La empresa estadounidense Intel, fabricante de chips, abrirá una nueva fábrica en Israel, la "mayor inversión extranjera" en el país, por valor de más de 22.800 millones de euros (25.000 millones de dólares). La planta se instalará en Kiryat Gat, en el centro del país, y está previsto que abra en 2027 y emplee a miles de personas. Además, la firma estadounidense pagará por sus ingresos una tasa impositiva del 7,5%, frente al actual 5%, según informó el Ministerio de Finanzas de Israel. El anuncio lo ha realizado este domingo el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien calificó el acuerdo como "un tremendo logro para la economía israelí", al tratarse de "la mayor inversión jamás realizada por una empresa internacional en Israel", indicó el primer ministro al hacer el anuncio en la reunión semanal con su gabinete, informó Efe. 

Durante sus casi cinco décadas de operaciones en Israel, Intel ha crecido hasta convertirse en el empleador y exportador privado más grande del país y líder de la industria local de electrónica e información, en especial a raíz de la compra, en 2017, de la israelí Mobileye Global, que desarrolla e implementa sistemas avanzados de asistencia al conductor, por 13.700 millones de euros (15.000 millones de dólares), y que el año pasado salió a bolsa. Intel destacó, en un comunicado, que sus operaciones en Israel han "desempeñado un papel crucial en el éxito global de la empresa". Además, Intel se ha comprometido a invertir alrededor de 500 millones de euros en compras cada año durante la próxima década. Esto significa que, en los próximos 10 años, Intel gastará 4.800 millones de euros, principalmente a través de pequeños y medianos proveedores de Israel.

Intel se estableció en Israel en 1974, en Haifa, con cinco empleados. Hoy la empresa emplea a unas 10.000 personas, además de apoyar indirectamente el empleo de 30.000 trabajadores en Israel. Alrededor del 60% de los empleados de Intel Israel se dedican a la I+D de vanguardia, mientras que la mitad apoya la fabricación de microprocesadores de alto volumen que alimentan los dispositivos informáticos del mundo, según datos de la estadounidense. Intel Israel es uno de los componentes básicos de la industria de alta tecnología de Israel y un componente importante en la base económica del país, con cuatro centros de desarrollo ubicados en Haifa, Yakum, Petach Tikva y Jerusalén, así como instalaciones relacionadas con la fabricación en Kiryat Gat y Jerusalén.

Para el Gobierno de Netanyahu, se trata de un anuncio importante después de que varias empresas de su pujante sector de la alta tecnología hayan anunciado en los últimos meses su intención de dejar el país, e incluso algunas ya han comenzado a sacar capital, ante su plan de reforma judicial, que temen que acabe dañando a la economía.