La empresa gerundense LC Paper impulsa una inversión de casi 5 millones de euros con el fin de mejorar el proceso de reciclaje de papel de su complejo de Besalú (Girona) con el objetivo de reaprovechar materiales difíciles de procesar como las cajas de cartón, un residuo cada vez más utilizado fruto del crecimiento de las compras online. Este es un reto para la reutilización, pero "gracias a la nueva maquinaria, podremos obtener una pasta de papel de elevada pureza y calidad en el producto final a partir de materia prima de bajas prestaciones, dado que tendremos capacitado para diferenciar y segregar elementos que no son papel y que acaban entrando al circuito de reciclaje por error o por omisión del usuario final, pero también los elementos difícilmente separables", ha manifestado Pau Vila, consejero delegado de la empresa familiar LC Papel.

Vila ha concretado que "mantener la calidad es especialmente importante cuando hablamos de formatos como el papel higiénico, donde el consumidor exige suavidad y grosor, o el papel para bolsas, donde el cliente quiere una elevada resistencia para que no se rompa". Históricamente, la industria papelera se había centrado en reaprovechar formados de impresión, como documentación de empresas, libretas o diarios, entre otros ejemplos. La nueva línea de procesado se prevé que entre en funcionamiento el segundo trimestre del 2025.

La inversión ha sido cofinanciada con el Instituto Català de Finances (ICF) y Bankinter -a partes iguales- con un préstamo de 2,3 millones de euros. También ha recibido una subvención de los fondos Next Generation de aproximadamente dos millones de euros para impulsar la circularidad industrial y la mejora de la sostenibilidad. Con estos fondos, LC Papel ha adquirido maquinaria industrial de última generación con un alto grado de automatización y digitalización, actualizando por completo su sección de procesamiento de fibra reciclada en la planta que tiene operativa en Besalú (Girona), dedicada a la fabricación de papel. También dispone de dos centros de manipulación de papel a Sarrià de Ter y Fornells de la Selva.

En total, cuenta con cerca de 150 profesionales en Catalunya. Con una facturación consolidada de 55 millones de euros (2023), la empresa exporta aproximadamente la mitad de su producción a 28 países de cuatro continentes diferentes.

Desde mediados de los años noventa, ha hecho una apuesta por la sostenibilidad con inversiones en el ámbito de la descarbonización energética, la reducción del consumo de agua y la eliminación de los envases plásticos, apostando por formatos reciclados y biodegradables. Por todas estas razones, ha sido el primer fabricante de papel del mundo reconocido con el prestigioso sello de excelencia en ESG "B Corp".