El futuro del Banc Sabadell está en juego y, finalmente, el malestar y oposición del tejido productivo catalán en contra de la opa del BBVA ha tomado forma. Lo hace a través de los herederos de los industriales que fundaron la entidad hace más de 140 años, que quieren atraer a los pequeños accionistas de toda España con el convencimiento de que si se movilizan, la opa fracasará.
Así lo ha explicado a ON ECONOMIA Jordi Casas, presidente de la nueva Asociación de Accionistas Minoritarios del Banco Sabadell y de la Fundación para la Industria, heredera del gremio que fundó el Sabadell. "Hace tiempo que trabajamos en ello, pensamos que tenemos que transmitir a los accionistas del banco, tanto de Catalunya como de toda España, que tiene que ser independiente", relata. El motivo es tanto emocional como económico.
"El Sabadell tiene una conexión emocional con el pequeño accionista catalán, pero también de fuera, porque ha ido expandiendo su negocio entre el tejido empresarial de todo el Estado y ha querido que los clientes sean accionistas. Es un banco que ha acompañado a las empresas. Si a ti te ha ido acompañando, te sientes vinculado al banco", explica, por lo cual cree que una de las claves es "tocar la fibra" del pequeño y mediano accionista.
Casas: "El Sabadell ha acompañado a las empresas, y eso hace que te sientas vinculado a él. Tenemos que tocar la fibra"
Los motivos económicos para oponerse a la opa los está mostrando el banco que preside Josep Oliu con los últimos resultados, el dividendo anunciado esta misma semana y una acción a un precio que reduce mucho la prima del BBVA. "Los resultados son espectaculares, tenemos la convicción de que el banco es rentable", argumenta, y alaba la gestión del CEO de la entidad catalana, César González-Bueno.
Casas es muy duro con Carlos Torres, presidente del BBVA, que esta semana ha estado de gira por Catalunya, con un acto en Esade y una reunión con a patronal de la otra capital vallesana, Terrassa, la Cecot. "Torres esta semana ha fracasado estrepitosamente, no ha dado razones y ha demostrado que es un prepotente", opina el presidente de la asociación, que añade que el precio de la opa no es atractivo y que la cotización del Sabadell empuja al banco a seguir en solitario.
"Los que estamos desde el principio, creemos que todo esto se tiene que transmitir, y si en el resto de España los pequeños accionistas ven que los herederos de los fundadores estamos convencidos de que tiene que seguir en solitario y no queremos la opa, les podemos convencer. Si el pequeño y medio accionista se moviliza, la opa fracasará", añade.
Gira para convencer a los accionistas
Para conseguir convencer a los accionistas, la asociación hará una gira, especialmente por fuera de Catalunya –cree que los minoritarios catalanes ya tienen el componente emocional– para explicar estos motivos a los accionistas. Su plan pasa por organizar reuniones, ayudados por cámaras de comercio y patronales locales y del boca oreja. Los contactos los tiene, ya que Casas es directivo de Foment del Treball.
Sus cálculos son que aproximadamente la mitad de los accionistas del Sabadell son minoristas, y cree que si convencen al 35%, harán descarrilar la oferta del banco de origen vasco. Y es que el resto del accionariado, los inversores institucionales –fondo y bancos de inversión– decidirá principalmente por cuestiones puramente económicas y en el último momento, y Casas da por hecho que no todos acudirán a la opa.
Casas: "Es la mejor experiencia bancaria de la historia de Catalunya, no la podemos dejar perder. Ya ha superado muchas crisis"
El expolítico de Unió Democràtica de Catalunya explica el origen del movimiento, ligado al origen mismo del banco: "El Gremio de Fabricantes de Sabadell se fundó en 1559. En 1881, los industriales del Gremio deciden fundar un banco para financiarse. Hasta mediados del siglo XX, la sede del banco estaba dentro de la sede del gremio, y hasta los 60, el Sabadell no abre su primera oficina fuera del Sabadell".
Hoy, el gremio se ha transformado en la Fundación para la Industria, que considera que, como heredera de los fundadores de la entidad, tienen que defenderla porque supone defender también su vínculo con el tejido industrial de la ciudad. A Casas lo acompañan el empresario y presidente del Consejo social de la UB, Juan Corominas, el economista Joaquim Badia, los empresarios Juan Bril y Santiago Sauquet, y el profesor de Economía de la UB Joan Llonch.
"Somos 6, pero hoy [por el viernes] la centralita de la fundación ha echado humo, se ha colapsado", explica, y añade que incluso ha recibido llamadas de Madrid y veían la iniciativa "muy interesante". "El banco ha superado muchas crisis, ¿por qué no tiene que superar esta? Es la mejor experiencia bancaria de la historia de Catalunya, no la podemos dejar perder", concluye.