Grifols está en el centro de todos los focos tras una semana agitada que le ha llevado a perder un 38% de su valor en el mercado. Las acusaciones del fondo bajista Gotham City Research sobre manipulación contable han hundido las acciones de la farmacéutica en bolsa y las explicaciones dadas no han logrado convencer a los inversores. El entramado societario de la familia Grífols, una de las más ricas de Catalunya, está bajo la lupa, así como las operaciones y vínculos entre empresas que han desembocado en la actual crisis de reputación.

Fundada en Barcelona en 1909 por Josep Antoni Grifols i Roig como un pequeño laboratorio familiar de análisis clínicos, la empresa ha evolucionado hasta convertirse en una compañía con presencia en más de 30 países y regiones y una plantilla de 24.000 trabajadores. Una desarrollo al que contribuyeron sus hijos, Josep Antoni Grífols Lucas y Víctor Grífols Lucas, creando junto a su padre en 1940 los laboratorios que más tarde conformarían la multinacional que hoy conocemos. La investigación en el plasma sanguíneo les llevaría a convertirse en una de las principales empresas de este sector, siendo Víctor el presidente protagonista de su gran crecimiento.

En 1987, Víctor Grífols Roura, hijo de Víctor Grífols Lucas, culmina un nuevo relevo generacional al frente del grupo con una transformación organizativa interna. Así, bajo la sociedad cabecera Grupo Grifols, se crea el holding que asocia las empresas productivas de diagnóstico clínico, producción de derivados del plasma, soluciones parenterales y la empresa comercializadora de dichos productos. En 2006 la compañía debuta en bolsa y dos años más tarde sería incluida en el IBEX 35.

Relevo generacional: Víctor y Raimon

Unos años más tarde, en 2017, se produjo el último relevo generacional de la saga familiar. De este modo, el presidente y consejero delegado por aquel entonces, Víctor Grifols Roura, cede la dirección a su hermano Raimon Grifols y a su hijo Víctor Grifols Deu, convirtiéndose así en nuevos consejeros delegados de la compañía.

No sería hasta el año 2022 cuando una persona externa a la familia asumiría el puesto de presidente ejecutivo, el hasta entonces consejero Steven Mayer. Tampoco duró mucho su andadura, pues cuatro meses después dimitió del cargo y fue sustituido por Thomas Glanzmann, que más tarde ser haría también con el cargo de consejero delegado, apartando a Víctor y Raimon de las funciones ejecutivas de la compañía.

Víctor Grífols Lucas

El danés está presente en Grifols como consejero desde 2006 y es uno de los señalados en el informe de Gotham, puesto que no supone el cambio hacia una dirección más independiente de la familia fundadora, sino que es cercano a ella. Por su parte, Víctor quedó relegado a Director de Operaciones (Chief Operating Officer) y Raimon a Director General Corporativo (Chief Corporate Officer), pero manteniendo sus puestos en el consejo de administración.

Los Roura controlan Deria y los Gras, Ponter Trade 

En cuanto al control de la compañía, el accionista principal es Deria SA con un 9,2% del capital de Grifols. Se trata de una empresa dedicada a la prestación de servicios de consultoría inmobiliaria, comercial, de marketing y de gestión de negocio. Detrás de esta sociedad se encuentran los descendientes de Víctor Grifols Lucas, es decir, el clan de los Grifols Roura. Así, Enric Grifols Roura ocupa el cargo de presidente, mientras que sus hermanos Núria y Albert son consejeros de la entidad. Completa el organigrama Ignasi Brufuer Merello como secretario no consejero.

Si bien ni Víctor ni Raimon son consejero de Deria, Victor fue el representante de la sociedad en el consejo de Grifols en los años 1991 y 2002 y Raimon ostentó el cargo de administrador único entre 2013 y 2021. Es decir, es plausible que ambos hermanos también se repartan parte del pastel accionarial de la sociedad.

