a caballo entre las oficinas al uso, los despachos de alquiler y aires de coworking-. "Estamos jugando en otra liga, que va más allá de los espacios de trabajo con zonas compartidas; nuestro proyecto es más flexible porque alquilamos espacios diáfanos, equipados con cocina y baño; independencia para la elección del proveedor de los suministros básicos; incorporamos prestaciones complementarias como atención en conserjería o salas gratuitas para reuniones", expone Javier Juliá. 

Para su expansión, el objetivo es encontrar espacios de unos 3.000 metros cuadrados en otros barrios de Barcelona, "si son edificios emblemáticos, mejor que mejor", añade Javier Juliá, que dirige la empresa con sus hermanos Alicia y Mauricio. Han desarrollado un plan 2026-2030 con este objetivo y Javier Juliá no amaga que "deberíamos ir de la mano de otros inversores".

Mientras tanto, van ejecutando su estrategia actual, con una inversión de 5 millones de euros. Del total, 1,5 millones se han destinado a la rehabilitación y puesta en marcha de Fabrick, en la calle de Milà i Fontanals, en el edificio que fue una de las naves de la empresa textil familiar, Ramón Juliá, fabricante de hilos de coser. Y la compañía ya ha anunciado la próxima reforma de su segundo edificio en el barrio, situado en la calle Santa Eulàlia -casi anexo al primero, que también fue parte de la estructura fabril Ramón Juliá. Este segundo edificio está prevista que está rehabilitado en 2026, y supondrá una inversión de un millón de euros. 

Con estas acciones, Immobiliària Monistrol reafirma su compromiso con la mejora del entorno urbano y la satisfacción de sus inquilinos, impulsando un futuro más sostenible y atractivo para la comunidad de Gràcia, valora Alicia Juliá y destaca que "nuestros espacios se asimilan a una oficina en propiedad porque, además de la conserjería, aquí se puede entrar 24/7/365", lo que les proporciona "un atractivo y valor añadido para clientes que valoran la calidad". "Y porque al tener espacios comerciales en la planta baja se refuerza la idea de barrio", añade al comentar que en el local más amplio ya se ha instalado un supermercado Aldi, "y estamos buscando más comercios que aporten economía a la zona", puntualiza su hermano Javier.

Más de 50 millones para el PIB de Gràcia

Con contratos de alquiler por un periodo de cinco años, Fabrick alberga actualmente 60 empresas tecnológicas y del mundo del diseño, la edición, la arquitectura y el arte; entre las que destacan Andrés Sardà, Stablisment Labs, Editorial Alma y Runroom, entre otras. Y entidades como la Fundació Acidh y diversos clústeres catalanes, como el Clúster Català de la Moda i el Tèxtil (Modacc), Beauty Clúster Barcelona o el Clúster de l'Energia Eficient de Catalunya, que también están ahí. "Nuestro impacto económico en la generación de riqueza (PIB) del barrio de Gràcia supera los 50 millones de euros anuales", destaca Javier Juliá.

La previsión es aumentar más si cabe esta contribución económica y de generación de empleo. Porque los locales también han sido transformados para ofrecer espacios que van desde 60 m² hasta 215 m², siendo el objetivo del proyecto atraer comercios de proximidad que aporten valor al barrio y contribuyan a establecer conexiones locales y fortalecer las relaciones comunitarias. Para ello, ha implementado varias iniciativas, como obsequiar una rosa a cada comercio de proximidad con motivo del día de Sant Jordi, fomentar relaciones de amistad con estos comercios, invertir en prensa local, crear contenidos para su nueva cuenta de Instagram y colaborar con entidades como los centros Eje Milà i Fontanals y la Asociación de Comerciantes Gran de Gràcia.

De fabricar hilos de coser a ser un 'family office'

Los orígenes de la inmobiliaria se remontan a 1812, Mariano Juliá Valls compró una casa en la Villa de Gràcia e instaló allí el primer telar, donde se encuentran actualmente los edificios de la fábrica, donde se manufacturaban dos tipos de artículos: hilos de algodón para coser y bordar y redes de pesca. En ella trabajaban 250 empleados y 50 personas más en las oficinas. Hasta 1959, que cerró la fábrica y los espacios se fueron alquilando para pequeños talleres y artesanos.

En la actualidad, Javier, Alicia y Mauricio Juliá son la cuarta generación de una empresa familiar que apuesta por la ciudad de Barcelona en diversos sectores, incluyendo capital riesgo, energías renovables, startups, promoción inmobiliaria y la rehabilitación de patrimonio industrial de la ciudad condal. "Estamos diversificando la compañía para mantener el crecimiento y para dejar unos buenos cimientos a la quinta generación de la familia Juliá; sin prisa, tenemos una década por delante; de momento todos los descendientes se están formando fuera de la empresa", manifiesta Javier Juliá. Un crecimiento del que no facilita previsiones.

El grupo Inmobiliario Monistrol realiza inversiones en empresas tecnológicas, restauración y promoción inmobiliaria, así como del sector salud. Son socios inversores de la tecnológica Verbio, de las panaderías Baluard, del negocio Mare Ostrum del mercado municipal de La Boquería, en Barcelona; de la empresa de activos Inveractiva y de Cuantum Medical, fabricante de apósitos de última generación.