Las hijas de Isak Andic han creado empresas patrimoniales que, como la marca Mango, tienen nombres de frutas tropicales: después de que Sarah Andic Raig constituyera Kiwi Capital, su hermana Judith también ha lanzado Pitaya Capital para gestionar sus participaciones empresariales. Su hermano mayor, Jonathan, todavía no ha dado el paso.

Kiwi Capital y Pitaya Capital son sociedades clónicas creadas para gestionar sus respectivos patrimonios, que comparten la misma sede social –en el número 65 del Paseo de Gracia, donde hay unas oficinas y una tienda de Mango–, capital fundacional –100.000 euros– y la condición de unipersonales, ya que tanto Sarah como Judith ejercen de administradoras y socias únicas.

En realidad, el proceso de sucesión familiar al frente del imperio Mango empezó mucho antes de que su fundador, Isak Andic Ermay, falleciese en una excursión por la montaña de Montserrat el 14 de diciembre pasado. Así, en 2022, Isak Andic ya incorporó al consejo de administración de Punta Na, sociedad patrimonial y tenedora de acciones del grupo empresarial Mango, a sus tres hijos: Jonathan, de 43 años; Judith, de 40; y Sarah, de 27. Los tres son fruto de su matrimonio con Neus Raig Tarragó, de la que se separó ya hace mucho tiempo.

Tras el fallecimiento de Isak Andic, sus hijos también han entrado en los consejos de Punta Na Holding y Mango MNG Holding, sociedades a través de las cuales se controlan activos inmobiliarios o acciones de empresas del grupo.

Lo que han hecho ahora las dos hermanas es crear sociedades patrimoniales –Kiwi Capital y Pitaya Capital- para gestionar sus propias participaciones en el grupo Mango o en otras empresas. Todavía no se ha hecho público el testamento de Isak Andic, de manera que se desconoce cómo se repartirá su patrimonio ­-incluídas las acciones– del ue fue uno de los hombres más ricos de Catalunya.

Judith trabajó en el pasado como responsable de diseño y colecciones de Mango y Sarah, a pesar de estar formada en gestión de empresas de moda en Marangoni (en Londres) y gestión estratégica de diseño en Parsons (en Nueva York), no ha trabajado en el negocio de moda familiar. Las dos hermanas siempre se han movido con una gran discreción. No circulan fotografías suyas ni participan en redes, a pesar de tener una vida social activa.

A diferencia de Judith y Sarah, que no forman parte del equipo directivo de Mango (pero sí de las sociedades que controlan la propiedad), su hermano mayor, Jonathan, ejerce funciones ejecutivas. Así, es vicepresidente y consejero ejecutivo de Punto Fa (la principal empresa operativa con la que se gestiona el negocio de la marca Mango) y dirige la línea de moda para hombre Mango Man.

Pero el hombre fuerte de Mango es Toni Ruiz, el consejero delegado, que desde hace unas semanas también ocupa la presidencia de Punto Fa. Es el único accionista ajeno a la familia Andic, con una participación del 5%. El consejo de administración de Punto Fa acordó el 23 de enero pasado, por unanimidad, la designación de Ruiz como presidente –cargo que compagina con el de CEO– y de Jonathan Andic como vicepresidente. También aprobó la incorporación como consejero independiente de Manel Adell, un antiguo consejero delegado de Desigual que también pasó por Puig, Agrolimen o Cadbury Schweppes.

En el consejo de la principal sociedad del grupo Mango (Punto Fa) hay seis miembros más: dos consejeros ejecutivos –Daniel López (director de expansión de Mango) y Margarita Salvans (directora financera y, desde esta semana, nueva consejera de Banco Sabadell)– y seis independientes –Jordi Canals (Iese), Jorge Lucaya (socio fundador de AZ Capital), Jordi Constans (exdirectivo de Danone y Louis Vuitton entre otras compañías) y Marc Puig (presidente de Puig)–.