La instalación de una planta de producción de chips en Catalunya (Innofab), pactada este jueves por los presidentes del Gobierno, Pedro Sánchez, y de la Generalitat, Pere Aragonès, estará operativa en 2026, tras una inversión de unos 300 millones de euros. Contará con 200 trabajadores.
Así lo han avanzado a EFE fuentes del sector sobre lo que ha sido este jueves uno de los cinco grandes acuerdos entre Sánchez y Aragonès, que se han reunido durante una hora y cuarto en el Palau de la Generalitat. En concreto, han acordado el "impulso y financiación del proyecto para la instalación en Catalunya de un centro tecnológico de producción de chips (Innofab)".
Barcelona Global, a través de su agencia de atracción de inversiones Barcelona & Partners, ha liderado junto a la Generalitat y el Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología el proyecto Innofab para la construcción de una sala blanca para el diseño y la preproducción de chips de materiales avanzados.
"Catalunya será protagonista y se situará al frente de los esfuerzos europeos para desarrollar la industria de semiconductores", ha afirmado Aragonès en su comparecencia, en la que ha concretado que tendrá una inversión de 300 millones de euros y el compromiso de financiación por parte del Estado, con acompañamiento económico de la Generalitat.
La fábrica sería la primera infraestructura en España para el desarrollo de semiconductores de estas características y daría servicio a start-ups o empresas emergentes, empresas sin fábricas propias o a centros de investigación.
Larga negociación
El pasado junio, durante las jornadas del Cercle d’Economia, Pere Aragonès ya anunció que el Gobierno central tenía “sobre la mesa” un proyecto para que Catalunya acoja una planta de prefabricación de chips. En principio, esta instalación se construirá en Cerdanyola del Vallès.
Este proyecto se financiaría mediante el PERTE de microelectrónica y semiconductores. Aragonès cifró en unos 300 los millones de euros necesarios para hacerlo realidad. Este PERTE, con el que el Gobierno español quiere movilizar 12.250 millones de euros hasta 2027 y uno de cuyos cuatro apartados tiene que ver con la construcción de plantas de fabricación, se lanzó por la necesidad de incrementar la capacidad de producción de semiconductores con el objetivo de lograr autonomía estratégica en España y en la Unión Europea.