La cadena de clínicas dentales Instituts Odontològics acaba de abrir su 38.º centro en Esplugues de Llobregat (Barcelona). Es el segundo centro que ha puesto en marcha este año 2024, después de abrir una segunda clínica a l'Hospitalet de Llobregat. "Ha sido un año en qué hemos puesto el foco al optimizar nuestra red", con 25 clínicas en Catalunya y el resto repartido por España, en capitales como Madrid, Zaragoza, Pamplona, València o Castellón, explica Roger Sobrepera, director general de Instituts Odontològics, en declaraciones en ON ECONOMIA.

Esta reordenación ha implicado también cerrar dos centros "que han quedado absorbidos por otras clínicas de proximidad con mejores instalaciones para nuestros clientes", concreta. Una vez terminado este proceso, y con los 38 centros en marcha, Institutos Odontológicos ingresará 42 millones, un 5% más con respecto a la facturación de 2023. El año pasado atendió a 46.500 pacientes y realizó casi 170.000 actos clínicos. Desde 1988 ha atendido a más de un millón de pacientes.

Es un balance positivo: "Los últimos 5 años hemos transformado la compañía para actualizarla y ponerla en los máximos estándares, teniendo en cuenta que hemos sido capaces de salir reforzados de una etapa compleja como fue la de la Covid-19", remarca al director de la cadena. Una empresa que, creada en Granollers en 1990, formó parte del polémico grupo iDental, que acabó en manos del fondo de inversión Weston Hill, hasta que en el 2020 se adjudicó al fondo norteamericano Ares, "que entró en el capital para dar estabilidad, profesionalizarla y hacerla crecer de forma equilibrada, ya que entendemos que tenemos la materia prima para ser una referencia en el sector".

En la actualidad, Instituts Odontològics está en plena expansión, con capacidad para crecer en Catalunya, principalmente en Barcelona y su área metropolitana, pero también vemos un 50% de crecimiento fuera de Catalunya, en capitales de provincia de España". Por lo cual, a partir de 2025, tienen previsto abrir una media de cinco centros por año, "si la coyuntura económica sigue como hasta ahora", puntualiza Sobrepera. El director manifiesta que seguirán invirtiendo en mejorar, incorporar nuevas tecnologías y tratamientos, y seguir formando a nuestros doctores, que son clave con el fin de seguir ofreciendo este nivel de servicio." "Si hacemos todo eso para ofrecer la mejor asistencia a nuestros pacientes, con calidad, proximidad y honestidad, evidentemente seguiremos creciendo", añade.

La empresa tiene todos los centros "en propiedad", provistos de "la tecnología más avanzada", por lo cual se tiene que invertir una media de medio millón de euros para hacer funcionar una clínica. La gestión la llevan equipos multidisciplinares, con una media de 8 profesionales por clínica. Principalmente, tienen trabajadores locales, pero su apuesta por el talento los lleva a "contratar trabajadores foráneos y con un cierto abanico, de dentro y fuera de la UE".

Es evidente que hay intrusismo

Preguntado por el intrusismo que hay en el sector, Roger Sobrepera dice que "es evidente que hay en el sector". "Por eso, es muy importante que el paciente se informe el mejor posible antes de realizarse un tratamiento y apueste siempre por profesionales cualificados", insiste.

Con respecto a las innovaciones tecnológicas, "creemos que tienen un gran potencial para mejorar la atención odontológica. Así y todo, no podemos reemplazar la atención humana esencial en este sector, por lo cual conviene que los profesionales sigan invirtiendo en su formación y hagan un uso responsable de las nuevas herramientas". Defiende que es cierto que "los avances en el sector nos han llevado a una mayor eficiencia y accesibilidad, pero no por eso tenemos que quitar importancia a la calidad en los resultados de los tratamientos bucodentales".

Una inversión a largo plazo

"Para nosotros, esta adaptación a las nuevas tendencias se basa en equilibrar el uso de las nuevas tecnologías con un enfoque ético y de calidad. No tenemos que olvidar que la salud dental es una inversión a largo plazo en nuestro bienestar. Por lo tanto, el precio no lo es todo y creemos que los pacientes entienden que nuestra propuesta de valor va más allá de solo valorar el precio", según el director.

La cadena elabora anualmente un barómetro sobre la situación del sector. Una de las conclusiones de la última edición, "hemos visto que la gente todavía tiene miedo de ir al dentista, por lo cual tenemos que seguir trabajando para desmontar poco a poco todos los mitos que lo alimentan". También han detectado que los niños van por primera vez al dentista 5 años más tarde del recomendado (la media se sitúa en los 5,8 años). "Se acostumbra a llevar a los hijos al dentista cuando hay sintomatología, pero conviene fomentar la prevención para evitar la realización de tratamientos más complicados", recalca.