Grifols está en el punto de mira tras el informe de la firma de inversión y análisis Gotham City Research, que acusa a la compañía de falsear sus cuentas y apunta que, de ser así, su valor en el mercado sería probablemente de cero euros. En dicho informe, el fondo también pone en el foco a Scranton Enterprises, uno de los vehículos inversores de la familia Grífols con el que controlan la compañía farmacéutica con algo más de un 8,6%. Se trata de un fondo con el que invierten en diferentes sectores y empresas, desde la productora de cava Juvé y Camps o los pisos de lujo, hasta el club deportivo de baloncesto Joventut de Badalona.
Según el informe, Grifols estaría manipulando los ratios de deuda y resultado bruto de explotación, para "reducir artificialmente" su apalancamiento. Así, estaría notificando un apalancamiento de 6 veces su ebitda, pero en realidad sería de entre 10 y 13 veces. En el caso de Scranton Enterprises, Gotham asegura que el apalancamiento se multiplicaría por 27 veces su ebitda. Cuanta mayor deuda posea una compañía respecto a su capital propio, mayor será el apalancamiento, algo que puede afectar negativamente a las ganancias.
Pero las sospechas de Gotham sobre Grifols y Scranton tienen que ver con una operación en 2018. En ese año, la farmacéutica catalana prestó a Scranton 95 millones de dólares, que según indica no quedaron registrados debidamente. "Este préstamo parece vinculado a la transacción BPC/Haema, sin embargo, este préstamo no se revela en los documentos de Grifols y solo aparece en los documentos de Scranton", señala el informe.
Biotest y Haema son filiales de Scranton desde 2018 tras unas peculiares operaciones. Grifols compró Haema por 220 millones a principios del mencionado año y la vendió a su vehículo inversor a finales del mismo. La farmacéutica actuó igual con Biotest, en una operación de compra que rondó los 250 millones de euros y posterior venta a Scranton. Sobre esta situación, Gotham denuncia que "Grifols ha consolidado completamente tanto Haema como BPC Plasma, pese a poseer el 0% de cada compañía".
Cava, medicina, baloncesto y pisos de lujo
¿Qué es y cómo opera Scranton? Se trata de un holding a través del cual la familia catalana invierte en diferentes sectores del mercado como el sanitario, el inmobiliario, así como en empresas de rápido crecimiento tanto en Europa como en Estados Unidos. De la sociedad no se conoce demasiada información económica pública, puesto que la firma tiene su sede en Ámsterdam. Algo que ocurre de forma similar con Grifols, cuya sede principal europea se encuentra en Irlanda, país donde radican la mayoría de las grandes tecnológicas por las ventajas fiscales que ofrece.
La empresa está participada tanto por miembros de la familia, como Víctor Grífols Roura, como por ejecutivos y exdirectivos de confianza, entre los que destaca Tomás Dagà. "Destacamos en velocidad de ejecución, conectividad corporativa, despliegue de capital y creación de valor para todas las partes interesadas. Invertimos en empresas y apoyamos su crecimiento para que se conviertan en líderes del mercado", reza su propia web.
De este modo, Scranton controla empresas como la bodeguera del cava Juvé y Camps. También es dueño del Club Joventut de Badalona, conocido por sus aficionados como "La Penya" y, junto al Real Madrid, el único equipo de baloncesto que ha permanecido siempre en la máxima categoría.
En el sector sanitario, destacan sus inversiones en la compañía Ivftech, cuya actividad se centra en las soluciones de biología embrionaria y celular, o el fondo Medical Technology Venture Partners, que invierte en empresas relacionadas con la tecnología médica.
Pero sin duda uno de sus puntos fuertes es el sector inmobiliario, donde cuenta con varios proyectos. Uno de ellos es Becorp rental Homes, una empresa que gestiona pisos de alquiler de obra nueva en Barcelona. Otra sociedad en la que invierte es Francesc Macià 10, una promotora inmobiliaria que opera en Barcelona y cuya actividad comprende los apartamentos de lujo. Hace años, los medios especializados hablaban de promociones de Francesc Macià como las más caras de Barcelona e incluso de España.
Asimismo, cuentan con dos subsidiarias a través de las cuales también operan: Centurión Real Estate y Scranton Plasma. En el caso de Centurión, nació en Barcelona en 2014 "con el objetivo de detectar oportunidades de adquisición en el mercado inmobiliario, para su posterior gestión y explotación en régimen de arrendamiento". Actualmente, gestiona una cartera en la que destacan activos de tipo comercial, oficinas e incluso residencial, a través de su filial íntegramente participada Aurea Arrendamientos Urbanos.