El Ministerio de Industria destinará 10 millones de euros a fomentar la reducción de la jornada laboral semanal a cuatro días, o cosa que es lo mismo, pasar de 40 a 32 horas semanales, a la pequeña y mediana empresa industrial. Para agasajar esta medida, que estaba incluida en una partida de los presupuestos generales del Estado para el 2022, el ministerio pondrá en marcha un proyecto piloto con ayudas de 150.000 euros para las empresas interesadas, que tendrán que presentarse a un concurso que todavía no tiene fecha de convocatoria, según informó El Periódico de Catalunya.
Las pymes interesadas tendrán que comprometerse a tener establecida la reducción de la jornada semanal al menos dos años, para un mínimo del 10% del total de horas trabajadas actualmente y sin disminución del salario del trabajador. Según fuentes del ministerio, la medida podría beneficiar en unas 70 empresas industriales, una cifra que aumenta en función de los cálculos de Mas País -la formación política que defendió la medida en las negociaciones de las cuentas estatales de este año- que pronosticó que podrían sumarse al proyecto unas 160 empresas, con un beneficio de más de 3.000 empleados en la primera convocatoria del programa. Este proyecto piloto quiere mejorar la productividad, la conciliación laboral, la igualdad de oportunidades y la salud física y mental de los trabajadores.
La ayuda económica tiene que destinarse a compensar los costes salariales (o bien para contratar a más gente que llene las horas que dejen de hacer el resto de la plantilla o bien para fichar perfiles que permitan reorganizarse para trabajar menos). Aparte, el dinero también puede invertirse en costear la formación de trabajadores, mejorar su productividad y a la realización de auditorías internas para evaluar el éxito o fracaso de las medidas.
El Gobierno envió a consulta pública el proyecto de orden que regulará el impulso de la jornada laboral de cuatro días en pequeñas y medianas empresas (pymes) industriales a mediados de junio y se espera que publique la orden en los próximos días. Las ayudas se repartirán bajo los criterios de concurrencia competitiva de las empresas, según la administración.
Hasta ahora, los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT se han mostrado partidarios de esta medida, en lo que se refiere a la reducción del cómputo total de horas de 40 a 32, pero son contrarios a compactar en cuatro días laborables las 40 horas semanales. Este último supuesto ya se aplica en la Unión Europea en países como Bélgica. En este sentido, los sindicatos alertan de que la medida no debe servir para precarizar el trabajo, sino para generar más puestos de trabajo y, en el caso de la opción de Bélgica aprobada en febrero de este año, ya alertaron de que realizar jornadas más largas de ocho horas no favorece la conciliación, aunque se gane un día, y que este tipo de medidas pueden tener un impacto muy negativo para la salud de los trabajadores, tanto en términos de salud física como mental.
La reducción de la jornada laboral semanal era un tema que estaba sobre la mesa, pero que cogió más fuerza cuando las empresas volvieron al trabajo presencial después del paro de los meses de la pandemia. Así, en España, grandes empresas como Telefónica o Desigual lo están aplicando en menor o mayor medida. En el caso de Telefónica es una opción voluntaria del trabajador y afecta a una parte reducida de la plantilla total porque ha coincidido con el plan de implantación de dos días semanales de teletrabajo y, por tanto, los empleados no han optado por trabajar un día menos, puesto que comporta una reducción de salario con una bonificación del 20% por parte de la empresa. Fuentes de Telefónica especifican que "esta es simplemente una más de las medidas recogidas en la prórroga del Convenio Colectivo en el que se han priorizado las nuevas formas de trabajo, el teletrabajo y la flexibilidad".
Por su parte, a Desigual, la dirección del grupo hizo una apuesta importante por este tema y lo sometió a votación de la plantilla. Del resultado, un 85% de unas 500 personas de la sede corporativa de la compañía en Barcelona optó por trabajar solo 32 horas y cuatro días. No obstante, en el caso de la marca de moda textil la disminución fue acompañada del recorte de salarios. En su momento, Desigual informó que la rebaja de sueldos era de un 13%, pero que había llegado a un acuerdo para que empresa y trabajadores compartieran y, por lo tanto, la retribución a los empleados solo es un 6,5% inferior. En el caso de los trabajadores que rechazaron la medida, Desigual se reservó la decisión de, previo acuerdo, rescindir su contrato.
Por otra parte, entre las empresas pioneras en España que están aplicando la medida sin recorte de sueldo implícito, destaca la compañía de software Delsol, que lo implementó justo a inicios de 2020. Lo que hizo fue ajustar el cómputo de horas semanales trabajadas, de las 40 horas anteriores, a 36 horas en horario de invierno y 28 horas semanales en horario de verano. La firma tecnológica de Jaén estableció turnos rotativos del lunes al viernes y manteniendo un día libre a la semana.