Jaume Roures firmó este lunes por la mañana la venta de su participación del 5% de Mediapro, la compañía de la que fue presidente y consejero delegado hasta que, el pasado 27 de octubre, el consejo de administración le apartó de estas responsabilidades.

Tan solo dos semanas después de que le echaran, Roures ha cerrado la venta de su participación con el grupo chino Orient Hontai, que ahora controla el 85% de la compañía. El resto del capital es propiedad del gigante británico de la comunicación y la publicidad WPP (10%) y Tatxo Benet (5%), que se mantiene como primer ejecutivo de Mediapro, pero ahora en solitario, sin la compañía de Roures.

No ha trascendido el importe de la transacción. Los medios han especulado en las últimas semanas entre un importe mínimo de 40 millones y uno máximo que supera los 100 millones. Hace dos años, todavía en crisis por la pandemia de covid-19, la corporación china Southwind Media aportó 650 millones de euros por el 80% de Mediapro, que situaba la participación de Roures con un valor próximo a los 40 millones de euros. Sin embargo, la compañía mejoró sus resultados en los siguientes ejercicios.

En 2022, disparó su ebitda un 18% hasta los 189 millones de euros y redujo la deuda hasta los 435 millones de euros. La facturación alcanzó los 1.200 millones. Ante estas magnitudes, el 5% de Roures podría alcanzar en la actualidad los 100 millones de euros. No obstante, el importe final dependería de los acuerdos firmados en su momento por los accionistas, que mantienen en secreto.

Después de su salida de Mediapro, Roures exteriorizó su distanciamiento con Benet cuando reveló que este le impidió que se despidiera de los empleados mediante el correo corporativo. Los nombres de Roures y Benet aparecen juntos en más de sesenta sociedades, en su gran mayoría pertenecientes al grupo Mediapro, aunque también participan a título personal en otros negocios. Por ejemplo, son socios del restaurante del chef Fermí Puig o de la editorial Navona que dirige Ernest Folch.

Tras dejar Mediapro, Roures avanzó que no tenía sentido mantener su 5% y que se desprendería de esta participación. No obstante, aseguró que seguirá en el mundo de los medios y en sus “tinglados”, como definió a sus proyectos de índole social. También colaborará en los negocios de sus hijos.