La Fundación Centro CIM, también conocida como en CIM UPC, ha dado un paso más para acercar la transferencia de conocimiento en el tejido industrial: incorpora y desarrolla tecnología para la fabricación aditiva de piezas metálicas o que integren partes metálicas. La impresión 3D metálica es para el centro una nueva fórmula para ayudar a las empresas a conseguir la máxima competitividad tecnológica.

"Hemos abierto y potenciaremos un nuevo nicho de mercado donde tiene mucho sentido trabajar con la impresión 3D", argumenta el director de CIM UPC, el doctor Josep Maria Cabrera. Se refiere a las aplicaciones que la impresión 3D de piezas metálicas tiene en la automoción o el sector sanitario, por ejemplo. "Son actividades en que, para proyectos concretos, no hay que fabricar el producto en series muy grandes, sino que es preferible hacer piezas muy particularizadas, casi individualizadas", advierte.

El doctor Cabrera comenta que la fabricación aditiva de piezas metálicas de prototipaje todavía requiere que alguien, como el centro CIM UPC, se ocupe de nuevos desarrollos. Lo argumenta con el hecho de que las piezas reales, por el tipo de aplicación que tienen, tienen que cumplir un conjunto de características técnicas mecánicas. "Hay que controlar su microestructura de fabricación -porosidad, peso- para garantizar que lo que se fabrica tendrá durabilidad y resistencia", por lo tanto, se requiere más esfuerzo en R+D.

Esta es una manera que, aunque ahora mismo puede ser más costosa, "a la larga abaratará los costes industriales", comenta Cabrera. Desde el centro CIM UPC se trabaja en diferentes proyectos, en colaboración con el tejido industrial. Tienen entre manos un proyecto para el grupo Seat para fabricar recambios para algunos turismos. Las compañías automovilísticas se encuentran con el problema que tienen que garantizar el suministro de piezas para los vehículos que tienen que fabricar incluso 20 años después de que los hayan dejado de producir.

Trayectoria de 35 años y 700 proyectos

Este año, el centro CIM UPC conmemora 35 años de trayectoria en el campo de la fabricación avanzada y la transferencia tecnológica. Llega a esta celebración con el hito de 700 proyectos hechos "con éxito y fruto de la colaboración público-privada" de esta entidad perteneciente a la Universidad Politécnica de Catalunya. Desde sus inicios se ha consolidado como un referente en investigación, desarrollo tecnológico e innovación, y, sin embargo, en docencia, divulgación y transferencia tecnológica. Es uno en lo referente a Europa y refuerza el posicionamiento de España y Catalunya "como polo de desarrollo tecnológico en 3D; en eso no lleguemos tarde", exclama orgulloso Cabrera.

La entidad ha sido pionera en varias áreas conectadas con Industria 4.0 no solo en la fabricación aditiva, también en la fabricación sustractiva y la robótica, entre otros. "Se trata de nuevas tecnologías y aplicaciones tecnológicas que tienen un elevado potencial para generar nuevas actividades económicas y son prioritarias en las políticas de investigación e innovación en España y Europa", continúa el doctor.

Recientemente, el centro ha inaugurado la reforma de sus instalaciones en Barcelona, junto a la UPC, que reforzarán la apuesta por la fabricación avanzada, ofreciendo un entorno de trabajo puntero donde empresas y estudiantes podrán desarrollar proyectos innovadores que respondan a los retos tecnológicos y medioambientales de las próximas décadas.

Trabajan 40 profesionales, "aunque nos haría falta más personal para hacer R+D", reclama Cabrera. Asegura que el perfil del personal es de ingeniería, pero "siempre pensamos en problemas reales y el I+D está en el centro de los planteamientos que hacemos".

El director del centro tecnológic CIMA|CUMBRE UPC, el doctor Josep Maria Cabrera
El director del centro tecnológico CIM UPC, el doctor Josep Maria Cabrera

Acercarse a la industria

Su interés por la investigación y el desarrollo lo lleva a defender que "sería necesario hacer el doble de I+D y crecer de manera sostenida". Para contribuir a este objetivo, tienen el consejo empresarial de la Fundación centro CIM, en el cual participan varias empresas como el grupo La Farga, Mafrica, Esmebages, DENN o el Centro Metalúrgico de Sabadell. Es una herramienta para acercarse a la industria, "para que nos expliquen, honestamente, cuáles son sus retos y los problemas o necesidades para hacer frente".

La entidad seguirá fortaleciendo sus alianzas con empresas de varios sectores para compartir conocimiento y tecnología, ayudándolas a mejorar su competitividad y sostenibilidad. También impulsará proyectos de investigación conjunta y dará apoyo a la creación de pequeñas empresas innovadoras que lancen estas ideas al mercado. En este sentido, de la entidad han surgido BCN3D Technologies, que ofrece equipos de impresoras 3D de escritorio con el objetivo de democratizar el acceso a este tipo de máquinas, y Aridditive, que tiene como objetivo ofrecer soluciones utilizando impresoras 3D de hormigón para empresas dedicadas a la fabricación de elementos prefabricados y mobiliario urbano, con la finalidad de reducir el tiempo, los costes, las emisiones y el material de fabricación.

Democratizar la impresión 3D

La entidad también se ha volcado a la divulgación. A través de los denominados FabLab, la CIM UPC obra y gestiona diferentes espacios de divulgación social de la tecnología de fabricación aditiva. Lo hacen a toda el área metropolitana, con tres ejes diferentes: la divulgación dirigida a la ciudadanía –"abriendo el espacio especialmente para los jóvenes para fomentar su educación e inclusión social·, especifica Cabrera-, la dirigida a las empresas e industrias locales, mucho para las pymes y las microempresas, y la académica -con la creación de FabLabs en muchos campus universitarios.

El doctor Cabrera valora mucho el aspecto social de estos espacios. "Es una manera de reducir y combatir la brecha social derivada del diferente acceso a la tecnología que tienen algunos jóvenes y que se pone más de manifiesto en determinados barrios de la ciudad".

Ahora, el objetivo es extender este modelo a otros municipios de Catalunya, pero también de España. "Nuestro centro tiene la solvencia técnica necesaria y es escalable y exportable", asegura al director del centro CIM UPC. Por qué no pensar en Madrid.