ING captó 256.000 nuevos clientes el año pasado tras volver a remunerar la Cuenta Naranja, mejorar las tarifas del bróker y empezar a pagar por los depósitos. Esto ha permitido al banco naranja recuperar los 4 millones de clientes en España que había perdido en el inicio de 2022 e impulsar su beneficio hasta los 208 millones, una cifra récord que supera incluso la de 2019, cuando ganó 186 millones de euros.

La entidad incluye en este resultado el beneficio de Portugal, aunque su presencia en el país luso es mucho más reducida, al contar solo con una oficina y ofrecer únicamente productos de inversión. En España, tienen 29 y ofrecen también banca de particulares. El consejero delegado, Ignacio Juliá, destacaba en la presentación de resultados este miércoles que los ingresos de ING alcanzaron los 883 millones de euros, un 14% más que en 2021. Mientras que los costes subieron un 8%, hasta los 444 millones de euros en el conjunto del año pasado.

Aunque los costes subieron, lo hicieron menos de lo que crecen los ingresos”, y esto les ha permitido alcanzar el mejor beneficio de su historia en España, liberar las provisiones que hicieron en 2020 por la pandemia y llevar el ROE al 13%, destacaba Juliá. El CEO también subrayaba que han sido muy prudentes en la gestión del riesgo y su tasa de mora cerró en el 1,10% “muy por debajo de la media del sector”.

ING frenó ligeramente el ritmo de concesión de hipotecas durante 2022, año en el que concedieron 29.000 por valor de 3.300 millones, frente a los 31.000 préstamos que firmaron un año antes. El banco entiende que este año, dado el contexto de elevados tipos de interés, subida del Euríbor e inflación, la producción será similar.

Preguntada por la acogida que está teniendo el acuerdo firmado por la banca y el Gobierno para ayudar a los hipotecados vulnerables (y al que ING se acogió), la directora general de banca para particulares, Almudena Román, explicaba que han informado puntualmente a los clientes que han ido preguntando, pero no han sido mucho. “En comparación con la última moratoria de la pandemia, afortunadamente, la hemos utilizado mucho menos, solo hemos recibido algunas llamadas”.

El banco calcula que los tipos de interés subirán hasta el 3,5% este año, lo que hará crecer también el Euríbor, índice al que están referenciadas las hipotecas a tipo variable, y por tanto, la cuota que pagan los clientes. Pero no contemplan una subida importante de la morosidad, que es “10 veces más baja que el sector”, señalaba la directiva. “Calculamos unos ratios altos de capacidad de pago y no vemos que los clientes tengan dificultades para pagar. Se están pudiendo ajustar, aunque pagan más”, aseguraba.

A consecuencia también de las subidas de tipos de interés, ING confirmaba que seguirán remunerando el ahorro como ya están haciendo con la Cuenta Naranja y los depósitos a 12 y 18 meses, para aquellos que no quieran liquidez en el corto plazo. “La remuneración irá evolucionando, estaremos atentos para ir cubriendo las necesidades de los clientes”, indicaba Román.

La directora general de banca de particulares en ING explicaba que en 2022 había una necesidad de retribuir el ahorro y por eso volvieron a hacerlo a través de estos productos tan demandados en España. Sin embargo, “eso no quita que haya otros productos alternativos muy rentables, como los fondos". Además entiende que los clientes "deben diversificar”.

En cuanto a la digitalización, el consejero delegado señalaba que actualmente, el 92% de los contactos de sus clientes se producen en el móvil y el 68% de las ventas digitales se hacen también a través del móvil. En concreto, los contactos digitales han alcanzado los 626 millones, un 14% más que un año antes.

ING España se queda fuera del impuesto a la banca

El impuesto a la banca, con el que el Gobierno prevé recaudar hasta 1.500 millones de euros este año y que las patronales del sector van a recurrir, dejará fuera a ING. La tasa grava el 4,8% de los ingresos más comisiones de las entidades que, en 2019 alcanzaran los 800 millones de ingresos, aunque se pague conforme a los resultados de 2022. Pero la entidad holandesa no alcanzó esas cifras en su filial española, de manera que no les va a tocar pagar.

“Como está definido el impuesto no nos tocará pagar, en el 2019 estábamos por debajo de los 800 millones. Pero estamos alineados con la AEB, somos miembros de la asociación y la opinión es la misma, no estamos contentos con el impacto que tendrá en la economía, no es adecuado”, concluía Ignacio Juliá.