Por su parte, los descendientes de Josep Antoni Grífols Lucas, el clan de los Grífols Gras, están al frente de otra de las empresas que controlan la farmacéutica. Se trata de Ponter Trade, dueña del 7,089% de la farmacéutica y su tercer máximo accionista. La actividad de esta sociedad comprende el arrendamiento de viviendas en territorio español, tanto que haya construido, como promovido o comprado.

Al frente de la empresa se encuentran Josep Antoni Grífols Gras como presidente, y sus hermanos Montserrat y Santiago como consejeros. Jordi Fábregas Huguet y Julián Matos Martínez completan el consejo, mientras que Ignasi Bruguer Merello aparece de nuevo como secretario no consejero. 

Scranton, el opaco holding holandés

La saga familiar ha ido construyendo a lo largo de su historia un entramado empresarial con el que se reparten el control de la multinacional. Pero sin duda la sociedad que más polvo ha levantado en la última semana ha sido Scranton Enterprises, el holding con denominación social holandesa al que Gotham ha señalado en su polémico informe. Se trata de un vehículo inversor vinculado a la familia fundadora y que controla el 8,67% de las acciones de Grifols, siendo el segundo máximo accionista.

El fondo denuncia que Grifols compró las empresas BPC Plasma y Haema en 2018 por unos 530 millones de dólares, para después venderlas a Scranton por el mismo precio, traspasando su deuda, pero contabilizando los activos en su propio balance.  Asimismo, Gotham destaca que la sociedad pagó parte de la compra con un préstamo otorgado por Grifols. Por lo que, la compañía catalana habría vendido dos empresas a su segundo mayor accionista por un capital prestado por ellos mismos.

La composición de Scranton es hasta ahora desconocida en su totalidad y la información escasa al tener su sede fiscal en Países Bajos. Según ha explicado Thomas Glanzmann, consta de 22 inversores, de los cuales solo 3 son de la familia Grífols, que controlaría un 20% de la empresa. La actividad de esta sociedad es importante para el imperio de la familia, puesto que cuenta con inversiones importantes en empresas catalanas como el club de baloncesto Joventut o la productora de cava Juvé & Camps.

Además, sí es conocido que entre sus socios están el presidente de honor de Grifols, Víctor Grífols, su hermano Raimon Grífols y el abogado Tomás Dagá, también consejero de la farmacéutica y muy ligado a la familia. Además, Dagá es fundador del famoso despacho Osborne & Clark, donde también trabajan como abogados Jordi Fàbregas (Ponter Trade) y Nuria Martín Barnes, consejera de otra sociedad de la familia, Centurión Real Estate. 

Esta última sociedad es una subsidiaria de Scranton y está presidida por Juan Javier Roura Fernández. Además de Nuria Martín Barnes, tiene como consejeros a Tomàs Dagà y Jordi Fàbregas. A Scranton también pertenece Quadriga Real Estate, cuyo administrador único es, nuevamente, Jordi Fàbregas.  En el entramado destaca también Action Trade, sociedad administrada solidariamente por Quadriga Real Estate y Ponder Trade. Otra empresa de la familia es Modolell Residencial, participada por Deria y Quadriga Real Estate.

Por último, destaca Ralledor Holding Spain, compañía constituida en 2022 como consecuencia del traslado a España de la holandesa Rodellar Amsterdam Holding BV. Esta empresa ostenta una participación del 6,154% en Grifols, siendo también principal accionista de la farmacéutica. Tuvo solo un administrador único, Jordi Fábregas, hasta el 27 de diciembre de 2023.

La maraña de sociedades que ostenta la saga familiar catalana es lo que hace sospechar a los inversores de la contabilidad de la empresa de hemoderivados y las operaciones cruzadas entre sociedades. Por ahora, el informe de Gotham ha creado una crisis reputacional en el seno de la compañía y habrá que esperar para ver de qué lado se decanta el conflicto.