El Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) ha dado este miércoles la razón a Google y anulado la multa de cerca de 1.500 millones de euros ordenada por la Comisión Europea en 2019 por imponer durante una década restricciones a páginas web terceras en el mercado de la publicidad online a través de su plataforma 'AdSense for Search' (AFS).

La sentencia, ante la que cabe recurso, confirma la mayor parte de las constataciones de Bruselas durante su investigación, pero concluye que los servicios comunitarios cometieron errores de apreciación respecto a la duración de las cláusulas controvertidas y a la parte de mercado afectada cuando se inició el caso. De este modo, la Justicia europea apunta que el ejecutivo comunitario no logró establecer con claridad que cada una de las tres cláusulas señaladas constituyeran un abuso de posición dominante y, en su conjunto, una infracción única y continuada de las reglas de la Unión Europea.

El caso se remonta a 2016, cuando Bruselas inició la investigación que concluyó tres años después sobre las presuntas prácticas abusivas impuestas por el gigante tecnológico en el mercado de publicidad online entre 2006 y 2016. Según la investigación comunitaria, durante ese periodo Google incluyó cláusulas de exclusividad en sus contratos, de manera que se prohibía a las webs situar ningún anuncio de búsqueda de competidores en sus páginas de resultados de búsquedas.

También introdujo sucesivamente otras cláusulas llamadas "de emplazamiento" y de "autorización previa", pero en los tres casos la compañía retiró las cláusulas a partir de 2016, año en que la Comisión Europea comenzó a investigar formalmente.

En este contexto, el alto tribunal europeo considera que la Comisión no logró demostrar que las cláusulas controvertidas tuvieran la capacidad de disuadir a los editores para que no acudieran a intermediarios rivales de Google o que sirvieran para impedir a competidores de la tecnológica acceder a una parte significativa del mercado de los intermediarios publicitarios ligados a las búsquedas online.

Por otra parte, el TJUE confirmó hace unos días la multa de 2.424 millones de euros impuesta por la Comisión Europea a Google en 2017 por abuso de posición dominante a través de su motor de comparación de productos Google Shopping. Este tribunal desestimó el recurso de casación planteado por Google y su matriz, Alphabet, contra una sentencia anterior de primera instancia que había confirmado la sanción, que cuando fue impuesta era la mayor dictada nunca contra una empresa por abuso de posición dominante.

Pero el castigo ejemplar fue para Apple, al que el TGUE obliga a devolver 13.000 millones de euros -más intereses- en ayudas fiscales de las que se benefició durante años por el régimen especial que le ofreció Irlanda. Se trata de una sanción dictada por Bruselas hace casi una década, pero que tanto Dublín como la multinacional tecnológica habían recurrido ante la Justicia europea.