Joan Planes, que ha muerto esta madrugada del jueves con 83 años, dejó la presidencia de Fluidra en el 2016 y, desde entonces, se había centrado en su legado y la función social de las dos fundaciones que presidía. Hacer realidad que los niños vulnerables de Colombia, el Sáhara o Barcelona puedan nadar en su tiempo libre con piscinas es uno de sus legados. El otro se centra en repoblar el pequeño pueblo donde nació, Estamariu, en el Alt Urgell, a partir de un proyecto para transformarlo en 100% sostenible y autosuficiente.
Durante las próximas semanas, se empezará a instalar la planta de biometano que cubrirá parte de la demanda energética del pueblo y, además, ayudará a dar salida a los purines del rebaño y las granjas. Es el principal proyecto de la Fundación Planes Corts, y que se extiende también al municipio vecino de Bescaran, de 79 habitantes, que se suman a los 129 de Estamariu hasta unos 208 vecinos a los cuales se espera que crezcan con los proyectos de desarrollo económico que acompañan la transformación ecológica del pueblo. Tal como publicó ON ECONOMIA en abril del pasado 2023, la inversión para este proyecto es de 1,2 millones de euros y contaba con una subvención de 385.000 euros de los Planes de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PERTE) de la Unión Europea.
En una entrevista reciente con ON ECONOMIA, la última publicada antes de su muerte, Planes explicó la importancia del proyecto en su pueblo natal. "La Fundación la creamos con el objetivo real de conseguir que el pueblo, que se había despoblado mucho, se reactivara y pudiéramos volver a tener una actividad con personas, como cuándo yo era pequeño. Cuando era pequeño aproximadamente había unas 250 personas. El pueblo había perdido población, hasta las 80 personas, y con toda la reactivación que hemos empezado, hoy ya estamos en 130 habitantes. Hay un problema muy grande. Antes, había 30 casas que vivían de 8 o 10 vacas que ordeñaban y que llevaban la leche a la cooperativa. Y con eso sobrevivían. Este sistema ha desaparecido. Hoy, con toda la nueva tecnología, con cuatro o cinco casas que se dediquen a la agricultura, cultivan a lo que antes cultivaban 40 o 50 familias y podían sobrevivir. Eso quiere decir que tenemos que hacer una renovación e introducir nuevas actividades al pueblo para que la gente pueda sobrevivir. Y esta es la función que me propuse. Siempre dentro de una economía circular, tanto medioambiental como económicamente. El objetivo real es crear una economía circular que sea rentable, pero que, además, sea sostenible".
Con una pasión por el agua que empezó con la observación del río Bescaran antes de trasladarse a la empresa líder del mundo en piscinas y una vocación por la sostenibilidad que atraviesa la empresa, el proyecto de la familia Planes liderado por Joan prevé una generación de 640.00 kWh, de los cuales 540.000 las tiene que generar el biogás y 100.000 las placas fotovoltaicas. El biogás genera energía limpia con respecto a las emisiones de CO2 y además captura las emisiones que generan residuos ambientales.
Más allá de la transformación ecológica, la Fundación abrió un obrador compartido de productos lácteos donde los ganaderos y agricultores de la región pueden diversificar y potenciar su economía con producción local. La idea es generar empleo y formar personas interesadas en oficios de mundo rural con un ciclo denominado Cata de Oficios con talleres de diversa naturaleza, desde la escritura hasta la identificación y aprovechamiento de plantas.
Por otra parte, la Fundación Fluidra nació el año 2016 con el fin de conectar la experiencia y capacidad de Fluidra en el sector de las piscinas con los necesitados sociales por todo el mundo y el acceso equitativo a la piscina y la natación. Sáhara Occidental, Colombia, Senegal, pero también Barcelona, son algunos de los lugares donde la Fundación ha instalado piscinas en zonas vulnerables.
Planes también habló de estos proyectos, que van más allá de las piscinas, a su última entrevista. "Por ejemplo en el Senegal, empecé con un proyecto de tipo agrícola, para poner en actividad una finca de unas 25 hectáreas que estaban ligadas a los escolapios en el Senegal y era un lugar para que ellos pudieran hacer prácticas. Es complicado, tienes que conocer los países. Yo estoy enamorado del Senegal. Allí, en los colegios, sobre todo en los suburbios de Dakar, hay muchos alumnos que no saben nadar. Y es un problema grandioso en Senegal, cada año se ahogan 7.000 personas. Entonces dijimos, empezamos a introducir la natación a la escuela porque no había ni piscinas, y empezamos a dar la cultura de la natación y del agua. Y hemos hecho una piscina de 25 metros, que está dentro de un colegio de los Escolapios, que es un proyecto del cual yo estoy enamorado, porque lo hemos integrado en el barrio, que es un barrio marginal del Senegal, donde se ahogan muchos niños porque está en la zona norte de Dakar y el mar allí es bastante complicado. Y estamos a punto de hacerlo rentable, estoy muy satisfecho con este proyecto".