Juno House, el primer club social de Barcelona solo para mujeres, cerró sus dos primeros años con pérdidas. En 2022 alcanzaron los 360.000 euros y en 2021, un ejercicio incompleto, ya que el club se inauguró en abril de ese año, fueron de 46.000 euros.

Pese a estos resultados, fuentes próximas a la dirección de Juno House aseguran que los números son mejores de lo previsto en el plan de negocio. Indican que las cuentas de 2023, todavía pendientes de auditar, situarán el ebitda “en equilibrio o muy cerca del equilibrio”.

Estas fuentes apuntan que en los primeros tres ejercicios se han superado las expectativas iniciales no solo en lo económico sino también en lo social. El año pasado finalizó con más de 600 afiliadas. Añaden que “objetivo no es hacer dinero, sino potenciar la dimensión social y económica de la mujer”. Insisten en que “nos propusimos crear una comunidad y lo hemos conseguido”.

A diferencia de otros clubs sociales de la ciudad, propiedad de sus socios, este club only woman pertenece a la mercantil Juno House SL. En su consejo de administración aparecen tres de sus fundadoras –Natalie Batlle (presidenta y consejera delegada), Liliana Knight y Eva Vila-Massanas–, con una pequeña participación, y tres hermanos Elías de Gispert, de la familia dueña de la cadena de supermercados ecológicos Veritas, como accionistas mayoritarios.

El día de la inauguración, Silvio Elías Marimon, de 75 años, se fotografió con las fundadoras, pero ha preferido que fueran sus tres hijos –Silvio, Ignasi y Adriana Elías de Gispert– los que piloten la inversión en Juno House. El padre ha ido abandonando los consejos de administración del grupo familiar aunque todavía se mantiene en el de la patrimonial inmobiliaria Caboel, creada junto a sus exsocios de Caprabo cuando vendieron sus participaciones en 2007 a Eroski.

En el ejercicio de 2022, el último del que han presentado cuentas, Juno House ingresó poco más de 914.000 euros aunque cerro con pérdidas a causa de las amortizaciones. Los gastos de personal, con una veintena de trabajadores, se elevaron a 578.000 euros y las deudas bancarias se situaron en 800.000.

Cuotas de las socias

La principal fuente de ingresos son las cuotas de sus socias. Abonan una matrícula de ingreso de 475 euros y una mensualidad de cerca de 150, aunque también se contemplan cuotas reducidas en función de las actividades que se realicen. Otras líneas de ingresos son la venta de productos o la colaboración con empresas que se quieran dar a conocer en Barcelona.

Interior de Juno House / Sergi Alcàzar

La familia Elías invirtió cerca de dos millones de euros en la remodelación de la antigua Farinera d’Aribau, un singular edificio de 1915 situado en el interior de una manzana que han transformado en club social. Con un interiorismo diseñado por Meritxell Ribé, de The Room Studio, incluye restaurante, sala de fitness, biblioteca, salas de reuniones, estudio de grabación, guardería y otros servicios. El inmueble se alquiló a un fondo de inversión.

La idea de crear un club solo para mujeres en Barcelona surgió de Natalie Batlle, una directiva nacida en Chicago, de padre catalán y madre norteamericana. Profesionalmente, se dedica a las relaciones públicas de start-ups. Como consejeras también están Liliana Knight, consultora de servicios para empresas, y Eva Vila-Massanas, cofundadora de WeQual, consultora que impulsa la diversidad en las plantillas de las empresas (las tres aparecen en la imagen superior).