La marca catalana Lékué, fabricante de utensilios de cocina, ha fichado a Natalia Cabrera como nueva directora general para capitanear la consolidación de su integración en el grupo holandés Brabantia, que la adquirió en diciembre de 2021.
Desde su integración, la fabricación de Lékué se trasladó a los centros de producción de Brabantia y la marca catalana se redimensionó a unas oficinas comerciales y un almacén en la Llagosta (Barcelona) que se cerró el pasado mes de septiembre, lo que implicó el despido de unos 15 empleados.
Ahora, el equipo comercial formado por unas 30 personas se ha trasladado a unas oficinas en el paseo de Gràcia, en la capital catalana, que acaban de inaugurarse.
Con la dirección general renovada, Brabantia quiere profundizar en la expansión global de Lékué y en la implementación de nuevas líneas estratégicas para los próximos años.
"Nos encontramos en un momento excepcional para la marca, donde se juntan la fuerza de una empresa que ofrece productos innovadores con diseños atractivos y funcionales para hacer comida saludable y de manera fácil, junto con la potencia de una marca como Brabantia", ha asegurado Natalia Cabrera.
La directiva destaca el posicionamiento del grupo en productos de alta calidad para el hogar, especialmente en categorías como "gestión de residuos, utensilios de cocina, lavandería y organización". Para Cabrera, la integración en el grupo holandés es importante por su extensa red comercial y de distribución a nivel mundial, que ahora ofrecerá también los productos Lékué. La marca catalana cuenta con más de 40 años de experiencia en el sector y más de 300 referencias.
Para potenciar estos canales de distribución y los productos de la marca Lékué, Brabantia ha decidido repensar su imagen, en un proyecto que está previsto hacer público en enero de 2025. "Lékué ha trabajado en una redefinición de la marca, donde se busca reflejar en una nueva imagen para todas sus comunicaciones y canales de venta", han concretado.
Brabantia adquirió Lékué en diciembre de 2021, cuando la marca estaba muy bien posicionada en los mercados del sur de Europa, después de su lanzamiento fruto de la alianza entre el emprendedor Xavier Costa y José Llorente, un empresario que desde 1980 tenía un taller que fabricaba productos de caucho para terceros. A los que se unió el grupo de inversores Espiga Central. Lékué fabricaba en China y en La Llagosta, donde empleaba a un centenar de personas antes de ser adquirida por Brabantia.