El fútbol 7 de la Kings League convence a nivel de audiencia, pero habrá que saber si también económicamente. Mientras el exazulgrana Gerard Piqué subraya a través de sus portales comunicativos el éxito de seguidores que tiene- hace falta recordar que ya ha llegado a más de un millón de visualizaciones en directo durante varias jornadas-, el objetivo es ver cómo esta parroquia también se traduce en beneficios en su cuenta de explotación.

Lo que sí se constata por esta vía es que cuenta con patrocinadores de prestigio: desde Cupra, pasando por InfoJobs, Clínica Baviera, Grefusa, Spotify, Simyo, Adidas, Mahou, Xiaomi, Imagin, Iq Option o Shukran. Aunque nunca se han concretado las cifras de estos acuerdos y un exceso de marcas también puede hacer pensar que pagan poco porque ninguna de ellas ofrece una cifra potente que quiera quedarse como marca única.

Kings League americana y femenina

A partir de aquí, a Piqué se le gira trabajo porque así lo marca a sus trabajadores de Kosmos. El gran proyecto que ha encargado es celebrar una Kings League en América Latina y otra, que ya está más avanzada, llamada Queens League que querrá hacer la réplica en el fútbol 7 femenino desde Barcelona con la influencer Paula Gonu al frente como cara visible. Además, tampoco se descarta una gira americana de todo este producto. El fichaje de Ronaldinho como jugador 12 del equipo Porcinos FC, presidido por Ibai Llanos, trajo espectáculos y novedades en la última jornada de la Kings League de Piqué. Él mismo anunció a través de Twitch que Ronaldinho será el primer propietario en Brasil de la Kings League.

El poder de las redes en América Latina

Escoger un país de América Latina no es ninguna casualidad. Y no por una cuestión de idioma ya que, precisamente, se ha fijado en Brasil, donde no se habla castellano sino portugués, para probar su experimento. Pero tiene en cuenta que todos estos países son los que están encabezando el éxito de las redes sociales con streamers que se están convirtiendo en auténticas estrellas de rock. Un ejemplo claro es la celebración de los premios ESLAND, que se organizaron desde México y se han convertido con tan solo una edición, en la referencia de los reconocimientos en este campo.

Según Statista Research Department, se pronostica que para finales del 2026, el número de suscripciones en plataformas de vídeo bajo demanda (SVOD) en América Latina supere las 115,6 millones de suscripciones, unos datos que la sitúan en el podio junto con los Estados Unidos. Aquel mismo año, se espera que la plataforma de vídeo por streaming de pago con más presencia en la región sea Netflix, con el 42,4% del total de suscripciones SVOD en Latinoamérica.

Por lo tanto, Piqué tiene buen ojo a la hora de escoger al público potencial, pero también de atraer a las grandes masas. Más allá de las audiencias citadas, ha sabido jugar la carta públicamente de su divorcio con Shakira, por el cual consiguió tener de patrocinador a Casio; y también crear polémica en directo a través del canal donde retransmite la Kings League cuando esta afloja el ritmo. El ejemplo reciente es su malestar con Ibai Llanos a raíz, precisamente, de un patrocinio. ¿Pero cuál es la viabilidad económica del proyecto? De momento, tan solo se puede basar en los partners ya que todo el contenido es gratuito. La comparación de su audiencia con la de partidos a la Liga puede resultar odiosa: para ver la Liga tienes que pagar, para ver a Piqué, no.

¿Podrá recuperar las pérdidas de la Davis?

Detrás de la imagen, hace falta una estrategia. Fuentes próximas a su empresa Kosmos y consultadas por ON ECONOMÍA, constatan que ni con "20 Kings League, Piqué será capaz de recuperar todas las pérdidas que le ha supuesto el negocio fallido de la Copa Davis". Así pues, Piqué arrastra una lista de negocios que han cerrado o se han abandonado la falta de éxito y el último, centrado en el tenis profesional, ha hecho aguas y el contrato con la Federación Internacional de Tenis, ITF, se ha roto. Como que Piqué no ha conseguido en los últimos años obtener beneficios con la Davis, la ITF le reclama 25'4 millones de dólares, unos 23 M/€, y todo puede acabar ante un tribunal si no llegan a un pacto donde cada uno interpreta como quiere las cláusulas del contrato.

Lo que hace falta preguntarse ahora es si la Kings League, con futbolistas retirados y personajes de otros mundos o anónimos, serán capaces, junto con el gancho de su líder y los patrocinios, de llegar a cifras millonarias como las que se había marcado con el sector del tenis. En el caso de la Davis, la apuesta fue tan grande que se comprometieron a invertir 3.000 millones de dólares a lo largo de 25 años, pero desde la primera edición, en el 2019, se dieron cuenta de que no había margen de rentabilidad para la reinversión en el producto. El éxito de la Kings League tendrá que empezar desde una base más modesta para evitar, posteriormente, unos cuantos fracasos.