La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Economía, Nadia Calviño, se reúne el próximo 29 de junio con las asociaciones bancarias para evaluar la evolución del Código de Buenas Prácticas para deudores hipotecarios, en vigor desde el pasado mes de enero, para que las familias puedan hacer frente a la subida de cuotas tras el alza de los tipos de interés; además de las medidas puestas en marcha para evitar la exclusión financiera en las zonas rurales y de las personas mayores.
Calviño dejaba caer este lunes una posible revisión del Código si está teniendo menos adhesión de la esperada. "Las asociaciones han valorado positivamente el funcionamiento, pero a finales de junio veremos si hay que revisar las medidas", según comentó durante su intervención en los cursos de la Apie, que se celebran esta semana en Santander.
Sin embargo, Alejandra Kindelán, presidenta de la Asociación Española de Banca, rechazaba este martes -en este mismo encuentro- revisar las ayudas a hipotecados con el propósito de que sufran cambios. "Entendemos que el Código está ahí para que se use, y los bancos lo están cumpliendo escrupulosamente. Si empezamos a hablar de cambio o modificaciones generaría incertidumbre", aseguraba.
Kindelán señalaba que la reunión del día 29 "es una oportunidad buena" para ver el progreso de los tres acuerdos alcanzados a nivel sectorial, la atención a los mayores, la España rural y las ayudas a hipotecados vulnerables. Sobre este último, recordó que se firmó a finales de 2022 "cuando la morosidad era muy baja y ahora sigue estando en mínimos desde la crisis de 2008", lo que confirma que se hizo para prevenir un empeoramiento de la economía, que al final no se ha producido.
Precisamente por esto, justificaba la de AEB, no ha tenido tantas solicitudes como se calculó en un principio (aunque no ha desvelado la cifra todavía). "Esto se debe a que la situación económica es mejor de lo esperada, ha habido subida de salarios, de empleo…". Y este contexto, añadía, "hace que si el Código ya era preventivo antes, lo sea más ahora".
Por otra parte, Kindelán también ha aclarado que en la reunión con Calviño no podrán hablar de la oferta de depósitos, como espera la vicepresidenta, ya que una asociación bancaria "no puede hablar de las prácticas comerciales de las entidades". Deben ser las propias entidades quienes tengan que resolver esa cuestión.
En cuanto a la posibilidad de alargar el impuesto a la banca más allá de 2024, tanto si sigue gobernando el PSOE como si gana el PP las elecciones, la presidenta de AEB era contundente "no queremos el impuesto", una respuesta muy similar a la que también este martes daba el presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, "espero que el nuevo Gobierno no haga permanente el impuesto", indicaba.
Finalmente, Kindelán también rechazaba crear un fondo para ayudar a los hipotecados vulnerables (como propone el PP) si dicho fondo se crea con una tasa a la banca. "Si el fondo va vinculado al impuesto, no nos gusta". Recordaba aquí que por eso el impuesto está recurrido.